El incendio en la galería Nicolini en Las Malvinas, Perú, nos mostró sin filtros las pésimas condiciones en las que muchos peruanos aceptan “trabajar”: encerrados, aislados, sin contar con las mínimas normas de seguridad y, muchas veces, arriesgando sus propias vidas por un sueldo que no llega ni al salario mínimo. Son estas razones por la que es fácil tildar estas condiciones laborales de esclavitud.
Esta situación no es ajena para muchos países. La esclavitud es un tema recurrente sobre todo en las naciones en vías de desarrollo, donde la falta de supervisión estatal hace imposible que se verifique si se están cumpliendo los derechos laborales y los lineamientos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Según datos de la OIT, casi 21 millones de personas son víctimas del trabajo forzoso: 11,4 millones de mujeres y niñas, y 9,5 millones de hombres y niños.
Estas cifras se vuelven aún más preocupantes si las comparamos con las que arroja el Índice Global de Esclavitud 2016, cuya estimación es de alrededor de 45,8 millones de personas sometidas a alguna forma de esclavitud moderna en el mundo.
El Índice Global de Esclavitud 2016 define la esclavitud como la posesión o control de una persona, habitualmente mediante violencia, extorsión o engaño, para negarle la libertad y explotarla para conseguir dinero o sexo.
A continuación una lista de cinco países con el mayor índice de esclavitud laboral en el mundo:
1) — India —
Con una población que ronda los 1.311 millones de personas, la India tiene el mayor índice de esclavitud en el mundo con más de 18 millones bajo estas condiciones.
En este país, a pesar de que la esclavitud de todas las formas está penada desde hace décadas, aún se observa el trabajo de servidumbre donde prima el trabajo en el campo y la manufactura. Muchos son obligados a ser víctimas de esta práctica por las deudas que adquieren y están obligados a pagar de esta manera.
Las víctimas de este tipo de esclavitud suelen trabajar en condiciones laborales insalubres y peligrosas sin tener ningún acceso a servicios de salud básicas, muchos de ellos son propensos a la violencia física diaria y sin capacidad de huir ya que a su vez amenazan de muerte a la familia del deudor. Asimismo están excluidos de las leyes laborales y pueden experimentar exceso de horas extraordinarias, retención de salarios o recibir una remuneración insuficiente.
Negarse a trabajar en esas condiciones empeora la situación ya que puede degenerar en la tortura, al esclavo o a la familia, o el encierro.
2) — China —
Este país asiático se alza como el más poblado del planeta con 1,371 millones de personas y se estima que más de 3 millones son esclavos.
Es la migración interna de los chinos de zonas rurales a zonas urbanas la que crea oportunidades para los “esclavistas”. Los trabajadores migrantes son obligados a labores lamentables y, prácticamente, negándoles el acceso a los servicios sociales básicos.
Asimismo, es común la venta de esclavos para trabajos forzosos.
Usualmente secuestran y venden a personas lisiadas o con alguna discapacidad para que sirvan de esclavos en las fábricas en las que se quedan con un solo fin, seguir trabajando sin poder escapar y en el más completo abandono.
En 2011, un periodista se hizo pasar por una persona con discapacidad y se expuso en un lugar conocido por la trata de esclavos. Después de dos días, fue secuestrado y vendido como esclavo a un horno de ladrillos, donde trabajó en condiciones infrahumanas.
El Gobierno chino ha demostrado su compromiso de abordar la cuestión de la esclavitud y ha emitido el Plan de Acción Nacional de Lucha contra la Trata de Personas (plan de acción) 2013-2020.
3)— Pakistán —
Este país tiene una población que ronda los 200 millones de personas de los cuales más de 2 millones son esclavos. Los trabajos forzados, sin remuneración o bajo un estilo feudal están llenos, en su mayoría, de niños abandonados en fábricas donde se les agrede, los hacen ayunar por días y se les priva de hacer otra cosa que no sea producir.
Asimismo, en las zonas rurales, trabajadores analfabetos y desesperados son engañados para que acepten pequeños préstamos a cambio de trabajar en fábricas de ladrillos y condenados a estar expuestos a grandes hornos durante un tiempo, sin medidas de seguridad y arriesgando sus vidas.
4) — Bangladesh —
Este país está conformado por 161 millones de personas de los cuales un poco más de un millón y medio se encuentra en calidad de esclavos en sus trabajos.
En Bangladesh, el trabajo forzado es particularmente frecuente en el trabajo manual (24%), la construcción (22%), la producción de drogas (13%) y la agricultura (11%).
La pobreza, la inestabilidad social y el conflicto generalizado son algunos de los muchos factores que contribuyen al riesgo de la esclavitud laboral en Bangladesh.
5) — Uzbekistán —
Uzbekistan es conformada por 31 millones de personas de las cuales poco más de un millón son víctimas de la esclavitud laboral, sobre todo los niños que ocupan un papel primordial.
El Gobierno comunista de Uzbekistán obliga a los escolares a trabajar en los campos de algodón entre setiembre y noviembre; mientras tanto, los adultos son sometidos y obligados a trabajar en manufactura a cambio de alimentos.
Uzbekistán es el sexto mayor productor del mundo de algodón. Tras el seguimiento de las organizaciones internacionales, el Gobierno ha comenzado a tomar medidas para mejorar la situación. Sin embargo, los informes de la estimación de la cosecha señalan que más de un millón de personas se vieron obligadas a trabajar en condiciones precarias, bajo amenazas y agresiones físicas.