Del debate presidencial del martes pasado en Estados Unidos, que era el primer cara a cara entre Donald Trump y Kamala Harris, debían salir algunas conclusiones sobre las propuestas de gobierno de cada uno. Pero no fue así. Pasada la resaca y los abundantes análisis sobre quién hizo una mejor presentación, lo que han quedado son los memes. Y no de los candidatos, que suele ser lo usual, sino de los que terminaron siendo los protagonistas de aquella noche: los gatos y perros amenazados por hordas de inmigrantes haitianos que se los roban para comérselos en Springfield, Ohio.
No es novedad –de hecho, es su marca personal– que Donald Trump suelte bulos, argumentos sin sustento, comentarios “que vio en televisión” o teorías conspirativas para explicar algún tema. Lo hizo desde el día en el que anunció su candidatura en aquel 2015, cuando habló de mexicanos “violadores” para puntualizar lo que ha sido su bandera: la lucha contra la inmigración.
El republicano no ganó el debate. Kamala Harris hizo bien su tarea y lo arrinconó por ratos, lo desesperó, le tendió trampas. Eso no quiere decir que Trump haya perdido. Porque, si una habilidad tiene el exmandatario, es la de salirse con la suya, casi siempre. Y el comentario sobre las mascotas, por más indignante que parezca (la cara de incredulidad de la vicepresidenta lo decía todo), ha puesto a discutir sobre un tema que podría inclinar la balanza en estas elecciones, aunque no de la manera seria y alturada en la que debería tratarse.
El propio candidato republicano a la vicepresidencia, JD Vance, ha reconocido que “estos rumores pueden ser falsos”, pese a que él mismo se encargó de esparcirlos, pero el objetivo era sacar provecho del mensaje.
El foco que ahora tiene la comunidad haitiana debido a esta ‘fake news’ es un ejemplo de cómo la administración de Joe Biden no ha podido lidiar con la crisis migratoria, mucho menos la vicepresidenta Harris, a quien se le encargó liderar los esfuerzos sobre la entrada de indocumentados en la frontera sur. El tema migratorio, que estratégicamente casi no lo tocó en el debate, es justamente uno de sus flancos más débiles y al que tendría que poner mayor atención en la campaña si quiere lograr el voto de los indecisos en los estados claves, que es donde se definirá la elección.
Harris pudo haber ganado el debate, pero todavía le faltan kilómetros para llegar a la meta, si los memes se lo permiten.