La expectativa es grande. Mañana, a las 13, el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) N° 1 de Dolores dará a conocer el veredicto y la eventual sentencia del juicio por el homicidio de Fernando Báez Sosa, ocurrido hace tres años y 18 días en Villa Gesell. Entonces, se sabrá si los jueces María Claudia Castro, Christian Rabaia y Emiliano Lazzari, como solicitaron en sus alegatos el Ministerio Público Fiscal y los abogados que representan a los padres de la víctima, decidieron condenar a prisión perpetua a los ocho jóvenes acusados por el crimen o, como pidió Hugo Tomei, defensor de los imputados, firmaron la absolución de los sospechosos o fijaron distintas penas según la participaron y la responsabilidad que entendieron fue probada para cada uno.
“Aguardamos con Silvino [Báez] y Graciela [Sosa] una condena ejemplar, una condena que marque un hito en la justicia argentina, una condena que sentencie cárcel para toda la vida”, sostuvo en su cuenta de Twitter Fernando Burlando, uno de los abogados que representa a los padres de la víctima.
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El juicio, que comenzó el pasado 2 de enero, llega a su final después de 13 audiencias donde se presentaron las pruebas testimoniales, fílmicas y científicas y tras dos jornadas de alegatos de los acusadores y de la defensa.
“Mi hijo fue asesinado de la peor manera. Quiero que paguen porque son unos asesinos. No tuvieron piedad. Que no le tiemblen las manos a los jueces cuando dicten la sentencia porque se lo merecen. Creo que se va a hacer Justicia”, sostuvo la madre de la víctima.
Los ocho acusados, que están presos desde el mismo día del homicidio, son Luciano Pertossi, de 21 años; Ciro Pertossi, de 22; Lucas Pertossi, de 23; Ayrton Viollaz, de 23; Máximo Thomsen, de 23; Enzo Comelli, de 22; Matías Benicelli, de 23, y Blas Cinalli, de 21.
“Durante siete minutos acodaron matar a Fernando del modo que lo hicieron. Prepararon la estrategia para hacerlo. Fernando y sus amigos no tuvieron posibilidad de advertir que venían, no tuvieron la posibilidad de reacción. Y si faltaba algo para decir que esto fue orquestado, organizado, es que hayan decidido filmar el inicio de la agresión, es como poner la frutillita del postre. Filmaron el inicio porque después guarda el teléfono y continúa con la agresión. Estoy hablando de Lucas Pertossi”, sostuvo el fiscal Gustavo García durante el alegato. Él y su colega Juan Manuel Dávila pidieron la pena de prisión perpetua para los ocho acusados.
Los representantes del Ministerio Público calificaron el hecho como homicidio agravado por alevosía y por el concurso premeditado de dos o más personas. “No hubo roles, todos hicieron todo. Todos se pusieron de acuerdo para matar a Fernando, de esta manera, todos lo golpearon. No hay posibilidad de la figura de riña. Para que haya riña tiene que haber dos grupos peleándose. No hubo pelea, no hubo dos grupos, hubo un solo grupo que le pegó a Baez Sosa”, explicó el fiscal García.
Tras el pedido de pena de los fiscales, Burlando y sus colegas Fabián y Facundo Améndola presentaron su alegato.
“Nos han mentido descaradamente a todos. Esto acredita que estaban en el lugar todos juntos, que operaron en manada. Todos participaron, todos pegaron, todos mataron. Esa es la maniobra: como chacales y al unísono, así castigaban a Fernando Báez Sosa, Fue una cacería humana”, sostuvo Burlando en el punto final de su alegato, mientras por una pantalla de TV se reproducían las filmaciones del ataque en una edición mejorada por medio de un programa de inteligencia artificial.
Al igual que el Ministerio Público Fiscal, los abogados que representan a los padres de la víctima también calificaron el crimen como homicidio agravado por alevosía y por el concurso premeditado de dos o más personas, delito que solo prevé la prisión perpetua como pena.
Veinticuatro horas después de los alegatos de los acusadores, fue el turno de Hugo Tomei, que asumió desde enero de 2020 la defensa de todos los imputados. “En este caso, los hechos alegados no respetan el objeto de la requisitoria de elevación a juicio y voy a pedir la absolución. En caso de incorporar los argumentos de los acusadores estarían violando el principio de incongruencia”, sostuvo el abogado defensor.
