:quality(75)/s3.amazonaws.com/arc-authors/elcomercio/24db200a-708c-41c4-851a-4a1dead03cac.png "Federico Salazar")
‘La Bestia’ se enfrentó al tráfico de Lima: la travesía del auto blindado que trasladó a Joe Biden
El Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico no sirve. No sirve, por lo pronto, para hacer lo que dicen que hace.
El Perú ingresó al foro en 1998. Desde entonces, se sostiene, incrementó su intercambio comercial más de 10 veces con los otros países miembros.
Como ha dicho Iván Alonso, la mitad de ese crecimiento se debió a las exportaciones de minerales a China (El Comercio, 15/11/24). Las inversiones, agregó, crecieron más por las buenas políticas económicas que por la cooperación de los gobiernos.
También se ha dicho que el APEC en Lima ha permitido mostrar al Perú a los potenciales inversionistas. Ningún inversionista va a invertir solo porque la reunión del APEC se hace en Lima.
Lo que atrae a la inversión son las buenas políticas económicas que persisten en el tiempo. La confianza en la estabilidad institucional es determinante.
Con Pedro Castillo, el Perú estuvo muy cerca del cambio de Constitución. La perforaron y maltrataron el populismo de Martín Vizcarra y Castillo.
El Congreso ha dado leyes que erosionan el modelo económico. El Gobierno ha optado por preservar Petro-Perú, succionando valiosísimos recursos del presupuesto.
¿Va a cambiar el tipo de Congreso? ¿Vamos a tener un presidente que sepa de economía y quiera hacer las reformas? No ha cambiado el marco normativo electoral. ¿Por qué habría de cambiar el tipo de elección que hacemos?
El presidente de China comunista, Xi Jinping, en el APEC, envió un mensaje a favor de la globalización y la apertura comercial. Donald Trump, el futuro presidente de Estados Unidos, ha lanzado, más bien, una amenaza proteccionista.
“Obstruir la cooperación económica bajo pretexto de toda índole y obstinarse en dividir el mundo ya interdependiente es dar marcha atrás en la historia”, dijo en su mensaje Xi Jinping.
Esto no lo van a entender el nuevo presidente de Estados Unidos ni la izquierda peruana.
El APEC no resolverá la guerra comercial ni las pataletas autárquicas de Trump. Ser miembros del APEC tampoco disolverá la oposición a la inversión en Tía María o la resucitación de Conga.
Nuestro problema con la tramitología, con la inestabilidad política, con el crimen organizado no se resolverá con el carnet de membresía en el APEC.
El Perú no se convertirá en un “‘hub’ del comercio sudamericano” solo por tener un puerto. Se necesitan mercados, empresas, trabajo calificado, producción, infraestructura, logística y estabilidad.
Nadie nos va a sacar del hoyo si no cambiamos.
