Sheree Spencer y su esposo, Richard, estaban juntos desde el año 2000. Tienen tres hijos y más de 20 años de relación. Para sus allegados eran una pareja común y corriente, hasta que él decidió alzar la voz y confesar que ha sido víctima de maltrato durante la mayor parte de esa veintena.
Así lo aseguró ante el Tribunal de la Corona, órgano jurisdiccional de Inglaterra y Gales, ámbito en el que testificó cómo fue pateado, abofeteado, mordido, escupido y denigrado en varias ocasiones a manos de su esposa.
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La mujer admitió ante el jurado haber presentado un comportamiento coercitivo y controlador entre enero de 2016 y junio de 2021, siendo 2020 el año en que su esposo fue maltratado con más violencia, de acuerdo con el diario británico ‘The Sun’.
Eran residentes del sector de Bubwith, en el condado de Yorkshire (Inglaterra), donde Richard sufrió varios vejámenes por cuenta de su esposa, quien era una bebedora compulsiva. Bebía tres botellas de vino al día.
Fueron varios los incidentes, pero uno de los más graves fue cuando ella lo golpeó con una botella de vino, cuestión que le dejó graves lesiones en su oreja y en su codo. En otra ocasión lo agarró de la garganta, dificultando su capacidad de respirar.
También lo golpeó, de nuevo con una botella de vino, en la cabeza, cuestión que requirió atención médica y sutura. Y hubo un incidente cuando se abalanzó sobre él con un cuchillo, dejándole una herida de dos centímetros.
Fueron 43 las fotografías tomadas por Richard, que comprobaban los maltratos por parte de su pareja, presentadas a las autoridades.
Además, fue víctima de maltrato verbal y psicológico, obligándolo a alejarse de sus amigos y familiares. Ella le decía cosas como: “No eres un maldito hombre. Te quiero fuera de mi vida” y lo amenazaba con acusarlo con la Policía de ser un maltratador.
De acuerdo con el diario británico ‘The Telegraph’, fue un trabajador social que se percató de la terrible situación en la que vivía Richard quien informó de su caso a las autoridades.
Tras escuchar todo el acervo probatorio, la jueza Kate Rayfield aseguró que fue causado un daño psicológico significativo: “Hay un historial de violencia y abuso contra la misma víctima”; razón por la cual Spencer fue condenada a cuatro años de prisión.