Mariza Zapata

Un ensayo de sobre el giro lingüístico en periodismo aborda el tema del significado y sentido en la comunicación periodística. Es un estudio teórico de los enunciados, pero es oportuno para tratar la trama mediática del reloj marca Rolex en la muñeca de la presidenta

Desde la perspectiva hermenéutica, Chillón señala que el significado es una palabra convencional, fija, verificable y hasta cuantificable para los estudiosos del discurso. En cambio, el sentido desborda cualquier intento de contabilidad. Se apoya en el significado, pero es creado y recreado por el diálogo de los interlocutores; solo es aprehensible cualitativamente mediante la interpretación. Chillón concluye y dice que el mundo adquiere sentido solo en la medida en que lo traducimos lingüísticamente.

Partiendo de estos conceptos muy puntuales, el significado de ‘reloj’, tal como lo detalla el diccionario de la Real Academia Española, es ‘instrumento para medir el tiempo’. Un Rolex es una marca de reloj suizo, de precisión y alta calidad, y su exclusividad se basa en el alto precio y en los dispositivos que contiene; por lo tanto, y aquí empieza a construirse el sentido, solo lo pueden comprar las personas que cuentan con elevados ingresos económicos. No está al alcance de todos, es un lujo y muchos solo lo pueden ver a través de catálogos.

Vemos, entonces, que el sentido se forma de las vivencias, de las creencias. Y la creencia se apoya, citando a Aristóteles en la “Retórica”, en lo verosímil; es decir, agrega Chillón, en la opinión generalizada o habitual compartida por la mayoría.

Esta última afirmación refuerza el sentido que se le da, además, a la tenencia de un Rolex como un objeto de prebendas o coimas, o de obsequios bajo la mesa, entre los políticos, o que se adquiere con recursos indebidos. Esta creencia quizás es la que ha generado más indignación porque el robo y la corrupción continua en la gestión pública en nuestro país, y difundida por los medios de comunicación, forma parte de la impronta narrativa y los conocimientos previos que tienen las personas (en este caso, los peruanos) a la que hace mención Hans-Georg Gadamer en el método hermenéutico. Hasta el Ministerio Público intervino de oficio e inició investigaciones por presunto enriquecimiento ilícito.

También es verosímil, creíble, que Dina Boluarte con su sueldo de exministra y luego presidenta de la República tenga dinero ahorrado para comprar un reloj de lujo. Si hacemos sumas y restas de lo que recibe como sueldo, es factible. Pero ella lo enredó todo al decir que era una “joya de antaño”, como si los medios de comunicación no tuvieran todos los recursos tecnológicos para verificar la certeza de esa afirmación.

Lo cierto es que la presidenta, con su Rolex en la muñeca, no ha sido coherente con el discurso de sencillez, de humildad, de mujer de pueblo que divulga en las plazas. Hay una falta de empatía y quizás una burla hacia las personas de escasos recursos económicos a quienes abraza y les da un apretón de manos.

Otro análisis para que sus asesores de comunicación tengan en cuenta, para revertir la caída de popularidad de Boluarte, que, según una encuesta de Datum para El Comercio del mes pasado, llega solo al 10% de aprobación.

Mariza Zapata es Editora de Contenidos Impresos

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