(Foto: Laura Urbina)
Áncash
Laura Urbina

Los vecinos del caserío de Lirioruri, en Áncash, están enfurecidos. Ayer, mientras sepultaban los cuerpos de tres menores que murieron el domingo en un incendio provocado por un sujeto, todos clamaron por justicia. Los vecinos de Lirioruri, una localidad ubicada a 3 mil metros sobre el nivel del mar, exigieron que se capture pronto al asesino y que se lo condene de la forma más severa.

El acusado se llama Anthony Osorio Mujica, de 21 años. Según la fiscalía, en la madrugada del último 31 de diciembre, Osorio irrumpió en la casa de su ex pareja y la atacó varias veces con un cuchillo. Luego, roció gasolina en la vivienda, ató la puerta de una habitación con un cable y prendió fuego. Por si fuera poco, Osorio raptó a su hija de 3 años, pero la abandonó al día siguiente en casa de sus padres, en Villa El Salvador (Lima).

Seis personas sobrevivieron el incendio: Lizbeth Cerafín Minaya (la ex pareja de Osorio), su madre Teresa Minaya Heredia y cuatro de sus hermanos, de 16, 13, 8 y 6 años. No obstante, en un hospital cercano  murieron unas horas después tres menores de 17, 11 y 10 años. Ellos también eran hijos de Teresa y hermanos de Lizbeth.

Hoy Lizbeth se recupera en Lima de los profundos cortes que sufrió en el rostro y brazos. Mientras tanto, su madre y sus cuatro hermanos sobrevivientes son atendidos en el Hospital Central de la Fuerza Aérea y en el Instituto Nacional de Salud del Niño, respectivamente.

Estos hechos ocurrieron en una casa muy humilde, en el distrito de Independencia, a unos 15 minutos de Huaraz. Ayer, en el suelo de la vivienda aún se podían ver prendas y juguetes quemados. Los peritos del Ministerio Público ya han tomado varias muestras para reconstruir el brutal ataque.

—Se negó a volver con él—
Según dijo a El Comercio el fiscal William Loayza, a cargo de la investigación, Anthony Osorio actuó enloquecido por los celos. “Ellos no mantenían una relación, pero ante la negativa de la joven de regresar con él, el agresor tuvo esa reacción”, comentó Loayza, quien es titular de la Sexta Fiscalía Penal Corporativa de Áncash.

También se informó que, un día antes del ataque, Osorio discutió con su ex pareja por la tenencia de su hija. Lizbeth Cerafín trabaja en un restaurante de Huaraz y había abandonado al padre de su niña hace cuatro meses por sus constantes agresiones.

El martes, algunas horas después del ataque, el fiscal Loayza solicitó la orden de detención de Anthony Osorio. Se lo acusará por los delitos de tentativa de feminicidio, tentativa de homicidio calificado y homicidio calificado. El Poder Judicial ya pidió la captura de este sujeto, quien trabajaría como taxista en Lima. Se investiga además si tiene antecedentes delictivos.

Debido a que Osorio abandonó a su hija en Villa El Salvador, la policía lo busca intensamente en Lima y el norte chico. En las próximas horas, el Ministerio del Interior lo incluiría en su programa de recompensas.

—Necesitan ayuda—
En la Unidad de Cuidados Intensivos para pacientes quemados del Instituto Nacional de Salud del Niño (San Borja) permanecen los cuatro menores sobrevivientes del ataque en Lirioruri. Según informó el Ministerio de Salud (Minsa), ellos serán sometidos a varias cirugías para regenerar la piel afectada.

El ministro de Salud, Fernando D’Alessio, supervisó ayer la atención que se le da a los menores y dijo que usarán toda la tecnología disponible para garantizar su recuperación. La directora del instituto, Zulema Tomas, añadió que los casos son “complejos” debido a que ellos sufrieron heridas en las vías respiratorias (laringe, faringe y tráquea).

De los cuatro menores, el más estable es el que tiene 6 años. Este niño tiene quemaduras en el 20% del cuerpo y está “hemodinámicamente estable”, según los partes médicos.

El Ministerio de Salud instó ayer a la población a acercarse al Hospital del Niño de San Borja para donar sangre tipo O+ para los niños quemados en Áncash. Estas donaciones pueden realizarse de lunes a domingo entre las 7 a.m. y las 5 p.m.

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