Bomberos y policías trabajan en un sitio donde una explosión creó un cráter en la calle después de un ataque ruso en Dnipro, Ucrania, el lunes 10 de octubre de 2022. (Foto AP/Leo Correa, Archivo)
Bomberos y policías trabajan en un sitio donde una explosión creó un cráter en la calle después de un ataque ruso en Dnipro, Ucrania, el lunes 10 de octubre de 2022. (Foto AP/Leo Correa, Archivo)
/ Leo Correa
Agencia AP

Los misiles rusos que cayeron el lunes sobre ciudades de , sembrando miedo y destrucción en áreas que habían vivido meses de relativa calma, representaron una fuerte escalada en la guerra de Moscú contra su vecino.

Pero los analistas militares dicen que no está nada claro si los ataques marcan un punto de inflexión en una guerra que ha matado a miles de ucranianos y ha hecho que millones huyan de sus hogares.

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El presidente ruso, Vladimir Putin, dijo que los ataques fueron una represalia por una explosión del sábado que dañó un puente que une Rusia con Crimea, la península ucraniana anexada por Moscú en 2014. 

Putin calificó el ataque del puente de Kerch como un “acto de terrorismo” y prometió que habría respuestas “duras” a cualquier otro ataque que amenace la seguridad de Rusia.

Putin afirmó que los ataques eran una retaliación contra Ucrania.
Putin afirmó que los ataques eran una retaliación contra Ucrania.

Simon Smith, exembajador británico en Ucrania, dijo que el líder ruso estaba tratando de enviar “un mensaje de ‘todavía no han visto nada’” a Ucrania.

Smith dijo que la lluvia de misiles rusos en áreas civiles fue “intimidación psicológica y física”, pero también “un acto de desesperación” de un líder ruso cuyas tropas están perdiendo territorio en partes del este de Ucrania que Moscú ya ha anexado.

“Esto es en gran medida Putin a la defensiva”, dijo Smith, quien dirige el Foro de Ucrania en el grupo de expertos Chatham House. “Está a la defensiva”, remarcó.

El Ministerio de Defensa de Rusia dijo que había apuntado a “instalaciones de comunicaciones y comando militar e infraestructura energética”, pero Ucrania acusó a Moscú de atacar indiscriminadamente áreas civiles. Las autoridades ucranianas dijeron que Rusia disparó 84 misiles contra 10 ciudades, de los cuales 56 fueron neutralizados por las defensas aéreas. Al menos una docena de personas murieron y más de 60 resultaron heridas en los ataques con misiles, dijeron las autoridades.

“Rusia está tratando de abrumar las defensas aéreas de Ucrania”, dijo a la BBC Justin Crump, director ejecutivo de la consultora de seguridad Sibylline. “Eso es algo que han intentado durante todo el conflicto, pero nunca a esta escala”.

Crump dijo que Ucrania probablemente buscará más misiles tierra-aire de los aliados occidentales para fortalecer sus defensas aéreas, como hizo el presidente de Ucrania, Volodimir Zelensky, este martes en una aparición remota en la cumbre del G-7.

Michael Clarke, profesor invitado de estudios de guerra en el King’s College de Londres, dijo que los ataques del lunes, aunque brutales, probablemente no representen un punto de inflexión en la guerra, “porque, en cierto modo, los rusos ya están haciendo lo peor”.

Los ucranianos están encontrando fosas comunes y pruebas de tortura, y están investigando crímenes de guerra, en ciudades y pueblos recuperados después de meses de ocupación rusa.

“Al aumentar lo peor, todo lo que hacen es traer más miseria civil a Ucrania, lo que endurecerá la determinación [de los ucranianos]”, dijo Clarke. “Y todavía están perdiendo en el terreno”.

Nuevo jefe

El feroz bombardeo del lunes se produjo dos días después de que Putin pusiera al jefe de la fuerza aérea, el general Sergei Surovikin, al mando de todas las fuerzas rusas en Ucrania. Surovikin anteriormente dirigió las fuerzas rusas en Siria y fue acusado de supervisar un bombardeo brutal que destruyó gran parte de la ciudad de Alepo.

Surovikin fue condecorado por Vladimir Putin por su rol en la guerra en Siria.
Surovikin fue condecorado por Vladimir Putin por su rol en la guerra en Siria.

Sidharth Kaushal, investigador del grupo de expertos militares del Royal United Services Institute, dijo que el nombramiento de Surovikin probablemente no traerá un cambio importante en la campaña militar de Rusia.

“Ha tenido una carrera que se ha visto arruinada por acusaciones tanto de corrupción como de brutalidad”, dijo Kaushal. “Así que eso puede ser una idea de cómo lo abordará. Pero, de nuevo, el enfoque ruso ya ha sido bastante brutal”.

Kaushal dijo que Rusia había “usado una cantidad bastante fenomenal de misiles” en la guerra hasta el momento y que podría quedarse sin algunas de las armas de precisión modernas. Pero dijo que Rusia tenía “una gran cantidad de remanentes almacenados de la era soviética” y aún conservaba la capacidad de infligir un gran daño a Ucrania.

“Dada la gran cantidad de objetivos, y dado que, en general, los misiles rusos en términos de su precisión y rendimiento han sido razonablemente buenos, se esperaría que al menos algunos fragmentos de la infraestructura crítica ucraniana, algunas cosas como las redes eléctricas, fueran destruidas a lo largo de la campaña”, dijo Kaushal.

Sin marcha atrás

Andriy Yermak, asesor principal de Zelensky, dijo que Rusia buscaba “quebrar psicológicamente a los ucranianos, hacernos desear que la guerra terminara sin importar cómo”.

Pero Ucrania dijo que no daría marcha atrás.

Kiev no se ha atribuido oficialmente la responsabilidad del ataque al puente de Crimea, pero el embajador de Ucrania en Gran Bretaña, Vadym Prystaiko, calificó el puente como un objetivo militar legítimo y dijo que las fuerzas de Kiev atacarían más sitios de gran importancia militar para Rusia.

“No estamos apuntando a la infraestructura civil rusa en ninguna parte, especialmente más allá de las fronteras oficiales de Ucrania con Rusia”, dijo a Times Radio. “Pero para lograr la victoria, tendremos que presionar más y más”.

Smith, el exembajador, dijo que los ataques del lunes no “cambiaron el juego”. Pero dijo que Putin, ante los avances de Ucrania sobre el terreno, había abierto “una nueva dimensión” en la guerra.

“Si Putin sabe que desplegar cientos de miles de sus fuerzas armadas en Ucrania va a ser una pérdida mortal porque están mal comandadas y mal equipadas, entonces buscará formas de provocar la muerte y la destrucción en Ucrania desde una mayor distancia”, dijo Smith, y eso plantea preguntas importantes para los aliados occidentales de Ucrania.

“Los países que apoyan a Ucrania deben pensar en las formas en que pueden ayudar a Ucrania a defenderse de eso”, dijo Smith.


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