El presidente de Argentina, Javier Milei, celebró el Día de la Independencia desfilando en un tanque de guerra en Buenos Aires pocas horas después de firmar, junto a gobernadores de la oposición, su tan codiciado Pacto de Mayo en Tucumán. El texto de carácter fundacional debió haberse rubricado aquel mes y no en julio, pero aún así representó una victoria, cuando menos simbólica, para el mandatario libertario.
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“Argentina se encuentra ante un punto de inflexión. Los puntos de quiebre en la historia de una nación no son momentos de paz y tranquilidad, son momentos de dificultad y conflicto donde todo parece cuesta arriba”, dijo el mandatario durante un discurso desde la histórica Casa de Tucumán, donde el 9 de julio de 1816 se firmó la independencia del país sudamericano.
En el acto, al que asistieron gobernadores y expresidentes de distintas fuerzas políticas, entre ellos Mauricio Macri, Milei celebró la rúbrica del Pacto de Mayo, un documento anunciado en marzo que cuenta con 10 puntos, entre los que destacan la inviolabilidad de la propiedad privada, el equilibrio fiscal, la reducción del gasto público, la modernización de la educación y reformas tributaria, laboral y previsional.
Milei llegó a las celebraciones patrias con varios triunfos recientes. Con siete meses en el poder, su logro más notorio es la baja de la inflación. También logró la aprobación en el Congreso de la Ley Ómnibus, su ambicioso paquete de reformas económicas.
“El presidente llegó a Tucumán con instrumentos para desarrollar reformas que pongan a Argentina en la orientación del mercado, de una economía más desregulada, con mayor intervención del sector privado y un Estado más chico, todo obtenido desde el Congreso”, señala el diario “La Nación”.
Aunque la contraparte ha sido un incremento de la recesión económica heredada, con una caída del 5,1% del Producto Interno Bruto y un aumento del desempleo al 7,7% en el primer trimestre de este año. Además, en la última semana los mercados mostraron signos de desconfianza sobre el rumbo del plan económico y el dólar alcanzó su máximo histórico en el mercado informal, mientras los bonos sufrieron caídas, recuerda la agencia AP.
En cuanto al Pacto de Mayo, Jorge Giacobbe, analista político argentino especialista en opinión pública, considera que se trata de un logro simbólico para Milei, cuyo partido, La Libertad Avanza, no cuenta con gobernadores en ninguna de las provincias del país. En los hechos, afirma, el acuerdo es un intento del presidente de acortar distancias con sectores que él necesita para la gobernabilidad y para avanzar sus reformas en el Congreso.
“La firma del acuerdo no cambia nada porque los argentinos hemos intentado hacer pactos entre nosotros muchísimas veces en la historia. Juntar gente y conseguir consensos son dos cosas completamente diferentes. De hacer una exclamación de deseos y de buenas voluntades a cumplirlas hay una distancia que es enorme”, dice a El Comercio.
Las diferencias políticas fueron palpables en Tucumán, donde seis de los 24 gobernadores no acudieron por estar en desacuerdo con la propuesta, entre ellos Claudio Vidal (Santa Cruz), Ricardo Quintela (La Rioja) y Axel Kicillof (provincia de Buenos Aires).
Los gobernadores que respondieron positivamente a la convocatoria son los llamados “dialoguistas”. “Milei intenta juntar una parte del sistema político para ver si es más amable con él. Como hoy es un hombre que tiene más de 50 puntos de imagen positiva, es difícil para el sistema político oponerse a él. Excepto para los que no fueron, que están tratando de conseguir el apoyo del 45% que no apoya a Milei. Hay dos negocios políticos. Está el negocio político de estar con Millei y está el negocio político de estar en contra de Millei”, explica Giacobbe.
La vicepresidenta Victoria Villarruel fue otra de las ausentes en Tucumán a causa de una gripe, según explicó su entorno. Sin embargo, sí asistió al desfile militar y se le vio con buen semblante mientras acompañaba a Milei.
