Este lunes, los Parlamentos de Finlandia y de Suecia arrancaron sus respectivos debates parlamentarios para votar la adhesión de ambos países nórdicos a la OTAN. Jens Stoltenberg, secretario general de la Alianza Atlántica, aseguró el domingo que los miembros de la organización están listos para impulsar un proceso rápido de adhesión. Estas son las claves para entender cómo funciona este procedimiento:
MIRA: Putin se pronuncia sobre la adhesión de Suecia y Finlandia a la OTAN y lanza una advertencia
¿Puede entrar cualquier país en la OTAN?
En principio, no es como Eurovisión, donde participa hasta Australia. La OTAN solo está abierta para los países europeos. El Artículo 10 del Tratado fundador de la Alianza establece que los aliados pueden invitar “a cualquier Estado europeo” que tenga, entre otras cosas, la capacidad de contribuir a la seguridad del área del Atlántico norte.
¿Cuántas ampliaciones ha habido?
Desde su fundación en 1949, con 12 miembros, se han incorporado 18 países en ocho rondas de ampliación, todas hacia el este de Europa, salvo la incorporación de España en 1982.
MIRA: EE.UU. recuerda a Rusia que la OTAN es alianza de defensa que no amenaza a nadie
¿Qué deben hacer Finlandia o Suecia para incorporarse?
En primer lugar, Helsinki o Estocolmo deberían confirmar su interés en hacerlo, como han hecho sus dirigentes y tienen que ratificar ahora sus respectivos Parlamentos, que inician este lunes un debate para votar el ingreso. A continuación, los aliados deben cursar una invitación para comenzar las negociaciones de adhesión, una cortesía que, en este caso, se espera cumplir en la cumbre de la OTAN de junio en Madrid.
¿El ingreso es automático tras recibir la invitación?
No. A continuación, ambos países iniciarían las negociaciones de adhesión en la sede de la OTAN en Bruselas. En esos contactos se determina desde la capacidad del candidato en materia de defensa a los asuntos legales. Y, si precisan reformas, deberán presentar un calendario sobre su cumplimiento.
MIRA: Cómo han cambiado las estrategias militares de Rusia en la segunda etapa de la guerra en Ucrania
¿Es necesario un gasto mínimo en defensa?
No está estipulado, aunque desde 2014 los aliados se han comprometido a elevar el gasto en defensa hasta el 2% de su PIB. Suecia, que está en el 1,13%, ha anunciado recientemente que llegará al 2%. Y Finlandia, con el 1,44%, va a enmendar el presupuesto de este año para añadir 700 millones de euros, más 2.200 millones en el periodo 2023-2026.
¿No hay criterios políticos o económicos?
No figuran en el Tratado, pero desde el fin de la Guerra Fría se requiere que los candidatos cuenten con un sistema democrático y una economía de mercado, así como que demuestren el respeto por las minorías.
¿Cuánto puede tardar la negociación?
No hay plazos fijos. Los países del antiguo bloque soviético, como Polonia o Hungría, tardaron dos años desde que fueron invitados en una cumbre en Madrid en 1997. Pero en el caso de Finlandia o Suecia se da por descontado que serían muy breves, dada la estabilidad y credibilidad de sus sistemas políticos y su estrecha colaboración militar con la OTAN desde hace años. El secretario general Stoltenberg ya ha indicado que en el caso de Finlandia sería una negociación “fluida y rápida”, una velocidad que se extendería sin duda a Suecia.
¿Cómo se aprueba la adhesión?
En el Consejo Atlántico, donde se sientan los 30 gobiernos aliados, no hay votaciones, las decisiones se aprueban por consenso, es decir, por unanimidad en la práctica. Los 30 aliados tienen que aceptar tanto la candidatura como la adhesión.
¿Cómo se completa el ingreso?
Cuando concluye la negociación, la OTAN redacta un Protocolo de Adhesión al Tratado de Washington (texto fundacional). Los 30 aliados tienen que firmar y ratificar el texto, cada uno según sus procedimientos nacionales, y notificarlo al Gobierno de EE.UU., depositario del Tratado. Una vez concluido ese paso, el secretario general de la OTAN invita a los candidatos a ingresar. Y el ingreso se completa cuando los países candidatos también concluyen su ratificación del acuerdo con sus propios procedimientos.
¿Puede complicarse la ratificación?
No se puede descartar, aunque en una situación de emergencia como la actual, con la guerra a las puertas de la Alianza, parece que sería rápida. En la mayoría de los países se requiere una ratificación parlamentaria, aunque en algunos, como Reino Unido, no es necesaria. En EE.UU. se requiere una mayoría de dos tercios en el Senado.
¿Qué ocurre si Finlandia o Suecia sufren un ataque armado antes de completar el ingreso?
En teoría, deberían defenderse por sí mismos porque todavía no se aplicaría el artículo 5 del Tratado, que compromete a la defensa mutua entre los aliados. Pero Stoltenberg ha asegurado en repetidas ocasiones que, llegado el caso, se buscaría una fórmula para aplicar de facto desde el momento del inicio del proceso de adhesión el uno para todos, todos para uno. “Estoy seguro de que encontraremos la manera de resolver las preocupaciones que puedan tener en relación con el periodo entre la posible solicitud y la ratificación final”, señaló el secretario general de la OTAN el pasado mes de abril. Y, el domingo, Stoltenberg reiteró que la Alianza está dispuesta a ofrecer a los dos países nórdicos “garantías de seguridad” durante el proceso de adhesión.
¿Cuáles han sido los últimos aliados en ingresar?
Montenegro, en 2017, y Macedonia del Norte, en 2020.
¿Hay algún candidato en la sala de espera?
En 2008, en la cumbre de Bucarest se acordó que Ucrania y Georgia serían algún día miembros de la OTAN, pero sin concretar la oferta ni poner en marcha ninguna negociación. La decisión fue impulsada por el entonces presidente de EE.UU., George W. Bush, a pesar de las reservas de Alemania y Francia, que temían soliviantar a Moscú. El presidente ruso, Vladímir Putin, ha esgrimido precisamente la posibilidad de que Ucrania ingrese en la OTAN como una de las razones para iniciar el ataque al país, que el Kremlin describe como una operación militar preventiva.
¿Tiene posibilidades reales de entrar Ucrania?
Tras el inicio de la invasión rusa el 24 de febrero, el propio Gobierno ucranio, presidido por Volodymyr Zelensky, se ha resignado a olvidarse del ingreso en la OTAN. “Durante años hemos oído hablar de la supuesta puerta abierta, pero ya hemos entendido que no debemos entrar. Así es y debemos admitirlo”, dijo en marzo.