Antes de que el presidente Jovenel Moise fuera asesinado a tiros en su residencia la madrugada del miércoles último, Haití ya estaba sumido en una espiral de caos y anarquía. Las noticias que llegaban de la nación más pobre de América daban cuenta de una severa crisis política, socioeconómica y de seguridad que amenazaba con terminar de hacer estallar al maltrecho país.
“Aunque hay una calma aparente entre la gente, lo que ha pasado con Moise va a exasperar aún más el caos en el país. Lo que ha ocurrido no es sorprendente porque Haití estaba en una situación de anarquía desde hace prácticamente dos años”, dice a El Comercio Joseph Harold Pierre, economista y politólogo haitiano experto en América Latina y el Caribe.
MIRA: Todo lo que se sabe sobre la “operación de película” para matar al presidente de Haití, Jovenel Moise
El magnicidio es el último de una lista de problemas que este país de 11 millones de habitantes ya soportaba:
1. Un oscuro asesinato que profundiza el vacío de poder
La muerte de Moise –el primer presidente haitiano ultimado en más de un siglo– deja al país ante un terrible vacío de poder, en medio de directrices poco claras sobre el mecanismo de sucesión.
El historiador haitiano Darlens Eliassaint señala que los debates se acentuarán sobre quién tomará el lugar de Moise. “El presidente dejó un primer ministro dimitido a su muerte y otro nombrado el 5 de julio, pero que no asumió el cargo. El país está ante una gran incertidumbre”, dice a El Comercio.
Efectivamente, Claude Joseph y Ariel Henry –que son los dos aludidos– luchan por asumir el mando. El Senado haitiano, solo con un tercio de sus miembros en activo, designó el viernes a su jefe, Joseph Lambert, como presidente de Haití, en un claro desafío al primer ministro interino, Claude Joseph.
El propio Moise estaba en el poder con gran parte de la sociedad en su contra –el rechazo se expresaba en las protestas que han desestabilizado el país en varios periodos desde el 2018– y era llamado dictador por la oposición.
“Moise era totalmente ilegítimo y también tenía una legalidad confusa porque no se sabía si su mandato había terminado el 7 de febrero de este año o el próximo 7 de febrero. Las instancias que tienen autoridad para dirimir sobre el asunto eran el Tribunal Constitucional y una administración electoral permanente, pero ninguna ha existido en el país. Había una legalidad confusa, pero una ilegitimidad total en su presidencia”, dice Pierre.
Considera, además que el presidente era muy terco y no tenia inteligencia política, pues entraba en conflicto con casi todos los sectores. “Tenía unos proyectos imposibles, como el referéndum y la celebración de las próximas elecciones, que yo siempre consideré inviables. Yo creo que todo esto hizo que la situación de Haití y las enemistades hacia el presidente se hayan fortalecido. También hay que entender que en Haití la política significa corrupción y crimen porque hay un vacío total de liderazgo”, apunta.
2. Sin elecciones, ni instituciones democráticas
Moise llevaba más de un año gobernando por decreto, luego de que las elecciones legislativas previstas para el 2018 se retrasaran. Ello, además de la ausencia de instituciones reales y sólidas, llevó a que la oposición acusara al mandatario de buscar perpetuarse en el poder.
“Antes del asesinato del presidente no había Poder Judicial, ni Poder Legislativo [el Parlamento está prácticamente inoperativo desde enero del 2020 por el aplazamiento de las elecciones del 2019] y ahora tampoco hay Poder Ejecutivo, por lo tanto, hay un caos y vacío total de poder”, dice Pierre.
Los problemas de legitimidad que tienen quienes buscan asumir inmediatamente el mando del país se derivan del hecho que el Parlamento está prácticamente inoperativo desde enero del 2020 a causa del aplazamiento de las elecciones del 2019. De hecho, el Parlamento no pudo ratificar el nombramiento de ninguno de los primeros ministros y no tiene facultades legales para aprobar la resolución que declara presidente a Lambert.
Deborah Jenson, catedrática de la Universidad Duke y experta en Haití, no cree que Haití esté preparado para unas elecciones inminentes con una participación pública razonable. “Pero obviamente las elecciones deberían programarse y construirse cuidadosamente a nivel logístico tan pronto como haya pasado un periodo de transición definido y hayan surgido candidatos”, dice este Diario.
