Tras una victoria aplastante que lo llevó al poder en 2019, Boris Johnson estuvo al frente del gobierno británico durante tres años. Su popularidad como el héroe que logró el Brexit decayó poco a poco gracias a una sumatoria de escándalos, tales como las fiestas clandestinas en plena pandemia y las acusaciones de conductas sexuales inapropiadas dentro de su partido, que terminaron por arruinar su reputación al punto de presentar su renuncia a Downing Street en la mañana del jueves.
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Durante su gestión, reiteradas veces se ganó la atención de la gente por sus controvertidas actitudes que se viralizaron en las redes sociales. A continuación, los momentos más desconcertantes y virales de Boris Johnson:
El mundo de Peppa Pig
Durante una reunión con líderes empresariales en el marco de la Confederación de la Industria Británica en noviembre del año pasado, el premier británico perdió brevemente el hilo de su discurso mientras hablaba sobre inversiones en tecnologías ecológicas. Para salir del apuro, no tuvo mejor idea que recordar su reciente visita a un parque temático de la famosa caricatura infantil Peppa Pig.
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“Ayer fui, como todos debemos, a Peppa Pig World. Me encantó”, contó Johnson mientras revisaba sus notas para continuar con su discurso empresarial. “Peppa Pig World es mi tipo de lugar: tiene calles muy seguras y disciplina en las escuelas”.
“Me sorprende que no hayan estado allí”, confesó el mandatario, ante la sorpresa de los empresarios. “¿Quién hubiera creído que un cerdo que parece un secador de pelo o posiblemente un secador de pelo tipo Picasso, un cerdo que fue rechazado por la BBC, se exportaría ahora a 180 países con parques temáticos tanto en Estados Unidos como en China?”.
Apasionado por el deporte: topetazo a un niño
Varias imágenes difundidas en las redes sociales evidencian que Johnson no es ajeno al mundo de los deportes. Y sobre todo, que al momento de practicar un deporte, se toma las cosas en serio.
Protagonizó diversos episodios, como uno en el que encestó en una canasta de básquetbol a orillas del Támesis de espaldas, sin mirar, y celebró eufóricamente sacudiendo sus brazos en el aire. En otro, se lo ve en una competencia de cinchada vestido de traje, compenetrado con su equipo y tirando con todas sus fuerzas para vencer al adversario, aunque finalmente termina desplomado en el piso.
Uno de los momentos más recordados y bizarros de Johnson en un evento deportivo ocurrió en 2015. En un encuentro de Rugby en un pequeño campo de césped en Tokio, el premier inglés derribó con un brusco topetazo a un niño japonés de 10 años mientras corría por anotar un try.
Toki Sekiguchi, estudiante de primaria, cayó duramente contra el suelo y sufrió algunos dolores después del golpe, según comentaron las personas presentes en aquel entonces. En las imágenes, puede verse como el pequeño se levanta y se toma la espalada, adolorido, aunque esto no le impidió continuar jugando el partido amistoso.
Lucha contra un paraguas
En julio del año pasado, Johnson fue el hazme reír durante un compromiso oficial por la inauguración de un monumento a policías fallecidos en un acto de servicio, al que asistió con miembros de la Corona británica, entre ellos el príncipe Carlos.
Sentado junto al heredero al trono, el premier protagonizó un incidente que dejó a todos los que lo rodeaban riéndose a carcajadas. Cuando una llovizna interrumpió la jornada, los presentes procedieron a abrir sus paraguas, a excepción de Johnson, a quien se le daba vuelta por los fuertes vientos.
Las imágenes del mandatario luchando por arreglar su paraguas negro se apoderaron de las redes sociales y los internautas no tardaron en convertirlo en un meme.
“La mayor tarea a la que se enfrenta Boris Johnson hoy en día: aprender a utilizar eficazmente un paraguas”, bromeó el corresponsal de la realeza Charlie Proctor en su cuenta de Twitter.
Provocación a Putin
Durante un almuerzo junto a los líderes del G7 en el marco de la cumbre de tres días que se llevó a cabo en Schloss Elmau, Alemania, Johnson bromeó preguntando a sus pares si debían quitarse la camisa para “demostrar que son más duros que Putin”, una burla que hace referencia a los paseos a caballo sin camiseta que realiza el mandatario ruso.
Su comentario llegó a oídos del líder del Kremlin, quien respondió en una conferencia de prensa en Turkmenistán para la Cumbre del Caspio diciendo que si los líderes europeos se “desnudaran hasta la cintura o por debajo de la cintura” sería “un espectáculo repugnante”.
Tras la broma, Putin indicó que conoce “personalmente” a todos los mandatarios miembros del G7 y que no están atravesando “por el mejor momento de nuestras relaciones, esto es comprensible”.
Consultado al respecto de otra inoportuna expresión de su homólogo británico, quien señaló que Putin no habría invadido Ucrania si fuera mujer”, el líder ruso recordó “los acontecimientos de la historia reciente en este sentido, cuando Margaret Thatcher decidió iniciar operaciones militares contra Argentina por las Islas Malvinas”.
Aplauso involuntario
Durante una visita al Museo Nacional del Prado en Madrid para la cumbre de la OTAN la semana pasada, todos los dirigentes de la Alianza Atlántica se tomaron una fotografía grupal en el emblemático sitio de la capital española.
Un video capturó el momento absurdo en el que Johnson levantó sus pulgares y juntó sus manos dando una palmada tras las foto, como una forma de expresar aprobación. Esto desencadenó en un hecho inesperado: sus movimientos provocaron un aplauso generalizado entre el resto de los líderes, que comenzaron a aplaudir al unísono sin razón.
La toma de Erdogan
En otro episodio que tuvo lugar en las reuniones de la cumbre de la OTAN en España, un video capturó el momento en el que el líder turco, Recep Tayyip Erdogan, llega al recinto y se aproxima al premier británico para saludarlo de una forma particular que se volvió viral.
En las imágenes se observa como Erdogan, con un rostro serio, aparece detrás de Johnson y lo sorprende al darle un apretón inesperado en el hombro izquierdo, que llevó al británico a levantarse sobresaltado de su silla e intentar zafarse inútilmente del estrujón.
“Mi distinguido amigo. ¿Cómo estás?”, puede oírse en la grabación decir a Johnson a su par turco, mientras responde al saludo con unas palmadas amistosas en la espalada de Erdogan. Luego, se ve como Johnson, incómodo, guarda ambas manos en los bolsillos de su saco.