Fernando Vivas

Esta es una crónica de lo que Dina pudo ser y de lo que resultó ser. Dejó de oír consejos y encontró un entorno apañador. “La presidenta tiene un temperamento fuerte, no hacía caso si le planteabas algo que le molestara. Pero sí escuchaba. Si se razonaba con ella podía hacer caso a un consejo”, me dice un ex colaborador suyo. “Siento que ahora la dejan que haga lo que ella cree”, remata, con pica.