Gisella López Lenci

Este martes, hará historia cuando la banda tricolor se le coloque por primera vez a una mujer. Lo que tanto se ha hablado en el último año finalmente se cristalizará y se convertirá en la primera presidenta de su país.

Además de este hito, trascendental para los mexicanos, se trata del fin de una era, la del omnipresente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) quien, para felicidad de sus seguidores y lamento de sus detractores, se convirtió en uno de los líderes políticos más importantes de América Latina, y sale del gobierno con una popularidad envidiable de casi el 70%.

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En toda la campaña electoral, Sheinbaum no dejó de repetir que su gobierno construiría “el segundo piso de la Cuarta Transformación”, una frase que significa la continuidad del proyecto de AMLO y su partido, Morena, pero que también implica una nueva etapa.

Sin embargo, la gran pregunta que todos se hacen es si ella será una presidenta que siga su propia senda o se encargará de cumplir disciplinadamente las políticas establecidas por su predecesor y aliado.

El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, y la presidenta electa, Claudia Sheinbaum, asisten al desfile militar por el 214 aniversario del Día de la Independencia el 16 de septiembre de 2024. (Foto de CARL DE SOUZA / AFP).
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, y la presidenta electa, Claudia Sheinbaum, asisten al desfile militar por el 214 aniversario del Día de la Independencia el 16 de septiembre de 2024. (Foto de CARL DE SOUZA / AFP).
/ CARL DE SOUZA

Estilos distintos

Durante todos estos meses se ha hablado de las diferencias y similitudes entre ambos. López Obrador, un animal político, de origen humilde, campechano, verborreico y con un ego superlativo; Sheinbaum, una académica de padres judíos, de clase media alta forjada como científica, menos habladora y más concreta.

Dos personalidades aparentemente opuestas pero que confluyeron en un mismo proyecto político hace más de 20 años. Cofundaron Morena, un movimiento de izquierda que ha conseguido consolidarse en todo el país, volviéndose casi hegemónico, pero avivando los temores de lo que ocurrió con el PRI durante el siglo XX.

Según Diana Alarcón, asesora de Sheinbaum cuando fue jefa de Gobierno de la Ciudad de México, ella se dedicará a consolidar la Cuarta Transformación con una mirada técnica. “Claudia sabe, y lo ha dicho, que AMLO podrá ser el líder simbólico, el fundador del movimiento, pero quien va a gobernar es ella”, le comentó a la BBC.

Además…
La violencia en México
  • Durante su sexenio, AMLO ha realizado unas 1.400 sesiones informativas matutinas televisadas que duran en promedio dos horas y media cada una.
  • La espiral de violencia se ha acrecentado durante el último sexenio, con más de 450 mil asesinatos y 100 mil desaparecidos.
La violencia en México

De hecho, Sheinbaum nunca ha dicho que se saldrá de la senda trazada por la 4T, en la que cree firmemente. Por ello, para consolidar el proyecto ha señalado que seguirá sosteniendo los programas de ayuda social que se convirtieron en el símbolo del sexenio de AMLO, pero que le dará a su gestión una visión más técnica y con énfasis, sobre todo, en el cuidado del medio ambiente, algo que no le quitaba el sueño a López Obrador.

“Antes de la reforma del poder judicial había la ilusión de que Claudia iba a tener una política diferente, pero hasta ahora ella viene respaldando todo lo que el presidente hace. No sabemos exactamente de qué manera se va a distinguir, quizá en su discurso del 1 de octubre [cuando tome posesión del cargo] diga los rasgos de la política que la van a caracterizar como nueva presidenta”, explica a El Comercio Adriana Báez Carlos, profesora-investigadora de la UNAM y directora de estudios de Género de Buró Parlamentario.

“[AMLO] se va y al mismo tiempo no se va


porque nos dejó un legado muy importante. Un hombre con esa voluntad y ese pensamiento es invencible”. Claudia Sheinbaum, presidenta electa de México

Justamente, la reforma del poder judicial ha sido una batalla que libró personalmente AMLO para conseguir que se haga una reforma constitucional para que los jueces y magistrados sean elegidos por votación popular, un cambio que haría aún más hegemónico al partido Morena.

