:quality(75)/s3.amazonaws.com/arc-authors/elcomercio/f55cfb26-3e37-4ea4-8c8a-2ed702247572.png "José Carlos Requena")
El reciente sondeo de Ipsos sobre preferencias electorales (”Perú 21″, 20/4/2021), a menos de un año de la elección, trae información relevante que vale la pena mirar con atención.
En cuanto a las preferencias de nombres, el cambio parece poco significativo, al constatar que Keiko Fujimori sigue encabezando las preferencias (11%, solo un punto porcentual menos que en enero del 2025 y octubre del 2024), mientras se confirman como escoltas a Carlos Álvarez y al alcalde de Lima, Rafael López Aliaga (ambos con 6%, dos puntos porcentuales más que en enero).
Los demás candidatos se ubican dentro del margen de error (+/- 2,8%). Las excepciones son Verónika Mendoza y Hernando de Soto (ambos con 3%), quienes ya participaron en elecciones nacionales (Mendoza en el 2016 y ambos en el 2021).
Pero es en el terreno de los partidos donde se observa información relevante. Preguntados, sin considerar candidatos, por la opción partidaria que preferirían, solo Fuerza Popular (9%) retiene el primer puesto. El partido de López Aliaga (Renovación Popular) alcanza solo un tercio (2%) de lo que genera su candidato (6%).
En tanto, el partido de Carlos Álvarez, País para Todos, no figura entre las ocho opciones que presentan al menos un 2% de intención de voto. De hecho, aunque es un ejercicio pendiente, difícilmente se logre asociar el nombre de Álvarez al de alguna agrupación política. Ni qué decir de su logo.
La lista de ocho partidos, con al menos 2%, y su respectiva intención de voto es la siguiente: Fuerza Popular (9%), Acción Popular (6%), Perú Libre (4%), Avanza País (2%), Alianza para el Progreso (2%), Somos Perú (2%), Renovación Popular (2%) y Frepap (2%).
De todos ellos, al menos dos (Somos Perú y Frepap) carecen de un rostro que pueda asociarse fácilmente a una candidatura. Somos Perú presentó, en el 2021, a Daniel Salaverry, hoy alejado del partido. Frepap, por su lado, tuvo un auspicioso desempeño en las elecciones congresales extraordinarias del 2020, pero no consiguió presentar candidato el año siguiente.
Por otro lado, llama la atención la resiliencia de algunas marcas partidarias, a pesar del teórico desgaste que podrían haber experimentado en el presente lustro: Acción Popular y Perú Libre.
En el primer caso, el pasivo que deberían haber significado ‘Los Niños’ parece no haber sido significativo; en el segundo, ni la responsabilidad inobjetable de haber llevado a la presidenta Dina Boluarte a Palacio de Gobierno ni el sostenerla desde la Mesa Directiva del Congreso parecen hacer mella. Este último apunte puede extenderse a Fuerza Popular, la mayor bancada en el Parlamento.
El ejercicio planteado por Ipsos no incluye logos y, además, es bastante prematuro, considerando que dos tercios del voto se deciden en el último tramo. Pero vale para ponderar el peso que aún tienen las marcas partidarias. No es poca cosa.
