Luego de pasar un año y medio en el palacio real de La Haya como medida de prevención ante las amenazas sobre su vida de parte del crimen organizado, la princesa heredera al trono de los Países Bajos, Amalia, ha regresado a su residencia universitaria en Ámsterdam, informó hace una semana el diario local Het Parool.
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Una situación que, sin duda, llamó la atención tanto por poner en peligro a una importante miembro de la monarquía neerlandesa como por haberse suscitado en uno de los países más seguros del mundo.
Pese a su regreso a la ciudad de los canales, vecinos y comerciantes de los alrededores de la residencia de la princesa aseguraron a los medios locales que existe un estricto despliegue de agentes de seguridad en la zona. El gobierno oficialmente no ha confirmado ni desmentido el retorno de Amalia a Ámsterdam “por el bien de la privacidad de la princesa”.
- Alerta de seguridad -
En septiembre del 2022, los servicios de seguridad neerlandeses interceptaron una serie de mensajes intercambiados por criminales en los que se podía sospechar que el principal cártel de narcotráfico que opera en el país planeaba secuestrar o asesinar a figuras de alto perfil, como el primer ministro Mark Rutte o la princesa heredera Amalia.
Frente a esta alerta, recomendaron que la joven regresara de inmediato al palacio Huis ten Bosch, en La Haya. La familia real acató de inmediato la recomendación y Amalia, quien apenas había empezado a estudiar la carrera de Política, Psicología, Derecho y Economía en julio de ese año, se refugió en el palacio.
Los reyes Guillermo Alejandro y Máxima de Holanda confirmaron la situación en una visita a Suecia pocos meses más tarde, asegurando que este episodio había causado “enormes consecuencias” en la vida de la princesa impidiéndole realizar sus actividades con normalidad. Amalia solo abandonaba el palacio para asistir a clases acompañada de una fuerte escolta.
Desde entonces, era más común ver a la princesa en España, el Reino Unido o durante una gira por el Caribe que en su propio país.
- La mafia holandesa -
Desde que se conoció la noticia sobre el regreso de Amalia al castillo, los medios comenzaron a especular de dónde provendrían las amenazas. Finalmente, tanto la prensa como las autoridades coincidieron en que estas se habrían originado en el seno de la Mocro Maffia, el principal cártel de narcotráfico que opera en territorio neerlandés desde la década de 1980.
Según el diario británico Daily Mail, este grupo sería una división de la mafia marroquí que opera tanto en los Países Bajos como en Bélgica, con influencia en el norte de África. Se sospecha que controlarían un tercio de todo el tráfico de cocaína en Europa, además de incurrir en otros negocios delictivos como el tráfico de personas, tráfico de armas, contrabando y secuestros.
En el 2012 se desató una guerra entre diferentes clanes de la mafia por el robo de un cargamento de cocaína en el puerto de Amberes. Se estima que al menos 100 personas fallecieron producto de esos enfrentamientos.
La intención de secuestrar a Amalia o al primer ministro Rutte, sospecha la policía, era utilizarlos posteriormente como moneda de intercambio para la liberación de sus líderes que han sido apresados en los últimos años. Por esa misma razón, por ejemplo, se activo una alerta de seguridad para el ministro de Justicia en el 2022, al considerarse que podría ser un objetivo de la mafia.
Perpetrar alguno de estos secuestros sería fundamental para la organización, especialmente luego de que en el 2019 cayera Ridouan Taghi, considerado la cabeza de la Mocro Maffia, en Dubai. Las autoridades neerlandesas aseguran que los vínculos de Taghi llegan hasta Irán e investigan si la República Islámica protegió al criminal a cambio de que realice asesinatos selectivos en su nombre.
En enero de este año, la Policía Española detuvo a otro líder de la Mocro Maffia que intentaba asentar a la banda en Cataluña. Sin embargo, el diario “20 Minutos” advierte que el cártel ya opera en el país ibérico con presencia en comunidades como Andalucía o Cádiz.
El regreso de Amalia a Ámsterdam, por otro lado, podría deberse a más de un año de investigaciones sobre Mohamed E., un hombre de 40 años arrestado en noviembre del 2022 y posible autor de los mensajes interceptados por la policía. A la fecha, si bien el detenido sigue siendo investigado por delitos relacionados al tráfico de drogas y secuestros, está prácticamente descartada su intención de atentar contra la princesa.