Durante los últimos 20 años, Ciro Gálvez Herrera- el nuevo ministro de Cultura- ha intentado en tres oportunidades llegar a la Presidencia de la República, pero en ninguno de estos procesos (2001, 2006 y 2021) logró si quiera el 1% de los votos. El abogado también buscó sin éxito dos veces la Presidencia Regional de Huancavelica, de donde es oriundo, y la alcaldía provincial de Huancayo.
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¿Y por qué ha sido candidato tres veces al máximo cargo de elección popular? “Porque hay que ser constantes. Cuando uno tiene una idea fija, un proyecto histórico que me ha costado más de treinta años redactar, hay que ser consecuente. Mi gran objetivo es despertar al pueblo peruano, que esta traumado, humillado desde hace quinientos años, y devolverle la identidad, la autoestima, la soberanía”, respondió en una entrevista a la revista “Cosas”.
Gálvez Herrera fue uno de los políticos que respaldó al profesor Pedro Castillo, hoy jefe de Estado, en el balotaje frente a Keiko Fujimori, de Fuerza Popular.
El abogado dijo que no le preocupaba la figura del exgobernador regional de Junín Vladimir Cerrón- condenado a cuatro años de prisión suspendida por el delito de negociación incompatible- porque el apoyo de Renacimiento Unido Andino (RUNA), su partido, era únicamente a Castillo Terrones.
“Yo no tengo ningún acercamiento con Cerrón, tampoco le conozco a Pedro Castillo, nosotros hemos decidido apoyar a Pedro Castillo como persona, como candidato presidencial, porque en estas situaciones tenemos que ser responsables y poner encima de cualquier interés grupal, partidario, el interés nacional”, manifestó a fines de abril.
El también escritor utilizó argumentos xenófobos para justificar su postura a favor del partido del lápiz.
“Keiko Fujimori por la legislación japonesa tiene nacionalidad japonesa […] Está demostrado que los presidentes que han estado conectados por alguna razón con países extranjeros han hecho los gobiernos más desastrosos. Estamos viendo a [Alejandro] Toledo casa con una norteamericana, a PPK, estamos viendo a tantos otros, ya tenemos que pensar más en el Perú y no tanto en los extranjeros”, subrayó en “Nada está dicho”, en RPP TV.
Incluso, el abogado planteó que se modifique la Constitución, a fin de establecer que los mandatarios no deben tener “conexión alguna con el extranjero”. “Es más, el esposo de la señora Fujimori es norteamericano, ¿dónde estamos? Es obvio, que ella en un caso de confrontación con los Estados Unidos, sacará cara y su corazoncito por Estados Unidos”, añadió.
Y, al igual que otros excandidatos presidenciales, como Rafael López Aliaga (Renovación Popular), Gálvez denunció que hubo “fraude” en la primera vuelta.
“Hay que pensar fríamente para esta segunda vuelta, hay indicios de malos manejos, de fraude en la ONPE, la gente ya no cree en lo que diga la ONPE, el JNE”, manifestó sin presentar una sola prueba.
Un arma para todos y todas
En el último tramo de la campaña de primera vuelta, Gálvez Herrera cobró notoriedad luego de participar de manera virtual en el debate organizado por el JNE. Esto debido a que aún se encontraba recuperándose de las secuelas que le dejó el COVID-19. El ahora ministro de Cultura propuso, en aquella oportunidad, facilitar la licencia del uso de armas de fuego a los ciudadanos.
“Si el Estado no garantiza nuestra vida, cada uno tenemos derecho a defendernos. Especialmente a las mujeres que son las más víctimas de las violaciones, de los feminicidios, algo tenemos que hacer y es eso […] Con el Gobierno de RUNA caminarás tranquilo en las calles, porque RUNA garantiza tu vida, tu seguridad”, expresó.
La actuación de Gálvez en la polémica también fue tendencia en las redes sociales, porque en varios pasajes calificó de “mentirosos” a sus contrincantes y prometió castigarlos con una huaraca en quechua. Y también dijo que a “todos los ladrones, los mataremos para que nuestras familias y nuestros hijos vivan bien”.
Una de las coincidencias del ministro de Cultura con Perú Libre ha sido el planteamiento de una nueva Constitución, aunque el abogado precisó que esta no debe ser redactada por la izquierda extremista.
“Ahora no hay que tenerle miedo a una nueva Constitución, obviamente si es celebrada por un grupo de fanáticos, fundamentalistas, extremistas va a salir una constitución… Ellos representan no un pensamiento peruano, sino un pensamiento europeo, marxista, hay que entender que la esencia del pensamiento de izquierda en el Perú es el marxismo nacido en Europa, mientras que el pensamiento Runa es el Perú milenario”, expresó en UCI Noticias.
Gálvez Herrera no se considera un político de izquierda ni de derecha, sino de “ideología tahuantisuyana”.
Por ejemplo, el excandidato de RUNA a la Presidencia se mostró en contra de medidas que atenten contra el Estado de Derecho, al referirse a la propuesta de Castillo, en la primera vuelta, de cerrar la Defensoría del Pueblo. “Yo no creo que pueda hacer tantas cosas como una dictadura, porque no tiene mayoría en el Congreso y tampoco tiene el apoyo de las Fuerzas Armadas como [Alberto] Fujimori”, aseveró.
De la “wawita” a RUNA
El flamante ministro de Cultura logró ser candidato por tercera vez al sillón presidencial, luego de hacerse con el control de Siempre Unidos, el partido de la “wawita” fundando por el alcalde de Los Olivos, Felipe Castillo Alfaro. A fines de octubre de 2019, Castillo renunció a su militancia y se apartó de la agrupación que pasó a llamarse RUNA.
Cinco meses antes, de acuerdo al InfoGob del JNE, Gálvez Herrera había sido inscrito como representante legal del referido partido.
El excongresista Richard Arce, quien fue precandidato de RUNA a la Presidencia, contó que él decidió renunciar a la agrupación en medio de las elecciones internas, porque personas allegadas al letrado no dejaron que registre su postulación.
“[Gálvez] era el dueño del partido, evidentemente él era el que tomaba las decisiones, lo que me obligó a recurrir al JNE en el proceso de las primarias, no me permitieron participar de manera irregular. Nadie quiso recibir mis documentos. La gente del entorno de Gálvez lo que hizo fue no inscribirme pese a que sí recibieron los documentos”, manifestó a El Comercio.
En agosto de 2001, 20 años atrás, tras haber perdido su primera elección general, el abogado- quien es dueño de una notaría en Huancayo- fue detenido por la Policía Nacional y conducido a la comisaría de San Isidro. ¿Qué sucedió? Armó un escándalo, disparando dos tiros al aire, en la terminal de la empresa de transportes Ormeño, porque le indicaron que no podía viajar a la incontrastable por encontrarse en estado de ebriedad.
Gálvez, titular del Ministerio de Cultura (que pasará a llamarse ministerio de las culturas), tendrá la responsabilidad de convertir la sede de Palacio de Gobierno en un museo.
El abogado de 72 años no ha descartado volver a postular en el 2026. “Yo creo que sí; no me siento débil… Salvo que encuentre un sucesor que postule por mi partido con el mismo pensamiento”, subrayó en la revista “Cosas”. ¿Será el sector Cultura su tan ansiado trampolín a la Casa de Pizarro? Solo el tiempo lo dirá.
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