Irene Eyzaguirre y Yaremís Rebaza son dos de las integrantes del elenco. (Foto: HUGO PÉREZ)
Irene Eyzaguirre y Yaremís Rebaza son dos de las integrantes del elenco. (Foto: HUGO PÉREZ)
/ Hugo Perez
Juan Diego Rodriguez Bazalar

El peor regalo que Ernesto le pudo haber dado a Julia es la capacidad de soñar una vida mejor. No es que antes ella la hubiera estado pasando bien. Todo lo contrario: su vida como prostituta en un lugar de mala muerte perdido en la selva peruana podría ser catalogada como infernal. Pero, mal que bien, tenía algún control sobre sus acciones y sabía lo que iba a suceder.

La mala fortuna llegó disfrazada de amor. Ernesto fue el único que la trató como ser humano, que le habló y la escuchó. Allí nació la empatía y las ganas de conocer Lima. La empresa, sin embargo, era infértil. ¿Pudieron los protagonistas de “Este lugar no existe” haber hecho algo para lograr su objetivo o estaban condenados al fracaso?

“Más que verlos como condenados o no, mi intención fue no romantizar su situación, la pobreza; algo que suele hacer la televisión con las novelas, dando a entender que si uno se esfuerza y lucha va a salir adelante –cuenta Alejandra Vieira, autora de la obra–. Ese es el cuento que nos venden cuando, en realidad, las brechas hacen que eso solo sea posible para algunos pocos. Pero no es que la obra termine mal: finalmente, ellos se dan cuenta de que lo que creían que era mejor, no lo era”.

VÍCTIMAS CON ROSTRO

“Este lugar no existe” se encuentra en su segunda temporada. Lejos de la sala Tovar (donde se montó hace unos meses), ahora han tomado el auditorio del MALI y allí se preparan para debutar en el Festival de Artes Escénicas de Lima, en marzo del próximo año. Camino obvio para la pieza que ganó el Concurso Nacional de Nueva Dramaturgia Peruana 2017 del Ministerio de Cultura.

“Creo que lo principal que quería resaltar con esta obra es la humanidad de los personajes –agrega Vieira–. Cuando hablamos de minería ilegal [oficio de Ernesto] y de trata de personas, solemos ver solo las cifras, lo que hace que se pierda la identidad de estos seres humanos que son iguales a nosotros. Lo que estamos haciendo aquí es presentarlos como humanos que tienen sueños, miedos, planes, deseos”.

MÁS INFORMACIÓN

Lugar: auditorio del MALI. Dirección: Paseo Colón 125, Cercado de Lima. Temporada: hasta el 15 de diciembre. De viernes a sábado, 8 p.m.; domingos, 7 p.m. Entradas: Joinnus y boletería.

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