En su alegato, Tomei afirmó: “La fiscalía, inteligentemente, a falta de pruebas, aprovecha los siete minutos desde que salieron el boliche. Es una falacia, como no podemos probar qué pasó en esos siete minutos, decimos que en esos siete minutos acordaron el plan [para matar]. Falso. Inverosímil o poco consistente. No hubo plan, nunca hubo un plan para matar, nunca hubo dolo, por más que no se le crea a Máximo Thomsen, claro, cómo se le va a creer, cómo le vamos a creer si es un salvaje, es un asesino. Ayer escuché esas palabras en la ‘Casa de la Justicia’. No debería pasar porque son inocentes hasta que una sentencia diga lo contrario. Yo miraba atónito, tratando de entender y no entendía nada”.
Tomei afirmó que no existió el plan de matar, que no hubo emboscada y que la víctima no fue golpeada en un estado de indefensión.
Como al inicio del debate, el abogado defensor pidió nulidades. En este caso, solicitó la nulidad del secuestro de los celulares y las prendas de vestir de los imputados al momento ser detenidos porque “no se los comunicó los derechos que los asistían”. Los rastros de sangre hallados en la ropa y los mensajes encontrados en los teléfonos móviles se convirtieron en una parte importante de las pruebas presentadas por los acusadores.
Y ante los jueces aseguró: “No hay dolo, no se pudo comprobar el plan para matar en esos siete minutos, no hubo estado de indefensión, sí hubo una agresión”.
Después de afirmar que no hubo plan para matar y que no existió el dolo, Tomei sostuvo: “Hubo una agresión de mis defendidos hacia el otro grupo. Creo que ese hecho debe ser encuadrado en el artículo 95 del Código Penal, conocido como homicidio en riña, que es más agresión. En su defecto, también planteo un homicidio simple con dolo eventual y que se distribuya las participaciones que el tribunal entienda”. Y agregó que, de no prosperar, también correspondería analizar el homicidio preterintencional.
Los jueces no solo darán a conocer en su veredicto la culpabilidad o no de los ocho acusados. También decidirán si hacen lugar o no a que se investigue a dos testigos del juicio por falso testimonio, como solicitó el Ministerio Público Fiscal. Se trata de Juan Pedro Guarino y Tomás Colazo.
“Inmutados quedaron, no se acordaron de nada de lo que pasó, por lo que no tengo dudas que estás personas por omisión mintieron, por lo que se va a solicitar que se inicie una causa por separado por falso testimonio”, sostuvo el fiscal Dávila en su alegato.
Guarino de 22 años estuvo preso e imputado por el homicidio de Báez Sosa, pero terminó sobreseído. Colazo estuvo en la escena del crimen con sus amigos. Nunca fue imputado y cuando sucedió el homicidio era menor de edad.
Transmisión en vivo
Como sucedió en la primera audiencia, donde se presentaron los lineamientos de la acusación y de la defensa, y en las jornadas de los alegatos, la lectura del veredicto y eventual sentencia será transmitida en directo por el canal de Youtube de la Suprema Corte de Justicia bonaerense (https://www.youtube.com/@scbaoficial).
En la presentación de los lineamientos de la acusación y de la defensa, en promedio, fueron 9136 usuarios los que siguieron las alternativas por Youtube, con un pico de 15.074.
En los alegatos de las partes acusadoras, el interés fue mayor: un promedio de 40.297 usuarios, con un pico de 58.122. Un día después, durante el alegato de Tomei, las estadísticas fueron aún mayores: un promedio de 47.302 usuarios y un pico de 65.305.
La gestión de prensa y streaming durante el juicio, como en otros debates orales en jurisdicción bonaerense, está a cargo de un equipo de trabajo a cargo del director de Comunicación y Prensa de la Suprema Corte de Justicia bonaerense, Ezequiel Klass.
Mañana, desde las 6 y hasta que termine la audiencia o la concentración de manifestantes, las calles cercanas al edificio de los tribunales de Dolores, estarán cerradas para el tránsito vehicular.
Habrá un operativo especial de seguridad con 150 uniformados desplegados en las adyacencias del Palacio de Justicia. El procedimiento estará a cargo de las dependencias de la policía bonaerense de Dolores, con el apoyo de personal de la Dirección de Infantería y del Grupo de Apoyo Departamental (GAD).
Según una calificada fuente policial, se estima que habrá 1000 manifestantes en las cercanías del edificio de los Tribunales de Dolores.
En principio, a diferencia de lo que sucedió en la audiencia del 18 de enero pasado, que coincidió con el tercer aniversario del homicidio, los manifestantes no podrán acercarse hasta la las inmediaciones del Palacio de Justicia: se instalaron vallas que cortan el tránsito vehicular y peatonal en Belgrano, entre Rico y Márquez.
Los encargados del operativo seguridad tienen la intención de que los manifestantes esperen el veredicto en la plaza Castelli, a unos 150 metros del Palacio de Justicia.