Miles de manifestantes indígenas abandonaron la capital de Ecuador la noche del jueves, luego de un acuerdo con el gobierno para rebajar el precio de los combustibles y poner fin a más de dos semanas de protestas por el alto costo de la vida, que dejaron seis muertos.
El pacto, logrado con la mediación de la Iglesia católica, prevé una reducción total de 15 centavos por galón en el precio del diésel y gasolina, una de las principales exigencias de los manifestantes.
Mira: Ecuador: Decretan estado de excepción en cuatro provincias por recrudecimiento de las protestas
“Vamos a suspender” las protestas, dijo Leonidas Iza, presidente de la poderosa Confederación de Nacionalidades Indígenas (Conaie), organización al frente de las protestas.
El mandatario conservador Guillermo Lasso celebró en Twitter: “Hemos alcanzado el valor supremo al que todos aspiramos: paz en nuestro país”.
Luego, por radio y televisión, señaló: “es momento de curar heridas, de superar la división entre ecuatorianos y unirnos en un solo objetivo, reconstruir el Ecuador”. “Vamos a hacer del campo y de la ruralidad prioridad nacional”, puntualizó.
Los indígenas obtuvieron una rebaja total de 15 centavos: 5 este jueves, adicionales a los 10 ya cedidos por el Ejecutivo el domingo. Exigían un recorte de 40 centavos desde el inicio del “paro”.
Una vez que las nuevas cotizaciones entren en vigencia, el galón de diésel costará 1,75 dólares y de la gasolina corriente, 2,45.
El acuerdo, que fija la creación de una mesa de diálogo, fue firmado por Iza y el ministro de Gobierno, Francisco Jiménez en la sede de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana (CEE). En el acto, los dirigentes indígenas se tomaron las manos formando una cadena y las levantaron en señal de triunfo.
“Seguramente estamos cansados (...) Así que toca regresar a la casita”, dijo Iza después ante unos 4.000 indígenas que coparon la Casa de la Cultura, un lugar simbólico para ellos en Quito.
A su salida de la capital, el dirigente fue saludado como héroe, de acuerdo con videos divulgados por la organización.
Mientras, los aborígenes disolvían las protestas y dejaban la ciudad de manera pacífica en buses y camiones, ondeando banderas de Ecuador y la wiphala de los pueblos originarios, constataron periodistas de la AFP.
El acuerdo también prevé la derogatoria de un decreto para la entrega de nuevos campos petroleros y la reforma de otro para limitar la extracción de minerales en territorios indígenas y zonas de protección hídrica.
El Ejecutivo deberá levantar un estado de excepción que habilitó la presencia de militares en las calles de cuatro provincias debido a “actos violentos” y desabastecimiento a causa de las protestas.
“Caminar hacia la reconciliación”
En un comunicado, la oficina de la ONU en Ecuador acogió con satisfacción el fin de la protesta e indicó que para “garantizar la paz” es fundamental “abordar la polarización y la exclusión, y caminar hacia la reconciliación”.
Lasso, quien asumió el poder hace 13 meses, se salvó el martes de ser destituido por el Congreso, donde una oposición mayoritaria pero dividida lo responsabilizó de la crisis política.
Un intento previo de negociaciones entre gobierno e indígenas había sido suspendido por Lasso el martes, un día después de iniciado, tras un ataque a un convoy de militares y policías en la Amazonia atribuido a manifestantes, con saldo de un uniformado fallecido y otros 12 heridos.
Las manifestaciones, que derivaron en choques con la fuerza pública y marchas de unos 10.000 indígenas en Quito, dejaron al menos seis muertos y 600 heridos, entre agentes y manifestantes, y 150 detenidos, según diversas fuentes.
Otras 4.000 personas también se movilizaron fuera de la capital, llegando a interrumpir vías en 19 de las 24 provincias.
“Preparar jornadas de lucha”
Pese al fin de las protestas, Iza dijo que la Conaie mantiene el pedido de focalizar para los campesinos más subsidios a combustibles, que antes de las protestas ya representaban 3.000 millones de dólares anuales.
“La focalización de los subsidios debe llegar a los que más necesitamos”, expresó el líder indígena en la Casa de la Cultura, donde se congregaron grupos de indígenas después de permanecer con escudos artesanales en las afueras de la CEE.
La Conaie, que participó en revueltas que derrocaron a tres presidentes entre 1997 y 2005, señaló por Twitter que en noventa días evaluará el cumplimiento de los acuerdos.
Antes de despedirse de sus “compañeros”, Iza los llamó a la unidad para “preparar las siguientes jornadas de lucha”, con miras a “conseguir sociedades más justas e incluyentes”.
Lasso a su vez se reunió con sus ministros para “continuar la coordinación de las mejores acciones en beneficio de los ecuatorianos”, según señaló él mismo por Twitter.
La Conaie también encabezó en 2019 protestas contra la eliminación de subsidios a los combustibles, que dejaron once muertos.
Los indígenas representan un millón de los 17,7 millones de ecuatorianos.
Ecuador estimó pérdidas por 50 millones de dólares por cada día de manifestaciones, que redujeron a menos de la mitad la producción de petróleo (de 520.000 barriles diarios al 12 de junio) y amenazaban con detener toda la actividad hidrocarburífera.
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