Gonzalo Galdos

En el reciente , organizado por, se hizo más evidente que no solo el futuro, sino también el presente de nuestro país depende de las decisiones que tome nuestra juventud. Bajo el lema “somos todos”, este encuentro reunió a jóvenes líderes de todo el país, quienes durante tres días reflexionaron, se inspiraron mutuamente y se comprometieron a la acción para asumir el rol histórico que les corresponde en el desarrollo y sostenibilidad del .

Este espacio de convivencia que se viene construyendo desde hace 29 años es un catalizador para el compromiso cívico y la acción comunitaria. Los cadeístas se amalgamaron bajo la premisa de “jugaremos nuestro mejor partido para que campeone la democracia”. Esto, gracias a la presencia de connotados expositores especializados del sector privado, del público y de la academia, cuyos testimonios sirvieron no solo para inspirar, sino también para lograr una conexión intergeneracional, y les recordaron a jóvenes tan talentosos que, con persistencia y convicción, se pueden alcanzar resultados e incluso grandes logros.

Como organizadores, nos hemos enfocado en un llamado a la acción: un grito de batalla en medio de la crisis política, económica y social. ¡Hagámonos cargo y actuemos ya! ¡Democracia somos todos! ¡El Perú los necesita! Llamado que encontró eco y resonó entre todos los cadeístas. Hasta ahí, todo positivo; sin embargo, hay un aspecto crítico que debo de abordar y es que, así como estos jóvenes líderes tienen derechos, también tienen deberes, y uno de ellos es que consideren todas las alternativas posibles para crecer y aportar en su propio país, antes de optar por migrar a otro. Se puede ganar o perder en ese intento, pero no es responsable no comparecer en la cancha.

Es crucial que los jóvenes que cursan estudios superiores comprendan que tienen una gran responsabilidad para con sus padres, su familia, sus maestros y con todas las personas que los han apoyado para lograr el privilegio de ese nivel educativo. Retribuirles esa entrega no solo es un acto de justicia, sino también es demostrarles que no se equivocaron.

Permanecer en el país y contribuir a solucionar sus problemas y a su desarrollo es la forma más significativa de honrar ese compromiso. El Perú necesita que sus jóvenes talentos se queden, que apliquen aquí los conocimientos y habilidades que han adquirido. Pero también es cierto que es responsabilidad de todos nosotros, como sociedad, crear las condiciones necesarias para que esto sea posible. Debemos trabajar juntos Estado, sector privado, academia y sociedad civil, para ofrecerles las oportunidades y los espacios requeridos, y fomentar un ambiente donde ellos puedan prosperar y sentirse valorados.

El daño al Perú es profundo si se van; no solo desperdiciamos la inversión realizada en su educación y formación. Perdemos la capacidad de regenerar el tejido social productivo y el estamento de liderazgo que sus ideas frescas pueden aportar en desafíos modernos que generacionalmente ellos entienden mejor que las generaciones precedentes.

CADE Universitario 2024 de IPAE Acción Empresarial ha demostrado que los jóvenes están listos y dispuestos a tomar acción. Ahora nos corresponde a todos apoyar y alentar su trabajo. Es momento de que todos nos comprometamos con la tarea de fortalecer nuestra democracia y construir un Perú de mayores y mejores oportunidades. Recordemos que todos somos la democracia que queremos y que solo juntos podemos hacerla realidad.




*El Comercio abre sus páginas al intercambio de ideas y reflexiones. En este marco plural, el Diario no necesariamente coincide con las opiniones de los articulistas que las firman, aunque siempre las respeta.

Gonzalo Galdos es Presidente de IPAE Acción Empresarial

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