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Fiebre populista
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El Consejo Fiscal (CF), organismo autónomo dedicado a fortalecer la transparencia y la institucionalidad de las finanzas públicas en nuestro país, convocó esta semana una conferencia de prensa por primera vez en su historia. Un hecho excepcional, pero plenamente justificado, pues tuvo por fin dar una voz de alarma con respecto a la forma en que el actual Congreso ha agravado la presión fiscal durante los últimos cuatro años y amenaza con seguir haciéndolo. Solo en lo que concierne a las normas con impacto fiscal que ha aprobado por insistencia –es decir, a pesar de que el Ejecutivo las observó inicialmente–, el costo a enfrentar supera ya los 35 mil millones de soles y representa un 65% más que aquel que tuvieron las medidas de ese corte en los tres períodos congresales anteriores (2006-2011, 2011-2016, 2016-2021).
Pero eso no es todo: en estos cuatro años se han puesto además en vigor otras 120 normas de las mismas características que la administración anterior ni siquiera se atrevió a observar. Y, por último, hay 352 propuestas legislativas de eventual impacto fiscal adicionales esperando su turno para recibir luz verde de la representación nacional. Solo el 10% de ellas, según un cálculo especializado, nos impondría un costo anual de 25 mil millones de soles…
¿Cuál es el contenido de todas esas normas aprobadas o por aprobar que atentan contra el equilibrio fiscal? Pues, por un lado, “homologaciones” y “nombramientos” a los trabajadores de distintos sectores que dependen del Estado, como Salud y Educación; y, por otro, concesiones de exoneración tributaria a las “zonas económicas especiales” o a actividades como la agroindustria. En uno y otro caso, lo que hay detrás es la voluntad clientelista de una mayoría de parlamentarios por atender a bolsones de potenciales electores otorgándoles un beneficio concentrado y diluyendo el costo del mismo entre el resto de la ciudadanía. Por eso, el exministro David Tuesta no ha dudado en describir la situación como la de una “fiebre altamente populista”.
Sin mayor distinción entre bancadas, en efecto, la presente conformación parlamentaria, alimentada al parecer en muchos casos por la ilusión de conseguir la reelección, está hipotecando nuestro futuro sin miramientos. Porque si la situación ya es delicada ahora que los precios internacionales de los metales nos favorecen, es de imaginar lo que sucederá cuando ese ciclo termine (algo que, tarde o temprano, ocurrirá de todos modos) y la única manera de atender ese gasto corriente se a través del incremento de los impuestos. La fiebre tiene que ser cortada antes de que sea demasiado tarde.

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