Israel vs. Hezbolá: ¿El Medio Oriente se acerca a una guerra total que involucre a Irán?

“Hemos entrado en una nueva fase, la del ajuste de cuentas abierto donde continuamos la batalla de apoyo (a Gaza) y, de vez en cuando, los matamos desde donde esperan y no esperan”, declaró Naim Qasem durante el funeral de Ibrahim Aqil, un miembro del alto rango militar de Hezbolá muerto el viernes en un bombardeo de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) en Beirut. “Las amenazas no nos detendrán: estamos preparados para todos los escenarios militares”, añadió.

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Naim recordó que además del ataque contra los suburbios sur de Beirut, cuyo último saldo es de 45 muertos, a mediados de la semana pasada dos oleadas de explosiones en miles de aparatos de comunicación portados por miembros de Hezbolá mataron a 37 personas e hirieron a casi 3.000 en diferentes puntos del Líbano.

”Israel cometió 3 dolorosos crímenes de guerra contra nosotros que representan los niveles más altos de brutalidad, de los que hemos sido testigos en este siglo y en el anterior. Atacaron a civiles, mujeres, niños, farmacias y hogares”, indicó Naim Qasem.

Por su parte, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, elevó su tono contra Hezbolá y advirtió que si aún no “ha entendido el mensaje” tras la escalada de ataques de los últimos días, pronto “lo entenderá”.

El ataque del viernes de Israel en Beirut fue uno de los más significativos desde que estalló la guerra en Gaza. Las FDI eliminaron a los principales comandantes de la Fuerza Radwan de Hezbolá que mantenían una reunión en un sótano.

El oficial de más alto rango que fue asesinado era el jefe de operaciones y comandante de Radwan, Ibrahim Aqil, pero junto a él fue eliminado Abu Hussein Samir, quien fue jefe de la unidad de entrenamiento de esa fuerza.

Según las FDI, del total de muertos el viernes 16 comandantes pertenecen a los niveles superiores de la Fuerza Radwan, cuya misión es “conquistar Galilea”.

Hezbolá respondió entre la noche del sábado y la madrugada del domingo. El ejército israelí dijo que en ese lapso de tiempo detectó el lanzamiento de unos “150 cohetes, misiles de crucero y drones” hacia el norte de Israel. La mayoría fueron interceptados.

Posteriormente, la milicia libanesa reivindicó los ataques contra el distrito de Haifa, ubicado a unos 50 kilómetros de la frontera entre Israel y el Líbano. Agregó que sus objetivos fueron una fábrica de armamento israelí, una base militar y el aeropuerto de Ramat David.

De acuerdo con la agencia EFE, hubo proyectiles que impactaron y causaron daños en varias viviendas de las urbes de Kiryat Bialik, Tsur Shalom y Moreshet, donde no se registraron víctimas mortales.

Por su parte, el servicio de emergencias israelí Magen David Adom (MDA) informó que al menos dos personas resultaron con heridas leves y una se encuentra en estado moderado tras recibir impactos de metralla en la zona atacada.

Mientras que el portavoz para la prensa internacional del Ejército israelí, Nadav Shoshani, informó que miles de niños del norte de Israel no pudieron ir a clase el domingo debido a los bombardeos.

El Ministerio de Sanidad de Israel ordenó a todos los hospitales cercanos a la frontera con el Líbano que muevan su actividad a zonas fortificadas y que cancelen las cirugías opcionales.

Según The Times of Israel, el hospital Rambam de Haifa, donde fueron trasladados los tres heridos en los ataques de Hezbolá, movió sus operaciones al estacionamiento fortificado del centro.

El ministro de Defensa de Israel, Yoav Gallant,

dijo que la semana pasada fue la más difícil en la historia de Hezbolá.

Las FDI informaron que en la noche del sábado bombardearon 290 objetivos en el sur del Líbano, incluidos miles de barriles lanzadores de cohetes e infraestructura militar, según un comunicado.

El vocero de las FDI, el contralmirante Daniel Hagari, dijo que decenas de aviones de combate israelíes atacaron “extensamente” el sur del Líbano “tras detectar que Hezbolá se preparaba para disparar hacia territorio israelí”.

“Los ataques del Ejército continuarán y se intensificarán”, agregó.

El secretario general de la ONU, Antonio Guterres,

advirtió el domingo del riesgo de transformar Líbano en “otra Gaza” a raíz de la escalada de las hostilidades entre Israel y Hezbolá.

Los grupos armados proiraníes que integran la llamada Resistencia Islámica en Irak reivindicaron el domingo cuatro ataques con drones contra Israel.

“En apoyo a nuestro pueblo en Palestina y en respuesta a las masacres cometidas por la entidad usurpadora contra civiles (...) los muyahidines (...) atacaron en la madrugada de hoy, domingo, con misiles Arqab ‘crucero’, objetivos en el norte de nuestros territorios ocupados”, en Telegram, la Resistencia Islámica en Irak.

La milicia agregó que “continuarán sus operaciones de bombardeo contra las fortalezas del enemigo”.

La Resistencia Islámica en Irak es uno de los principales integrantes de la alianza denominada Eje de la Resistencia, liderada por Irán y que integran Hezbolá, los rebeldes hutíes de Yemen, el grupo islamista Hamás, la Fuerza de Defensa Nacional en Siria, entre otros movimientos armados leales a Teherán también denominados proxys. Todos patrocinados y armados con misiles y drones por la República Islámica.

Estos proxys creen en la causa de la República Islámica y están dispuestos a luchar y a morir por ella. Durante años se han encargado de hostigar a las fuerzas estadounidenses en la región y a las de Israel.

La actual situación hace temer el estallido de una guerra abierta el Medio Oriente, pese a que Hezbolá ha dicho que no quiere entrar en un conflicto a gran escala con Israel y que sus ataques terminarán cuando se logre un acuerdo de alto el fuego en Gaza.

Para Andrés Gómez de la Torre, especialista en temas de defensa, sin duda Hezbolá es una milicia mucho más sofisticada que Hamás, con mayores capacidades y mayor poder de fuego, y es el más potente de todos los proxys iraníes en el Medio Oriente.

Agrega que el golpe a Hezbolá a través de sus medios de comunicación como los beeper y las radios, no reivindicado por Israel, además del asesinato de sus altos mandos, representan una operación de inteligencia de alta sofisticación, “pero todavía es muy temprano para medir si estas acciones obligarán a las milicias chiitas a verse obligadas a negociar con Israel en lugar de entrar en una guerra abierta”.

“Si la alta jerarquía de la República Islámica de Irán es consecuente y realmente tiene una visión estratégica, debería insistir en lo que sabe hacer, que es patrocinar estas guerras tercerizadas a través de sus proxys, guerras no convencionales protagonizadas por toda la constelación de grupos que maneja”, asevera Gómez de la Torre en diálogo con El Comercio.

“Pero si Irán se involucra en una guerra convencional, debe tener en cuenta que su defensa antiaérea es sumamente débil y su Fuerza Aérea es muy antigua. Es decir, no debería arriesgarse a una confrontación directa con Israel, sería lo peor que puede provocar, porque Israel tiene todas las de ganar”, anota el analista.

De acuerdo con el Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW), es probable que con sus acciones la milicias iraquíes apoyadas por Irán están buscando disuadir a Israel de lanzar una gran ofensiva en el Líbano contra Hezbolá. Pero agregó que si esta se da, entrarían en la confrontación.