Uno: fue un personaje tan importante como controvertido. En la espantosa década de los 90, logró construir una base popular muy grande al dar golpes decisivos contra y lograr reencauzar una economía que había destrozado. A la vez, en asociación con , dio un golpe de Estado, violó derechos humanos e impuso fraudulentamente una reelección que duró hasta que los ‘vladivideos’ revelaron los niveles de a los que se había llegado. El apoyo a lo uno y el rechazo a lo otro siguen marcando la vida política. A tal punto que el (que en mucho define el rumbo del país desde el ) y el (que ha impedido tres veces que su hija llegara a la presidencia) siguen siendo las corrientes políticas más importantes, un cuarto de siglo después de que el patriarca pusiera fin a su gobierno y huyera del país.

Dos: desde el 2013 se han dado ayudas económicas a por más de S/20.000 millones para salvarla de sus crisis. Sin embargo, según el , al primer trimestre del 2024, su deuda financiera alcanzó cerca de US$6.200 millones, diez veces más que en el 2013. Ahora el Gobierno anuncia que seguirán desangrando al y que quizás, solo quizás, habrá la reestructuración integral de la empresa que pidió el renunciante directorio. Esto es aún más irresponsable cuando el crece constantemente, llegando a 4,1% en julio, la cifra más alta desde 1995. La calificadora Fitch estima que, al terminar el 2024, será de 3,4%, por encima de la ya inflada meta de 2,8%.

Tres: vinculado a lo anterior está el profundo y creciente deterioro del cargo de ministro, tanto por malos y hasta pésimos nombramientos, como por la altísima rotación en el cargo. Ello no empezó, pero se agudizó profundamente con el desmadre de y lo continúa . No es el caso del , , en lo que refiere a solvencia profesional para el cargo, pero sí en su temor a ser expectorado por la irascible presidenta, algo que le impide actuar con firmeza frente a decisiones gubernamentales que afectan principios básicos que se han respetado por décadas. El exministro lo resume en una reciente entrevista en de la siguiente manera: “El perfil del ministro del MEF de este gobierno es el de uno que no defiende sus fueros”.

Cuatro: si de nombramientos desafortunados se trata, hablemos del ministro de Vivienda, Construcción y Saneamiento, que en el gobierno de Pedro Castillo fue secretario general del ministerio cuando era ministro el ahora preso . Además, Whittembury enfrenta una investigación preparatoria por colusión agravada y asociación ilícita para delinquir, por la adjudicación de una obra en que habría favorecido a . Inocente o culpable, cabe preguntarse si ese es el perfil que se necesita en un ministerio tan golpeado por la corrupción.

Cinco: , en su encuesta para “Perú 21″, encuentra que el 82% percibe que la decisión de mantener en el a está motivada por la protección que Dina Boluarte necesita por la investigación en el Caso . Aun así, la situación de Santiváñez es muy precaria, por los explosivos audios que se le atribuyen. Más aún, cuando el abogado del capitán declaró que los fiscales ya validaron su autenticidad. Más cauto, el fiscal de la Nación sostiene que el peritaje está casi listo. De confirmarse que esa es su voz, se sellaría el destino del ministro. Quizás ello explique su reciente y abiertamente inconstitucional planteamiento de “intervenir el declararlo en emergencia y formar una junta para que lo reestructuren”.

*El Comercio abre sus páginas al intercambio de ideas y reflexiones. En este marco plural, el Diario no necesariamente coincide con las opiniones de los articulistas que las firman, aunque siempre las respeta.

Carlos Basombrío Iglesias es Analista político y experto en temas de seguridad