El selectivo y tardío control político: Las interpelaciones y censuras contra el gobierno de Pedro Castillo | EC Data

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A pesar de ello, las cifras muestran que ningún Congreso de los últimos 20 años presentó tantas mociones de control político. El problema es que muchas de estas iniciativas son aisladas y no alcanzan el consenso necesario para realizar una acción institucional y coordinada. Los especialistas explican que la oposición tiene problemas de coordinación y estrategia, así como poco interés por fiscalizar a los sectores del gobierno que más afectan el funcionamiento de la gestión pública.

Comparativo de los primeros 7 meses de cada gobierno

* La cifra sube a 7 si se incluye la interpelación aprobada a Walter Ayala (Defensa) que renunció antes de asistir al pleno, y a las aprobadas esta semana contra Hernán Condori (Salud) y Ángel Yldefonso (Justicia) que aún no suceden.

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Oposición errática

Frente a los múltiples ministros cuestionados, distintas personalidades del Congreso han manifestado su descontento y han expresado la necesidad de cambios. A pesar de ello, como lo muestran las cifras, no han logrado traducirlo en una respuesta institucional que genere el contrapeso necesario a las acciones del gobierno.

Según el politólogo Mauricio Zavaleta, esto se debe en parte a la falta de interés por gran parte de los parlamentarios, lo cual parece contradictorio con la imagen que ha generado el Congreso mediante sus voceros.

“Creo que hay una disonancia entre la vocería del Congreso, personificada por María del Carmen Alva, y el congresista promedio que más bien está pensando en acuerdos cortoplacistas con el Ejecutivo que les permita lograr sus objetivos políticos o personales”, explica.

Sin embargo, incluso este sector del Legislativo más opositor ha permitido la permanencia de ministros cuya permanencia afectó negativamente el aparato estatal. El exministro de Transportes y Comunicaciones, Juan Silva, ha sido uno de los que más escándalos acumuló en su gestión, muchos de ellos vinculados al nombramiento de personas poco idóneas para el cargo, y aún así se mantuvo en el gabinete desde inicios del gobierno hasta hace pocas semanas.

Como recuerda la politóloga Kathy Zegarra, la congresista Susel Paredes (Partido Morado) buscó activamente interpelar y luego censurar al ministro Silva, pero denunció poca colaboración de sus colegas, e incluso acuerdos entre parlamentarios y el ministro para aprobar obras a cambio de su permanencia en la cartera.

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La primera interpelación a Silva fue rechazada con 20 votos en abstención de Fuerza Popular, quienes posteriormente impulsaron y aprobaron su propia moción con este fin.

“La amenaza de una vacancia ha sido puesta en agenda con mayor intensidad que otras medidas de control político, como es la censura, que de hecho sería una medida mucho más efectiva para los miembros cuestionados. Se ha visto una especie de relación hasta amigable por parte de miembros de la oposición con ministros altamente cuestionados”, explica Zegarra.

Ministros que se buscó interpelar

Réditos políticos

Pedro Castillo se ha visto obligado a modificar sus gabinetes múltiples veces, alcanzando los 30 cambios ministeriales en lo que va del gobierno. Según Kathy Zegarra, muchas veces la presión no vino del Congreso, o este se sumó tardíamente cuando la permanencia del ministro ya era insostenible.

“La sociedad civil y la prensa han tenido un rol mucho más fuerte de control político que el propio Congreso, teniendo en cuenta que este tiene herramientas poderosas para ejercerlo”, comenta Zegarra.

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Para Zavaleta, esto se explica porque la oposición no muestra un genuino interés por que el gobierno se encamine ni por que el Estado funcione correctamente.

“Yo no siento que estén realmente interesados en la gestión propia del Estado. Les interesa siempre y cuando sirva para golpear al gobierno, pero no es que realmente tengan una preocupación por cómo se están haciendo las cosas en el sector salud o el sector vivienda”, comenta.

Ambos analistas coinciden en que una oposición más estratégica podría beneficiarse de los constantes errores del gobierno y plantear alternativas con medidas concretas.

“Este es un gobierno muy malo, sería muy fácil hacerle oposición, pero [los congresistas] terminan debilitándose con discursos que son extremistas y tomando posiciones poco estratégicas”, explica Zavaleta

Ministros que se buscó censurar

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