Hubo un tiempo en el Perú –entre los años 60 y 80 aproximadamente– en el cual tuvimos una potente industria fonográfica. Allí estaban El Virrey, Iempsa, Sono Radio, Infopesa o MAG editando y publicando música en formato vinilo con gran frecuencia y calidad. Era tanta la producción, que muchas de estas disqueras tenían músicos de sesión a tiempo completo, listos para volcar su talento en las grabaciones que fueran necesarias.