Carlos Campos

De acuerdo con estudios publicados por el , la industria creativa mundial aporta US$2,2 billones anuales, lo que equivale al 3% del PBI mundial. Los datos revelan que el monto va en ascenso y, según las recomendaciones, las economías APEC deberían reconocer esta tendencia como una oportunidad. Se propone a la industria creativa como catalizador de nuevos modelos económicos.

Por otra parte, según un informe del BAD (2022), la economía creativa constituirá el 10% del PBI global para el 2030. A nivel mundial, las exportaciones de bienes crecieron significativamente entre el 2002 y el 2015, con un promedio del 7%. Por lo tanto, hay un potencial significativo para que este sector impulse el crecimiento económico, a través de la creación de empleo, la generación de ingresos, la promoción de la innovación y el bienestar de las sociedades.

En Perú, el Centro Nacional de Planeamiento Estratégico precisa que, a pesar de la relevancia mundial de la industria creativa en el mundo, su desarrollo ha sido más lento a nivel local. Esta realidad es atendida por la Política Nacional de Cultura hasta el 2030, con el objetivo de promover la gestión cultural y las artes e industrias culturales y creativas.

Según la Cuenta Satélite de Cultura, realizada en el 2017 por el Ministerio de Cultura y el INEI, las industrias culturales y creativas aportaron un 1,2% al PBI nacional y generaron 63.663 empleos. Luego, el informe “Cuantificando la cultura: aproximación de la Cuenta Satélite de Cultura” del 2020 realiza un cálculo referencial, considerando un aporte cercano al 1% al PBI nacional.

Así llegamos al APEC, donde aparecen de manera destacada las actividades tradicionalmente llamadas creativas, como la cultura, el patrimonio, el turismo y diversas manifestaciones artísticas, así como ferias y talleres de inclusión, digitalización y emprendimiento. Sin embargo, aparece una interrogante: ¿dónde está el gran espacio de convergencia creativa e innovación que pueden ofrecer los mundos del diseño, en todas sus especialidades, las comunicaciones y la convergencia con los negocios, como motor de crecimiento?

Se trata de una visión holística, como un metadiseño integrador de creatividad, estrategia, desarrollo, tecnología y experimentación en el campo, orientado a la innovación, con apertura al futuro para darle una nueva forma. Nos referimos al diseño estratégico que es capaz, desde la creatividad y pensamiento de diseñador, de modelar sistemas, políticas, estrategias, nuevos modelos de negocio, servicios y productos, redefinidos y en clave de balance económico, social y medioambiental.

El gran desafío para la creatividad es observarla como eje transversal e integrada, en su total dimensión y proceso hacia la transformación. En el Perú existen valiosos esfuerzos; sin embargo, son insuficientes para estar preparados ante los escenarios complejos actuales y futuros. Para ello, es importante reconocer necesidades y proponer iniciativas, con el fin de estar preparados para las demandas del presente y el futuro. Podemos ensayar las siguientes acciones:

  • Políticas y programas para promover el potencial de la creatividad orientada a la innovación en todas industrias, con el fin de hacer realidad el concepto de nación creativa.
  • Incorporar en el currículo nacional un enfoque transversal de creatividad, así como existen el enfoque ambiental, inclusivo o de orientación al bien común, o hacer mayor énfasis dentro de las competencias o capacidades programadas.
  • Programas de desarrollo de perfiles de líderes creativos, originales, estratégicos, globales y trascendentes, con actitud emprendedora para la generación de valor.
  • Implementación de epicentros creativos, centros descentralizados para el abordaje de necesidades de las regiones e integradas al país, para detectar tejido y articular el ecosistema.
  • Desarrollo de proyectos creativos triple hélice: empresa, Estado y academia.
  • Desarrollar el ‘hub’ creativo para la innovación, interconectado con actores nacionales e internacionales para intervenir en el frente económico, político, social, medioambiental y tecnológico.

El desarrollo de la humanidad demanda una creatividad aplicada a los grandes problemas que nos traen las disrupciones tecnológicas, la sostenibilidad, la redefinición de la industria, la nueva educación, el futuro del trabajo, la salud reinventada, el nuevo urbanismo, entre otros.

En la actualidad, la creatividad es una de las habilidades más buscadas y, aplicada correctamente, es una de las razones fundamentales de la sobrevivencia rentable de las organizaciones. Por ello, podemos avizorar que el futuro de la economía global tiene en la creatividad aplicada de forma estratégica un principal impulsor.

*El Comercio abre sus páginas al intercambio de ideas y reflexiones. En este marco plural, el Diario no necesariamente coincide con las opiniones de los articulistas que las firman, aunque siempre las respeta.

Carlos Campos es director de Innovación en Toulouse Lautrec

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