Tras más de dos años en silencio, aficionados de la música y los conciertos recibieron con ansias un 2022 con una agenda cargada de espectáculos con lo mejor de los artistas nacionales e internacionales. En el Perú, los primeros tres meses del año nos dejarán ver en los escenarios a artistas de la categoría de Eva Ayllón (15 de enero) y William Luna (30 de enero), así como gigantescos espectáculos como Una Noche de Salsa 11 (5 de febrero) y la esperada llegada del cantante puertorriqueño Rauw Alejandro a tierra peruana el 8 de marzo.
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Estos conciertos de alto calibre se ven reproducidos también en otros países de la región: tras dos años de espera, Argentina y Chile volverán a celebrar sus versiones locales del Lollapalooza entre el 18 y 20 de marzo, mientras que Colombia también celebrará la música con eventos como el Jamming Festival (19- 21 de marzo) y Estéro Picnic (25-27 de marzo), todos contando con una nutrida participación de estrellas globales.
Pero este verano musical no está sin problemas, y el más grande hasta la fecha es la rápida propagación del Ómicron, una aún más contagiosa variante del coronavirus que está convirtiéndose más común en la región.
El factor Ómicron
Según datos del Ministerio de Salud, hasta el 2 de enero habían 309 casos detectados de esta variante. Sin embargo, el Ómicron representaba el 53% de los nuevos casos presentados en Lima y Callao, cuando solo una semana antes presentaba solo el 7,6% de casos en el ámbito nacional.
La variante Ómicron del coronavirus fue reportada inicialmente en Sudáfrica y presenta un problema para los gobiernos del mundo: a pesar de ser menos mortal que la variante delta, es más contagiosa, poniendo más presión sobre los sistemas de salud.
A la aparición de la variante Ómicron se le sumó las actividades del fin de año, donde miles de personas participaron de fiestas y reuniones que no cumplían con las recomendaciones del Ministerio de Salud, llevando a una situación donde tanto especialistas como el ministro de Salud, Hernando Cevallos, ya hablan de declarar una tercera ola, circunstancias que se ven repetidas en otros países de la región.
¿Qué pasará con los conciertos?
A estas alturas todavía no se sabe qué consecuencias tendrá la propagación de la variante Ómicron en el Perú en la industria de conciertos. El Comercio se intentó comunicar con el Minsa para hablar del tema, pero se nos indicó que todavía no estaban autorizados para hablar de esta materia.
En cuestión a las medidas preventivas, estas son las mismas que las otras variantes del coronavirus, con el investigador del Instituto Nacional de Salud (INS) Óscar Escalante Maldonado recordando a la población, a través de El Peruano, que su mejor escudo es “la vacunación, el lavado de manos y el distanciamiento social”. Adicionalmente, desde hace ya meses es obligatorio que todos los mayores de 18 años que deseen acceder a un espacio público tengan que presentar un carné físico o virtual que acredite haber completado su proceso de vacunación.
Si bien es todavía muy pronto para saber cómo afectará el Omicrón la industria del entretenimiento regional, podemos hacernos una idea de cuáles serán unas posibles consecuencias si miramos a otros países donde la variante ha proliferado.
En los Estados Unidos, donde Ómicron se convirtió en la variante dominante el 18 de diciembre de 2021 según datos del Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés), el rebrote de la enfermedad llevó al cierre de eventos deportivos, obras de teatro y conciertos. Entre los espectáculos cancelados estuvo el tradicional iHeart Radio Y100 Jingle Ball que se iba a celebrar en Miami el 19 de diciembre, mientras que celebraciones tradicionales como el recibimiento del Año Nuevo en el Times Square de Nueva York vieron un público reducido de los usuales 58 mil a solo 15 mil.
Más al norte, el gobierno de la provincia canadiense de Ontario impuso medidas temporales que afectan restaurantes y cierran teatros, cines y salas de concierto mientras aceleran su campaña de vacunación para hacerle frente al Ómicron. Las medidas estarán en pie del 5 hasta el 26 de enero, con la posibilidad de ser ampliadas.
No son los únicos. Ciudad de México postergó un concierto de fin de año que se iba a realizar en la Glorieta de la Palma en el Paseo de la Reforma - el corazón de la ciudad- como “medida de precaución” ante el avance del Ómicron. Mientras tanto Puerto Rico, una locación que parecía tener controlado el coronavirus, ha tenido que restablecer restricciones en los espacios públicos y cancelar eventos como la conmemoración del 500° aniversario de la isla debido a un aumento de 4.600% de casos en las últimas semanas después de una serie de eventos, celebraciones y conciertos.
Más cerca a nuestras fronteras, la provincia argentina de Córdova ordenó la suspensión de los eventos masivos extraordinarios el pasado 23 de diciembre, ante la alta ola de contagios de la variante Ómicron en los días previos de las fiestas. Este tipo de eventos serán restablecidos a partir del 5 de enero, aunque con restricciones en el aforo en los locales cerrados así como el despliegue de una cobertura sanitaria especial en los grandes festivales por parte del gobierno, entre otras medidas.
No solo la industria de la música está afectada y Hollywood también tiembla, con el avance del Ómicron causando ya la cancelación de importantes fechas de la temporada de premios como el Festival Internacional de Cine de Palm Springs y la postergación de galas como el Critics’ Choice Award. Mientras tanto, la película de Marvel “Morbius” protagonizada por Jared Leto se convirtió en uno de los primeros blockbusters en verse desplazado por la variante del coronavirus, pasando de estrenarse a fines de enero al 1 de abril.
Estos eventos muestran que en conjunto la industria del entretenimiento tiene razones para ver con aprensión el avance del Ómicron: después de dos años de caos y oscuridad por una inaudita pandemia global, el verano del 2022 prometía ser la fecha donde las cosas empezarían a volver a la normalidad, pero ahora se dan cuenta de que todavía hay muchas nubes en el horizonte.
¿Qué hacer si compré mi entrada y el concierto se aplaza o cancela?
Con la nueva variante del coronavirus causando estragos, es posible que los consumidores piensen más de una vez antes de adquirir una entrada a un espectáculo que podría no darse.
En caso que el concierto se suspenda o postergue, las entradas adquiridas deberán servir para la siguiente fecha, la cual sería informada por el organizador del concierto.
En el caso de que el espectáculo sea cancelado, la situación se vuelve más complicada, ya que los organizadores de los eventos quedan eximidos de compensar al consumidor si la cancelación responde a un caso fortuito, fuerza mayor o hecho determinante de un tercero del cual no pudieron tomarse medidas de diligencia.
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Al inicio de la pandemia, cuando se cancelaron varios espectáculos debido a las restricciones del aforo, especialistas señalaron que estas circunstancias podían ser consideradas como casos de fuerza mayor, quitándole la obligación a los organizadores de los eventos. Pese a esto, lo más común fue la devolución del dinero, como fue el caso cuando Teleticket procedió - en coordinación con los organizadores de los eventos- a restituir los costos de los tickets a 53 eventos cancelados a inicios del 2020.
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