Relaciones tensas

Un aspecto crucial, y que se ha discutido mucho esta semana, es el de la continuidad de la peculiar política exterior ejercida durante el sexenio de AMLO. El rechazo del Gobierno Español a no participar en la ceremonia de la toma de mando luego que no se invitara al rey Felipe VI, quien ejerce como jefe de Estado, ha mostrado claramente que Sheinbaum está en la misma línea que AMLO en su relación con la comunidad internacional.

“En política exterior vemos una continuidad en cuanto a este acercamiento con otros gobiernos que comparten la misma ideología política. Esperábamos que hubiera un cambio, pero al parecer lamentablemente no será así. Es decir, continuaremos con la relación diplomática en ruptura con Ecuador, seguiremos distanciados del Perú y ahora con una nueva tensión con España. No se está visualizando una mayor claridad y objetividad en la aplicación de los principios normativos de la política exterior que están plasmados en la constitución mexicana, sino tal parece que se mantendrá esa política errática”, comenta la doctora Aribel Contreras Suárez, coordinadora de la Licenciatura de Negocios Globales en la Universidad Iberoamericana y analista internacional.

Las relaciones entre México y el Perú están en un punto bajo ante la ausencia de los embajadores y sin relaciones comerciales, luego que AMLO señalara a Dina Boluarte como una presidenta usurpadora, tras la salida de Pedro Castillo. Y no hay visos de que eso cambie en el corto plazo.

“Todos los saldos que quedaron pendientes con López Obrador están quedando iguales para la siguiente administración en el tema exterior. Los problemas con España continúan, ni tampoco ha variado la relación con el Perú y no creo que eso vaya a cambiar pronto. En este caso, pues sí hay continuidad”, expresa Báez Carlos.

Como dato no menos importante, AMLO casi no ha viajado fuera de México (apenas 16 días en seis años) y Sheinbaum parece que mantendrá una línea similar: “Asistiré a algunos eventos internacionales que consideramos importantes, pero no viajaremos mucho, ahí está nuestra responsabilidad”, expresó hace unas semanas.

La presidenta electa de México, Claudia Sheinbaum durante una conferencia de prensa en Ciudad de México, el 12 de junio de 2024. (Foto de Casa de campaña de Claudia Sheinbaum / EFE)
La presidenta electa de México, Claudia Sheinbaum durante una conferencia de prensa en Ciudad de México, el 12 de junio de 2024. (Foto de Casa de campaña de Claudia Sheinbaum / EFE)
/ Casa de campaña de Claudia Sheinbaum

El nuevo poder de Claudia

A pocos días de asumir el cargo más importante de su país, Sheinbaum recibe la posta con el aval de haber sido elegida con el 54% de los votos. Además, Morena gobierna en más de la mitad de los 32 estados del país, y la coalición oficialista le ha dado una mayoría en el Parlamento nacional que le servirá mucho para sacar adelante sus proyectos, factores que también generan temor por el poder real que llegará a tener la presidenta.

Claudia va a tener un poder político que no tenía ni el mismo AMLO porque al controlar las dos cámaras del Congreso puede hacer las reformas constitucionales que guste, y además va a controlar al Poder Judicial. Entonces hay un poquito de temor de que esto acabe, como mínimo, en un sistema hegemónico como el que tuvimos en el pasado”, señala Báez.

El empoderamiento de las fuerzas armadas durante el gobierno de AMLO es un factor adicional que atiza estos miedos. Solo queda esperar que la visión técnica y académica de la que será pronto la primera mujer presidenta de México se anteponga a los intereses de su partido y de su antecesor.

Además…
El futuro de AMLO

Muchos dicen que seguirá siendo el poder en las sombras y que seguirá dictando los destinos de México. Andrés Manuel López Obrador deja el mando este 1 de octubre y él mismo ha señalado que pretende retirarse a su rancho de Palenque, en Chiapas, lejos de los avatares políticos de Ciudad de México.

Hace un par de meses dijo en sus mañaneras que se iría el mismo día, pero esta semana se corrigió y dijo que lo haría “días después”, sin especificar fecha exacta. 

Es difícil visualizar a una personalidad con rasgos mesiánicos como la de Andrés Manuel López Obrador guarecido en sus cuarteles de invierno, pero él ya señaló que quiere dedicarse a la investigación histórica para luego publicar un libro sobre la vida en el México Prehispánico.

AMLO anunció que dejó de pertenecer a Morena, el partido que fundó. No obstante, su hijo Andrés Manuel López Beltrán fue elegido en la directiva principal de la organización.

El futuro de AMLO