En el Perú solo el 20% de la población que requiere atención en salud mental accede a servicios especializados.
En el Perú solo el 20% de la población que requiere atención en salud mental accede a servicios especializados.
Redacción EC

En el contexto actual de creciente violencia y extorsión en el Perú, es fundamental entender el papel de la en la prevención de estos problemas sociales. Sin embargo, la situación se agrava porque en el Perú solo el 20% de la población que requiere atención en salud mental accede a servicios especializados. Esta brecha no solo deja a muchos ciudadanos sin tratamiento adecuado, sino que afecta directamente la capacidad de evitar comportamientos violentos y delictivos que, en algunas ocasiones, están relacionados con problemáticas de salud mental no diagnosticadas ni tratadas a tiempo.

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En ese contexto, Carlos Flores, director de la carrera de Psicología de la Universidad de Ciencias y Artes de América Latina (UCAL), subrayó que la identificación temprana y el tratamiento adecuado de los problemas mentales son fundamentales no sólo para atender los síntomas, sino para prevenir que estos trastornos se desarrollen desde la infancia. “Un trastorno de este tipo no surge de la nada, muchas veces sus raíces se encuentran en las primeras etapas de la vida. Más que detectarlo cuando ya está presente, lo esencial es crear condiciones que eviten su aparición”, señaló.

La salud mental está intrínsecamente relacionada con el comportamiento humano, y su descuido puede llevar a un aumento en conductas antisociales y criminales. Bajo ese contexto, el académico de UCAL detalló tres razones por las cuales es crucial atender esta área y cómo se puede hacer efectivamente:

Brindar herramientas para reducir la violencia: muchas personas recurren a la violencia porque no cuentan con las herramientas necesarias para negociar y expresar lo que desean. En ese sentido, enseñar habilidades como la escucha activa, la empatía, el manejo emocional y la comunicación asertiva puede marcar una diferencia significativa.

Fomentar nuevas perspectivas sociales: las personas que recurren a la violencia frecuentemente requieren apoyo para desarrollar una nueva escala de valores sociales, donde el diálogo y la capacidad de negociación reemplacen el lenguaje violento. Aquellos que ejercen violencia, en muchos casos, se sienten desubicados en su entorno y buscan validación a través de comportamientos agresivos, como unirse a pandillas o delinquir. Por ello, es clave proporcionarles herramientas y oportunidades para explorar otras formas de relacionarse y resolver conflictos sin recurrir a la violencia.

Mejora del bienestar general: mantener una buena salud mental no solo beneficia al individuo, sino que también tiene un impacto positivo en la sociedad. Las personas mentalmente saludables tienden a ser más productivas y a participar más activamente en la sociedad. En este contexto, los psicólogos desempeñan un papel fundamental al brindar herramientas efectivas que permiten a las personas gestionar sus emociones, resolver conflictos y establecer relaciones más saludables.

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