No se puede explicar el dolor. Y no hay una sola forma de mostrarlo. Cuando se trata de una figura del tamaño de Liam Payne, todavía más: el dolor no conoce nacionalidad ni pasaporte. La trágica muerte de Liam Payne, exintegrante de la banda británica One Direction, ha dejado a sus fanáticos alrededor del mundo en un estado de shock y profundo dolor. Payne, de 31 años, falleció este miércoles 16 de octubre tras caer desde el tercer piso del hotel Casa Sur, en el barrio de Palermo, Buenos Aires. El incidente ocurrió a las 17:04, según reportes policiales, y fue confirmado por el Servicio de Atención Médica de Emergencias (SAME) de Argentina. Los equipos de emergencia que llegaron al lugar tras el llamado al 911 constataron que Payne sufrió lesiones “incompatibles con la vida” debido a la caída de 13 metros.
La noticia ha sacudido profundamente a la comunidad de fanáticos de One Direction, conocidos como “directioners”, quienes crecieron siguiendo de cerca a la banda y sus integrantes, especialmente durante la década de 2010. Desde su creación en el programa “The X Factor” en 2010, One Direction se convirtió en un fenómeno global, y Liam Payne destacó como uno de los miembros más populares de la agrupación.
La tristeza de una comunidad global
Los fans de Liam Payne han llenado las redes sociales de mensajes de tristeza y desconcierto. El club de fans oficial “Liam Payne Perú” expresó en Twitter el sentimiento generalizado de dolor y el deseo de tomarse un tiempo antes de hablar sobre la carrera del cantante. El Comercio tuvo un breve contacto ellos: “En cualquier otro momento hubiésemos amado hablar de la carrera de Liam, pero es difícil ahora”, respondieron en respuesta a este diario.
Antes, Liam Payne Perú -que así se llama el club de fans- había posteado: “Todo lo que está pasando cae en la consciencia de cada persona que dejaba un mensaje de odio y bullying contra él”.
Para muchas de estas jóvenes, Liam no era solo un cantante; representaba una etapa de sus vidas marcada por la música, los conciertos y el apoyo incondicional a la banda que definió sus años de adolescencia. Hoy, enfrentan la dura realidad de la muerte de uno de sus ídolos. Las reacciones han ido desde mensajes de incredulidad hasta tributos llenos de nostalgia y cariño, recordando los momentos que Liam compartió con sus fans.
Horas después del suceso, “Liam Payne Perú” contactó a El Comercio para clarificar su sentir: “Él siempre quiso mejorar, salir adelante pero cada oportunidad que tenía, el internet lo destrozaba. Lo criticaban por todo lo que hacía. Nosotras fans sabemos todo lo que pasó y cuánto lo defendíamos del odio innecesario que recibía. Si estaba gordo o flaco, si su música era diferente, si hablaba de One Direction, era porque quería atención, si se operó o no. Todo ese bullying que recibió por años lo llevó a este estado donde él ya no era el mismo. Las personas merecen una oportunidad para mejorar, él necesitaba ayuda pero todo lo que hacían era criticarlo”.
Los desafíos de Liam Payne
Aunque One Direction se despidió de los escenarios en 2016, la carrera de Liam Payne como solista fue prometedora al principio, con éxitos como “Strip That Down” y “For You”, una colaboración con Rita Ora. Sin embargo, a pesar de los logros iniciales, Payne enfrentó dificultades para sostener su popularidad en comparación con otros exmiembros del grupo, especialmente Harry Styles, quien ha alcanzado un éxito monumental como solista.
El crítico musical Raúl Cachay señaló en una reflexión enviada a este medio que “la muerte de Payne no deja de ser impactante por la forma sorpresiva, el lugar y las circunstancias en las que se ha dado”. Cachay menciona cómo, a pesar de ser uno de los más populares de One Direction, Payne terminó eclipsado por la carrera de Styles, algo que no es inusual en ídolos adolescentes que, tras el pico de su fama, deben enfrentar el peso de la irrelevancia y las presiones personales que esto conlleva.
“Cuando pasa el momento de fama y fortuna, muchos ídolos adolescentes deben cargar sobre sus hombros el peso de caer progresivamente en la irrelevancia, lo que suele provocar conductas autodestructivas y condenables, como parece ser el caso de Payne, quien tras el final de One Direction nunca pudo gestionar una carrera solista exitosa”, comenta el crítico. El impacto de esta situación en la vida personal de Payne ha sido evidente en los últimos años, con varios episodios públicos de lucha con su salud mental, adicciones y su relación intermitente con los medios de comunicación.
Incluso, Payne reveló durante una aparición en el podcast Diary of a CEO, en 2021, que durante los “caóticos años en One Direction” luchó contra la depresión y el trastorno por consumo de sustancias, llegando a tocar fondo y experimentar pensamientos suicidas.