El canciller alemán, Olaf Scholz, inició este domingo su primera visita a Chile recorriendo junto al presidente Gabriel Boric el Museo de la Memoria y los Derechos Humanos, ubicado en Santiago y dedicado a conmemorar a las víctimas de la dictadura militar (1973-1990).
Boric y Scholz, que aterrizó en Chile procedente de Argentina y mañana partirá rumbo a Brasil, se trasladarán luego al palacio presencial de La Moneda para sostener una reunión bilateral y ofrecer una declaración conjunta cerca de las 19.30 hora local (23.30 GMT).
Mira: Por qué el envío de tanques a Ucrania es un punto de inflexión para Alemania (y cuáles son sus temores)
El gobernante chileno le enseñará también al canciller alemán el llamado Salón Blanco, donde hace casi 50 años el presidente socialista Salvador Allende se quitó la vida el 11 de septiembre de 1973 para evitar rendirse a los golpistas liderados por Augusto Pinochet.
Se trata del segundo encuentro que sostienen ambos mandatarios, que ya se reunieron el pasado septiembre en Nueva York en el marco de la 77° Asamblea General de la ONU.
Chile y Latinoamérica no han sido una prioridad de la política exterior alemana de los últimos años, pero Scholz -en el cargo desde diciembre de 2021- busca profundizar los lazos políticos y económicos con la región en momentos en que Alemania está sufriendo el impacto de la guerra en Ucrania.
Desde la caída del muro de Berlín, solo ha habido tres visitas de cancilleres alemanes a Chile: Helmut Kohl (1991), Angela Merkel (2013) y ahora el socialdemócrata Scholz, que gobierna junto a verdes y liberales.
COLONIA DIGNIDAD, EN EL FOCO
Aunque la transición energética y la crisis climática ocuparán parte de la reunión, fuentes de la Cancillería alemana informaron a EFE en Berlín que Scholz abordará también el caso de Colonia Dignidad, un enclave alemán fundado en 1961 por el suboficial nazi Paul Schaefer y que operó como centro de detención clandestino durante el régimen de Pinochet.
En Colonia Dignidad, ubicado casi 400 kilómetros al sur de Santiago, Schaefer sometió a trabajos forzados, castigos, manipulación mental y, en algunos casos, abuso sexual a más de 300 personas, muchas de las cuales le siguieron a Chile desde Alemania.
El asentamiento sirvió además de centro de torturas de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA), la Policía secreta de Pinochet, y se estima que más de cien opositores al régimen fueron asesinados en el recinto.
Organizaciones de derechos humanos acusan tanto a la justicia chilena como alemana de no perseguir de manera suficiente los crímenes de cometidos en Colonia Dignidad, hoy rebautizada como Villa Baviera.
VIDEO RECOMENDADO
TE PUEDE INTERESAR
- Scholz inicia su visita a Chile recorriendo con Boric el Museo de la Memoria
- La brutal muerte de Tyre Nichols recuerda una lamentable lista de víctimas de abuso policial de EE.UU.
- Turista polaco sube al Castillo de Chichén Itzá en México y lo “castigan”
- Profesores adoptan a estudiante que superó serios problemas de salud: “Nuestra familia está completa”
- Tregua entre asesinatos: la paz total aún es una utopía para Colombia
Contenido sugerido
Contenido GEC