La extensa red mafiosa, por Fernando Rospigliosi
La extensa red mafiosa, por Fernando Rospigliosi
Redacción EC

ENRIQUE VERA C./ RODRIGO CRUZ A.

Los que sospechaban de las operaciones clandestinas que el mayor PNP (r) José Luis Carmen Ramos cumplía al servicio del presidente regional de Áncash, César Álvarez, lo llamaban ‘El Maquiavelo’ o, simplemente, ‘Vladimirito’.

El ex oficial era quien pagaba con dinero del gobierno regional ancashino a los empleados de ‘La Centralita’ –local desde donde se seguía las comunicaciones de los opositores políticos de Álvarez– e incluso fue testaferro de la autoridad regional, según la investigación del Ministerio Público.

La noche del último domingo, cuando agentes de Homicidios, así como del grupo Génesis lo buscaban en Chimbote y Trujillo, Carmen Ramos llegó con su abogado en un lujoso carro del año para presentarse en la Dirincri de Lima. Su entrega no sería más que una estrategia legal con miras a la inminente delación de sus cómplices detenidos el jueves pasado.

Carmen Ramos era una de las 30 personas cuyo arresto preliminar había sido solicitado por integrar la presunta red criminal que encabeza César Álvarez. El ex policía, quien en esta relación aparecía en el puesto 15, es pieza clave para entender el porqué de la ola de corrupción y homicidios de corte político en Áncash.

Las pesquisas policiales dan cuenta de que este personaje sugería a Álvarez quiénes eran los críticos a su gestión que debían ser eliminados.

En los testimonios recogidos se apunta, además, que actuaba como nexo directo entre su jefe y los sicarios integrantes del ‘grupo de élite’ (así denominado por los delincuentes).

El mayor retirado, según los testigos, proveía vehículos, armas y teléfonos celulares a los asesinos y les entregaba dinero de una caja chica, que le había proporcionado el Gobierno Regional de Áncash.

En sus investigaciones preliminares, la fiscalía determinó que Carmen Ramos, jefe de seguridad de Álvarez, estaba coludido con los suboficiales PNP Roberto Ísmodes Bustamante, Willmer Vargas Llumpor, César Siguas Gonzales y Hugo Mayo Cortez. Estos desviaban o tergiversaban las indagaciones de sus colegas cuando algún crimen o denuncia alcanzaba a Álvarez,

Otros informantes indicaron que esta red de policías y ex agentes corruptos era la que comunicaba a los funcionarios del gobierno regional si se iniciarían indagaciones en el ámbito fiscal sobre las supuestas irregularidades en licitaciones de obras.

El también ex jefe de la Sección de Investigación Criminal (Seincri) en Chimbote fue quien organizó el primer atentado contra el ex consejero regional de Áncash Ezequiel Nolasco, en julio del 2010.

Así lo denunció el mismo Nolasco el año pasado, luego de que tuviera acceso al registro de llamadas del celular de Carmen Ramos. En ese entonces, el ex consejero informó ante la Fiscalía Provincial Penal de Nuevo Chimbote que la noche del primer atentado contra su vida, el mayor en retiro tuvo constante comunicación telefónica con Rubén Moreno Olivo, ‘Goro’. Este sicario es el principal acusado de ese ataque, en el que murió Roberto Torres Blas, hijo político de Nolasco.

Para ese crimen, también fue contactado Eric Cruz Alejos, integrante de la banda Los Patecos, según estableció la policía.

El dinero que el ex oficial habría entregado a los sicarios procedería de las cuotas que las empresas constructoras pagaban a la región Áncash para adjudicarse obras públicas.

CABECILLA DE LA GUARDIA DE ÁLVAREZ
José Carmen Ramos y César Álvarez se conocieron meses antes de que este último asumiera la presidencia regional de Áncash, en el 2006. En ese entonces, Álvarez acudía frecuentemente a la sede de la Sección de Investigación Criminal (Seincri) de Chimbote, cuyo jefe era Carmen.
 
Fue el suboficial Ricardo Patiño, también acusado de integrar la presunta agrupación criminal en Áncash, quien los presentó. Fuentes policiales aseguran que Álvarez siempre mostró interés en estar bien relacionado con esa institución.

El mismo año en que Álvarez asume el cargo que ocupa hasta la fecha, Carmen fue dado de baja de la policía por límite de edad. Pero ambos ya habían cultivado una amistad, al punto que el oficial en retiro se desempeñó como uno de los asesores de Álvarez.

En julio del 2013, el ex consejero regional Ezequiel Nolasco denunció penalmente a Carmen por estar detrás del primer atentado en su contra, en el cual fue asesinado su hijo Roberto Torres Blas (2010).

Ezequiel Nolasco (a quien asesinaron en marzo)  indicó que, el día en que su hijo perdió la vida, Carmen –como lo señala el registro de su celular– realizó más de 29 llamadas a Rubén Moreno ‘Goro’, acusado de haber planificado el atentado, y cuatro a Luis Arroyo, detenido alcalde del Santa, antes y después del homicidio.