Un pacto con consensos y desacuerdos
Del Pacto de Mayo en sí mismo, el punto que genera más consensos es el que aboga por una educación “útil y moderna”. También hay mayor aceptación la idea de que el Estado tiene que tener menos déficit.
Sin embargo, no hay ningún nivel de consenso respecto de, por ejemplo, modificar el sistema previsional, señala Giacobbe. “Ni siquiera el mismo público de Millei está de acuerdo con jubilarse a los 70 años en vez de hacerlo a los 55 o a los 65 o a los 60. El sistema previsional en Argentina es el principal agujero económico de las cuentas del Estado. Los argentinos nos jubilamos a los 60 o a los 65. Eso no puede ser más así porque la expectativa de vida ha crecido 10 años, entonces nos tenemos que empezar a jubilar a los 70 o a los 75 y con eso nadie está de acuerdo”, apunta.
Joaquín Morales Solá señala en su columna en el diario “La Nación” que la única objeción que tiene en cuanto al pacto es que abundan los temas económicos y hacen falta los acuerdos institucionales.
“Se echa de menos en ese Pacto la falta de compromiso de la dirigencia política con el respeto a la división de poderes, con la designación de jueces honorables y con la plena vigencia de la libertad de expresión y de prensa, por ejemplo. Es un buen acuerdo de políticos preocupados por la economía e indiferentes ante la debilidad evidente de las cuestiones institucionales”, afirma.
El reto lo tiene la gente
Para los expertos, el mayor reto que tiene Milei en el siguiente tramo del gobierno está relacionado con la capacidad de los argentinos de soportar la crisis económica y los efectos de las políticas del gobierno.
“Milei no está a merced de cuántos diputados y senadores tiene. Tampoco está a merced de cuántos gobernadores van a sus cumpleaños o no. Millei está a merced de dónde está la frontera de dolor tolerable de los argentinos, de cuánto puedan aguantar. Y parece ser que hasta ahora están soportando el dolor porque desean el objetivo. Pero embarcarse en ese esfuerzo no necesariamente te lleva hasta el final y la voluntad a veces se quiebra en cierto punto”, dice Giacobbe.
Recuerda, además, que los argentinos se han embarcado antes en muchos esfuerzos defendidos por distintos tipos de presidentes, con modelos de Estado grande, de Estado chico, más liberales, más estatistas, y a ninguno se le permitió completar todo el plan.
Un punto a su favor, apunta el experto, es que las encuestas muestran que la mayor parte de su electorado cree que Milei aún no tiene todas las herramientas que él quiere para hacer los cambios que busca en el país.
“Todavía lo ve como víctima y eso me indica que el presidente todavía tiene un rato más para quejarse y para echarle la culpa a otro. Pero en Argentina eso dura un tiempo, no funciona para siempre. Yo creo que después de las elecciones de medio término del año que viene, los tiempos de la ansiedad de la opinión pública hacia Milei van a cambiar severamente”, concluye.
- La inviolabilidad de la propiedad privada
- El equilibrio fiscal innegociable
- La reducción del gasto público a niveles históricos, en torno al 25% del Producto Bruto Interno
- Una educación inicial, primaria y secundaria útil y moderna, con alfabetización plena y sin abandono escolar
- Una reforma tributaria que reduzca la presión impositiva, simplifique la vida de los argentinos promueva el comercio
- La rediscusión de la coparticipación federal de impuestos para terminar para siempre con el modelo extorsivo actual que padecen las provincias
- El compromiso de las provincias argentinas de avanzar en la explotación de los recursos naturales del país
- Una reforma laboral moderna que promueva el trabajo formal
- Una reforma previsional que le dé sostenibilidad al sistema y respete a quienes aportaron
- La apertura al comercio internacional, de manera que la Argentina vuelva a ser protagonista del mercado global.