En la cabina de sonido del estudio de Infopesa, en Jesús María, una máquina digitaliza cintas grabadas hace 30 o 40 años. Al lado, una Mac contrasta con los decks que se usaban para poner efectos a las voces de bandas como Los Pasteles Verdes o Los Pakines, o intérpretes como Iván Cruz. Juan Ricardo Maraví, el joven director de la histórica disquera –hijo del fundador Alberto Maraví–, nos cuenta que también ha recuperado micrófonos de la época, los cuales planea usar en nuevas grabaciones. "La gente añora el sonido analógico, cálido –comenta con el entusiasmo propio de su edad–. Queremos darle un toque de eso a nuestras grabaciones".
Juan Ricardo es el responsable del relanzamiento de Infopesa y el gestor de ediciones físicas de lujo de agrupaciones como Los Mirlos, Juaneco y su Combo, entre otros, con llamativos diseños y su respectivo lanzamiento digital. Infopesa parece ser una suerte de universo paralelo, uno en el cual el disco no está muriendo. Al contrario, está más vivo que nunca.
—¿No es suicida dedicarse de lleno a una disquera en tiempos de auge de la música digital?
Nunca lo pensé así. Infopesa no había editado nada en CD desde finales de los ochenta. La fortaleza de Infopesa es que tiene un montón de música que son clásicos peruanos, que nunca van a dejar de sonar. El Perú todavía está pegado al disco físico, todavía tiene desconfianza en bajarse música. El adulto mayor es gran parte de nuestro público, pero también consideramos a los jóvenes, por eso digitalizamos nuestro catálogo. Todo eso nos llevó a pensar que editar discos no es un suicidio, sino una especie de rescate cultural. Así cuando en el Perú se deje de consumir lo físico, estaremos preparados porque tendremos todo en digital.
—Desde hace algunos años lanzan varias reediciones por año. ¿Qué tan grande es el catálogo de Infopesa? ¿No están agotando sus balas muy rápido?
No estamos agotando nuestras balas. Es que ya queremos terminar una etapa y sacar todo lo que tenemos de la mejor manera posible. A veces me pongo el límite de sacar una determinada cantidad de reediciones más y ya, pero luego descubro algo que sí o sí tengo que sacar. Es un vicio. Pero el próximo año haremos un alto para sacar lo nuevo.
—Hablemos de lo nuevo. Quizás la característica más importante de tu padre, Alberto Maraví, era su impulso por viajar y descubrir nuevas agrupaciones. ¿Estás buscando hacer lo mismo ahora?
Tengo planeado hacer una especie de compilación con diferentes bandas de rock y pop peruano. Muchos relacionan a Infopesa con la cumbia, pero también impulsó a Los Pasteles Verdes, el grupo de rock pop más conocido de la época. En la nueva era de Infopesa no queremos enfocarnos en un solo estilo, sino darle oportunidad a diferentes artistas.
—A raíz del cierre de Infopesa en la época del terrorismo se tejieron diversas leyendas urbanas. ¿Cuáles son las que más recuerdas?
Hay muchos mitos. Siempre me preguntan si es verdad que mi padre quemó todas las cintas másters de las grabaciones, o si fue verdad que una vez se volvió loco y cerró la fábrica. Se dice también que fugó del país y que estuvo deprimido por mucho tiempo... Nada de eso ha pasado.
—¿Por qué Infopesa estuvo tanto tiempo inactiva?
La razón es lógica. Cerró la fábrica porque había inestabilidad económica en tiempos del terrorismo. Mi papá estuvo bastante de viaje, tenía el plan de escribir un libro. Lo dejó ahí porque tiene otros negocios. Necesitaba motivación. Él tiene 84 años y ahora ambos trabajamos juntos.
—¿Fue esa la clave? ¿Si tú no tomabas las riendas de Infopesa, nadie hubiera continuado?
Así es. Él necesitaba el impulso para sacar adelante nuevamente todo esto. Yo siempre estuve pegado a la música y decidí tomar las riendas.