“La falta de atención o el debilitamiento real de las instituciones de gobierno por parte del presidente Moïse hace, desafortunadamente, que las consecuencias de su asesinato sean aún más nefastas”, agrega.
3. Alto nivel de pobreza que aumentó con la pandemia
El país más golpeado por la pobreza en el continente tiene al 46% de su población en situación de inseguridad alimentaria. Y los datos económicos son igual de lamentables. La inflación está por las nubes, los alimentos y combustibles escasean, mientras que el 60% de los trabajadores haitianos gana menos de dos dólares diarios.
Su PBI se contrajo alrededor de un 3,8% en el 2020, debido a que la pandemia afectó aún más su economía. Las ayudas externas componen más de un tercio del presupuesto del Gobierno.
“Las catástrofes mundiales de la pandemia, y del cambio climático, han creado serios desafíos para todas las sociedades. Los próximos diez Los próximos diez años serán cruciales para ver si los nuevos dirigentes de Haití pueden volver del borde de la disfunción total”, considera Jensen.
4. Crecen la violencia y el terror de las pandillas
Junto con la crisis política y la pobreza creció la inseguridad, que se ha agravado desde inicios de junio por luchas territoriales entre pandillas armadas que se disputan el control de los barrios más pobres de Puerto Príncipe, la capital.
Según el Centro de Análisis e Investigación en Derechos Humanos (Cardh), más de 150 personas fueron asesinadas y otras 200 secuestradas solo en junio en la zona metropolitana. La violencia ha dejado también miles de desplazados desde entonces.
Por ello, Pierre considera que el peor escenario para el país ahora “es que las bandas criminales, las de afuera y las de Haití, lleguen a controlar totalmente el país porque ya tienen más fuerza que la policía”.
5. Letales desastres naturales y el terremoto del 2010
Como si todo lo descrito fuera poco, Haití vive acosada por los desastres naturales. De hecho, el país sigue intentando recuperarse de la devastación que dejó el terremoto de enero del 2010, que causó la muerte de aproximadamente 300.000 personas y desplazó internamente a cerca de 1,5 millones. Tampoco ha podido subsanar los estragos causados por el huracán Matthew en octubre del 2016.
Jensen afirma que aunque todas las naciones conocen el desastre, “Haití ha tenido más que su cuota de momentos gloriosos y desastrosos. Pero el terremoto del 2010 fue una catástrofe de proporciones extraordinarias, y no me sorprende que le hayan seguido desafíos a largo plazo”.
“El trauma no determina el futuro, pero es una carga pesada, y requiere medidas serias para reconstruir la continuidad, la estabilidad y la serenidad”, señala.
ENTREVISTA
“La historia de Haití es de repetidas crisis”
Darlens Eliassaint
Historiador haitiano
—Terremotos, crisis políticas, crimen, ahora un magnicidio. ¿Es Haití una nación en permanente desastre?
Haití vive momentos muy dolorosos desde su independencia. Su historia se caracteriza por repetidas crisis políticas. A pesar de la caída de la dictadura de Duvalier en 1986, el país aún lucha por encontrar la estabilidad política y la situación socioeconómica sigue siendo muy precaria. Los últimos meses se han caracterizado por el mal funcionamiento del Parlamento, la inseguridad y la inflación. El desastre es casi permanente en el país.
—¿Cómo se percibía la figura de Jovenel Moise en Haití?
La oposición política y algunas organizaciones de la sociedad civil haitiana han denunciado repetidamente la mayoría de los decretos presidenciales que consideraban arbitrarios e ilegales. Muy a menudo se ha calificado al presidente de dictador, lo que él había rebatido a menudo.
—¿Cómo salir de la crisis?
Es necesario un acuerdo político entre los principales actores políticos, líderes de la sociedad civil y quienes deberán gestionar la nueva transición política. Haití debe intentar salir de este caos y buscar un nuevo comienzo democrático.
_____________
TE PUEDE INTERESAR
- Qué se sabe de las posibles causas del derrumbe de un edificio de departamentos en Miami
- Trágico derrumbe: viajaron a Miami a vacunarse contra el coronavirus y ahora están desaparecidos
- Al menos 18 muertos deja enfrentamiento entre cárteles en norte de México
- En gráficos: cómo se derrumbó el edificio de Miami en tan solo 12 segundos
- Informe de inteligencia de EE.UU. reitera que no hay pruebas de la existencia de extraterrestres
- Gratificación por Fiestas Patrias: fecha de pago y quiénes son beneficiarios