El domingo se cumplió un año desde que el Poder Judicial ratificó en segunda instancia la condena por corrupción en el Caso Aeródromo Wanka contra Vladimir Cerrón. Desde entonces, y pese al medio centenar de operativos que la policía asegura que ha efectuado para capturarlo, el excompañero de fórmula de la presidenta Dina Boluarte continúa libre, utilizando sus redes sociales para compartir mensajes de sus correligionarios y atacar a quienes lo critican.
Pero este no fue el único aniversario que se cumplió el 6 de octubre. Junto con él está el de las vergonzosas excusas que sus prosélitos vienen formulando desde hace un año para tratar de justificar la fuga de su líder o, peor aún, tratar de vender la idea de que no se ha fugado. Y estos últimos tres días han sido una buena muestra de ello.
Una de las más emblemáticas en esta tarea ha sido la legisladora María Agüero, que en el último año se ha paseado por varios sitios, incluyendo el hemiciclo, con un polo con la cara del prófugo y el mensaje de “¡Justicia!”. Ella tuiteó el domingo: “Un año de resistencia y sacrificios de Vladimir Cerrón ante el poder opresor de unos pocos”. No fue la única. Su colega de bancada Américo Gonza, promotor de la famosa ley de crimen organizado que hoy cuestionan desde los empresarios hasta el cardenal, saludó en Exitosa a su líder por su “año de resistencia a una medida injusta de este sistema de injusticia”.
En tanto, el legislador Flavio Cruz denominó en sus redes sociales el 6 de octubre como el “día de la resistencia a la persecución política”, junto con una imagen en la que, además de Cerrón, aparecían las fotografías de Gregorio Santos, exgobernador de Cajamarca condenado a nueve años de prisión en el 2022 por corrupción, y Walter Aduviri, exgobernador de Puno sentenciado a cuatro años de prisión en el 2019 por el ‘aymarazo’. Pero sin duda el que se llevó todos los reflectores fue el parlamentario Isaac Mita, nada menos que presidente de la Comisión de Justicia, que en una entrevista en Canal N aseguró que Cerrón no era prófugo porque está pendiente de revisión un recurso presentado por su defensa ante el Tribunal Constitucional, y que, cuestionado entonces sobre por qué está en la clandestinidad si su sentencia no es firme, retrucó: “Hay una persecución política y tiene derecho a proteger su vida”.
Declaraciones, en fin, que demuestran que en cierto sector del Congreso son el sentido común y la vergüenza los que están en fuga.