Paola Villar S.

Este domingo, mientras el país celebra Fiestas Patrias, la presidenta dará su esperado mensaje a la nación ante el Congreso, en medio de serios cuestionamientos que se mantienen en su contra y a solo unas semanas de declarar a la prensa tras más de 90 días de silencio total, en una conferencia que dejó serias dudas sobre la transparencia que la mandataria asegura tener. Pero más allá de lo que pueda decir la presidenta sobre la situación política en la que sobrevive (‘spoiler’: dirá poco o nada), se tiene previsto que Boluarte aproveche la ocasión para realizar diversos anuncios de índole económica, como ya es habitual en los mensajes presidenciales.

Lo seguro es que la mandataria resaltará el crecimiento económico de los últimos meses, que todavía parece ser más rebote que crecimiento puro y duro. Pero entre estos posibles anuncios se podría encontrar el de un potencial aumento de la remuneración mínima vital (), que hoy asciende a S/1.025; un anuncio poco novedoso y que sigue siendo usado de manera populista, sin importar las falsas esperanzas que pueda despertar.

Hasta el momento, los titulares de Trabajo y Promoción del Empleo y de Economía y Finanzas han dejado entrever en recientes declaraciones que el tema está en agenda. El ministro de Economía y Finanzas, José Arista, dijo la semana pasada que esta posibilidad no se descarta, mientras que Daniel Maurate, ministro de Trabajo, adelantó que ya se está coordinando volver a reunir al Consejo Nacional de Trabajo (CNT), el espacio donde se debería analizar –a partir de diversos parámetros técnicos, como el crecimiento de la economía y la inflación– si es viable o no realizar este incremento.

Este último punto es fundamental para entender qué se esconde detrás de los anuncios sobre aumentos de la RMV: el CNT, que congrega a empresas, gremios sindicales y al propio Estado, es el lugar en el que debería lograrse consenso a nivel técnico, así como sobre el monto más adecuado que permita que las pocas mypes formales que existen en el país no se vean perjudicadas. Pero históricamente este espacio ha sido muy inestable y en muy pocas ocasiones se ha logrado acuerdos que permitan alcanzar cambios importantes en materia laboral. Y, aunque Maurate ha precisado que las partes que conforman este consejo tienen buena disposición para asistir a dicho espacio y sentarse a discutir, hace apenas unos días la Confederación General de Trabajadores del Perú (CGTP) –que debería estar en el CNT– protestó para exigir un aumento de la RMV a como dé lugar. Así que, a la fecha, nada está dicho.

Al final, y como mencionaba al inicio de esta columna, las promesas sobre incrementos en la RMV casi siempre quedan en el vacío, sin importar a quiénes pueda afectar. Basta con retroceder al mensaje de Fiestas Patrias del 2023, cuando Boluarte dijo esperar que “pronto” se dieran novedades sobre un aumento de la RMV. Un año más tarde, esta promesa –como muchas otras más– quedó en letra muerta. Y con sus palabras, al igual que muchos otros políticos, la presidenta solo demostró que es bastante fácil que sus palabras se las lleve el viento.

*El Comercio abre sus páginas al intercambio de ideas y reflexiones. En este marco plural, el Diario no necesariamente coincide con las opiniones de los articulistas que las firman, aunque siempre las respeta.

Paola Villar S. es productora editorial y periodista