Maite  Vizcarra

Aparecen a mediados del 2012 en varias partes de Europa, y en el Perú se hacen más contundentes durante el encierro de la pandemia, mostrándonos sus facetas más personales entre cuatro paredes, pero también asumiendo el rol de ‘watchdog’, denunciando, en tiempo real, esas conductas de la ciudadanía que incumplían las reglas de distanciamiento social que literalmente nos permitían sobrevivir al COVID-19.

Así es como aparecen los llamados ‘’, o quienes en su versión más pura son gente que, celular en mano, deciden realizar transmisiones en tiempo real de diversos contenidos a través de plataformas como YouTube, TikTok, etc., y con motivaciones que van desde el cotilleo y el vacilón hasta la catarsis y la indignación. Desde el confinamiento hasta la fecha, el fenómeno de los ‘streamers’ como nuevas plataformas de contenido y jerarquizadores de corrientes de opinión pública ha sufrido un estallido de popularidad al punto de que hoy es posible encontrar varias opciones lideradas por artistas, actores, deportistas y cualquier valiente que, micrófono enfrente, pretenda convertirse en el próximo ‘influencer’ de YouTube.

Pero la irrupción de los ‘streamers’ como los ‘broadcasters’ de estos tiempos también genera algunas interrogantes que provienen de quienes se pueden ver afectados por su aparición. ¿Son los ‘streamers’ periodistas ciudadanos? ¿Les corresponde a los ‘streamers’ hacer activismo político? ¿Deben los ‘streamers’ informar con veracidad y ética? ¿Matarán los ‘streamers’ a medios tradicionales como la televisión?

Convengamos en que ya la asociación de los ‘streamers’ con la noble labor de informar o crear corrientes de opinión que antaño solo se les atribuía los denominados “personajes de prensa” se retrotrae a la aparición del llamado “periodismo ciudadano” y que es una manera más de activismo digital o ‘hacktivismo’. Y que un periodista ciudadano es alguien que define tener un papel activo en el proceso de recoger, transmitir, analizar y diseminar información, que debería ser independiente, fiable y diversa, tal y como la democrática libertad de expresión manda.

Entonces, volvamos a la pregunta que nos convoca: ¿son los ‘streamers’ los nuevos periodistas ciudadanos de estos tiempos? La verdad, hay que decir que, habiendo tantos tipos de periodismo ciudadano, hay para todos los gustos. Y probablemente sean tan solo los ‘streamers’ que honestamente deseen ejercer el ciberactivismo los que pretendan constituirse en una forma integral de comunicación que se erija como una alternativa mediática.

Sobre este tema y la eventual influencia de los ‘streamers’ peruanos en situaciones más estelares como, por ejemplo, los comicios del super año electoral 2026, he escuchado muchas opiniones en los últimos tiempos. Y la única conclusión clara a la que se puede llegar de esas charlas es que, dado que en Internet hay demasiado espacio para muchos contenidos, todavía hay lugar para ver más propuestas que vayan más allá de la chacota, la gamberrada y los análisis políticos de ciencia ficción.

Tal vez entre esos nuevos ‘streamers’ que aún no asoman la nariz en YouTube se erija gente honestamente interesada en darle una nueva jerarquía a los temas que sí interesan a la ciudadanía. Tal vez uno de esos ‘streamers’ conduzca alguno de los próximos debates presidenciales en TikTok. Veremos.




*El Comercio abre sus páginas al intercambio de ideas y reflexiones. En este marco plural, el Diario no necesariamente coincide con las opiniones de los articulistas que las firman, aunque siempre las respeta.

Maite Vizcarra es Tecnóloga, @Techtulia

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