La Policía ecuatoriana disparó este viernes gases lacrimógenos y cañones de agua contra simpatizantes de la organización política indígena Pachakutik, que exigían un recuento de votos de las elecciones del 7 de febrero, en una concentración ante la sede del Consejo Nacional Electoral (CNE) en Quito.
Testigo relataron a Efe que los manifestantes, que horas antes habían participado en una marcha pacífica que partió del céntrico parque El Arbolito, trataron de derribar las vallas de seguridad y cortar la alambrada de concertina colocada para impedir el acceso a la sede electoral, lo que provocó la reacción de la policía.
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“Estaba la gente de forma pacífica y (algunos) comenzaron a mover las vallas y se armó el desastre. Los agentes que estaban en el piquete comenzaron a reprimir con bombas lacrimógenas, chorros de agua y a mandar a todo el mundo alrededor”, precisó el testigo del suceso, que provocó un gran estruendo y se prolongó más de una hora.
La concentración, secundada por varias organizaciones sociales e indígenas se mantenía ante el edificio del CNE desde alrededor de las 14:00 locales (19:00 GMT) con motivo de una sesión del Pleno del organismo electoral en el que se iban a analizar las reclamaciones de fraude del candidato presidencial de Pachakutik, Yaku Pérez.
La reunión comenzó con casi dos horas de retraso y los miembros del CNE continuaban, entrada la noche, analizando las reclamaciones por grupos de las actas electorales y otros asuntos del escrutinio.
Pérez ha denunciado irregularidades en 16.000 de las 40.000 actas de las elecciones y el pasado martes entregó al organismo electoral documentación que supuestamente confirmaba el fraude.
Los resultados oficiales preliminares dieron como vencedor al candidato del correísmo, Andrés Arauz, y como segundo aspirante a la presidencia al conservador Guillermo Lasso, por lo que ambos pasan en principio al balotaje del 11 de abril.
Las diferencias entre Lasso y Pérez fue de unos 32.600 votos, y este último denuncia, desde la noche electoral, que hubo fraude y no acepta el resultado, y ha solicitado reabrir urnas en 17 de las 24 provincias del país.
“Yaku aguanta, la gente se levanta”, “El pueblo unido jamás será vencido”, “Yo voté por Yaku, mi voto se respeta”, repetían esta tarde una y otra vez los manifestantes poco después de la intervención policial, según pudo constatar Efe.
Los efectivos de seguridad dispararon tres o cuatro cartuchos de gases lacrimógenos, en tanto que los participantes en la protesta, “pusieron piedras en las calles para que no pasara nadie”, relató el testigo a Efe.
Asimismo, el despliegue policial en torno a la sede del CNE, así como en las calles aledañas era numeroso con decenas de efectivos motorizados, policía montada y equipos antidisturbios, además de un vehículo antimontines junto a las vallas del recinto electoral.
Jimmy Tene, uno de los manifestantes de la provincia de Zamora Chinchipe, en el extremo sur de Ecuador, en la frontera con Perú, dijo a Efe que estaba en la movilización “en resistencia, defendiendo un proceso de lucha”.
“El pueblo, a nivel nacional, ha votado mayoritariamente por nuestro candidato y compañero de base, de pueblo, de campo, por eso estamos aquí, para defender los votos. De manera fraudulenta nos han robado los votos los del CNE”, se quejó.
Y agregó que “es el sentir del pueblo que está indignado ante estas acciones del CNE que, de forma descarada, nos roban los votos y nos quieren quitar la presidencia”.
En el lugar había varios cientos de personas con la bandera plurinacional, y conforme se agravaba la protesta algunos dirigentes indígenas y uno de los comandantes de la Policía tomaron las riendas para calmar a los concentrados, pidiéndoles que retomaran la manifestación “de forma pacífica”.
Además, algunos dirigentes y miembros de la Guardia Indígena, con flechas de madera, se situaron en primera fila en modo contención de los manifestantes más atrás, y evitar así que se aproximaran a las filas de la Policía.
Poco después de acabar los disturbios, los manifestantes se concentraron en esta ocasión para emprender una serie de bailes tradicionales y encendieron en calles aledañas algunas hogueras con neumáticos, pero más para calentarse que para protestar.
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