La ideología es deformación de la realidad de acuerdo con nuestros intereses. Es también una concepción del mundo, entonces se nos presenta como cultura. Por ejemplo, la concepción occidental y cristiana del mundo. La ideología se puede definir como la fundamentación teórica de la praxis política, como cuando decimos “la ideología de Acción Popular”, “la ideología del Apra”, “la ideología marxista”, etc.

La , tiranía, autocracia es una forma de gobierno, una manera de organizar el poder concentrado en un individuo y su entorno. Esta se caracteriza por ser intolerante con las ideas y las prácticas políticas de quienes se le oponen. Los persiguen, los encarcelan, los torturan y los matan. Su régimen político se basa en el terror y genera la peor desigualdad, quitándole la libertad a otros para ponerla a su servicio. No importa qué ideología profesa, pueden ser de derecha o de izquierda, pero tienen una finalidad: concentrar todo el poder y terminar con la libertad del prójimo.

Sin embargo, muchos salen a defenderla o callan en complicidad. Aunque las elecciones sean amañadas, tramposas, y lo saben, insisten en su legitimidad. A pesar de que ese dictador controla todos los poderes del Estado, como lo hace el chavismo, desde hasta . Aquí en el Perú unos congresistas peseteros lo saben hacer, llaman democracia a lo que no es democracia.

Deforman la realidad para justificar las monstruosidades que hacen los tiranos porque piensan como ellos, creen que el poder es el uso permanente de la fuerza bruta para eliminar a los que piensan y opinan distinto.

Hay dictadores que han permanecido hasta la muerte como Chávez, Castro y Franco, pero otros cayeron en desgracia porque los pueblos se rebelan. Las dictaduras producen tragedias, y no hay peor tragedia que la destrucción de tu yo individual y de tu yo colectivo. Por eso llega el momento en que los pueblos dicen basta. Entonces viene la insurgencia, la rebelión e incluso la revolución contra el tirano, que muchas veces, como gran cobarde que es en el fondo, huye. Los peruanos sabemos de eso y los venezolanos lo sabrán, porque no queda otra alternativa: o te matan o matas, como sucedió con Ceaușescu en Rumanía, Gadafi en Libia y Hussein en Irak. Solo para dar tres ejemplos de los múltiples casos que hay en la historia.

Al pueblo venezolano, que está luchando contra un dictador que quiere quedarse en el poder con fraude y por la fuerza, lo instamos a que no dé marcha atrás y recuerde estas palabras de Simón Bolívar: “Cuando la tiranía se hace ley, la rebelión es un derecho”.

Y verán cómo luego esos que deforman la realidad para defender al tirano terminarán como perritos falderos.


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Francisco Miró Quesada Rada es Exdirector de El Comercio