Un inmueble de material noble de dos pisos, ubicado en plena esquina, con cámaras de seguridad y rodeado por comercios. Esas fueron parte de las características que un informante con el nombre clave de ‘Mila’ brindó a un agente policial sobre el lugar en Huancayo (Junín) donde estaba escondido el –aún– prófugo exgobernador y fundador de Perú Libre, Vladimir Cerrón.
Señaló –específicamente– el segundo piso; un departamento al que tenían acceso dos personas, quienes le preparaban sus alimentos, pero también cumplían con la entrega de recados, tal como consta en el acta reservada de recepción de información del 13 de junio, a la cual accedió en exclusiva El Comercio.
Pero Vladimir Cerrón no estaba solo. ‘Mila’ también dio a conocer al agente que ahí mismo se encontraba José Eduardo Bendezú Gutarra, su hombre de confianza y exdirector de Transportes de Junín implicado en el Caso Los Dinámicos del Centro. Los dos tenían órdenes de captura; el fundador de Perú Libre –que cumplió este sábado 260 días prófugo– incluso ya una sentencia a cárcel efectiva.
“Ambos ciudadanos se encuentran en el interior del inmueble en mención”, indicó ‘Mila’ ese día. El lugar señalado era el cruce del Jr. Huancas con Prolongación Huánuco, a escasos minutos de la misma plaza de la ciudad e, incluso, de las sedes policiales.
La información era sensible, el tiempo apremiaba. Según la misma acta, antes de consultar con el agente –un efectivo de la policía anticorrupción– la fuente humana había primero recurrido al número del Programa de Recompensas (por Cerrón se ofrecen S/100.000 y por Bendezú, otros S/50.000); sin embargo, no tuvo éxito. Este Diario intentó hacer contacto el sábado con dicho programa, pero solo fue posible desde un celular, mas no desde teléfonos públicos.
La recepción de la información se dio a primera hora de la mañana del 13 de junio. Tras esto, se hizo un informe y se dio cuenta a la Fiscalía Anticorrupción de Junín, que –a su vez– le requirió al Octavo Juzgado de Investigación Preparatoria Anticorrupción de esa ciudad la autorización para allanar el inmueble.
Dos días después de la recepción de la información clave, el sábado 15 de junio a las 2:00 p.m., más de un centenar de efectivos, varios de ellos trasladados desde Lima, llegaron al lugar con una orden de allanamiento bajo el brazo. No fue necesario hacer un descerraje, sino un familiar de Bendezú llegó a permitir el ingreso ante la presencia de los agentes.
No se halló a Cerrón, solo a Bendezú, quien fue trasladado ese mismo día –vía aérea– a Lima y puesto a disposición del Séptimo Juzgado de Investigación Preparatoria Nacional, a cargo del magistrado Jorge Chavez Tamariz. El magistrado ordenó su internamiento y, actualmente, permanece recluido en el penal de Aucallama (Huaral), según fuentes de este Diario.
“Disponer el internamiento del procesado José Eduardo Bendezú Gutarra al establecimiento penal que disponga el INPE por el plazo de 36 meses, debiendo computarse dicho término desde su fecha de detención (15 de junio del 2024), el cual vencerá el 14 de junio de 2027″, se lee en una resolución a la que accedió El Comercio.
Bendezú es pieza clave, pues, según la fiscalía, habría formado parte de la trama del tráfico de brevetes de Los Dinámicos del Centro, cuyo dinero ilícito habría ingresado a la campaña de Perú Libre que llevó a Pedro Castillo a la Presidencia de la República.
En octubre del 2021, el séptimo juzgado dictó 36 meses de prisión preventiva en su contra, así como a otros implicados en la presunta organización criminal. Una sala superior revocó la orden en noviembre de ese año. Sin embargo, la Corte Suprema, tras una casación planteada por la fiscalía, restableció la primera orden.
Para el Ministerio Público, Bendezú Gutarra sería “miembro de la presunta organización criminal presuntamente liderada por Vladimir Cerrón Rojas”. Esto pues cuando ejerció como director regional de Transportes habría “procurado la continuidad y permanencia de otros miembros de la organización para la contratación en puestos laborales que se vinculan directa e indirectamente al trámite y emisión de licencias de conducir”.
“En acuerdo y aprobación con otros miembros y colaboradores de la presunta organización, quienes, al igual que el investigado, tenían pleno conocimiento de las actividades ilícitas que se desarrollan en la oficina”, se indica en un documento judicial.
Fuentes de El Comercio destacaron la importancia de la información recogida en Junín para dar con la captura de –al menos– un prófugo. No se sabe con exactitud si Cerrón pudo fugar alertado de la orden judicial o si se movió a otro lugar, previamente. Aunque sí mencionaron que se ordenó esperar a que llegaran equipos policiales de Lima, lo que significó a buena cuenta una demora operativa.
—Cerrón sí estuvo ahí—
El general PNP Luis Lira Limo, jefe de la Dirección contra la Corrupción PNP (Dircocor), confirmó en una entrevista con El Comercio que ese día se pudo determinar que el prófugo exgobernador de Junín sí estuvo en ese inmueble. “Hasta donde se pudo apreciar, [todo] indica que sí, estuvo”, remarcó.
Según Lira, desde aproximadamente un mes atrás se tenía información de inteligencia –y a través de distintas fuentes, según remarcó– de que ambos personajes estaban juntos en Huancayo. ¿Por qué juntos? No se sabe. En el inmueble intervenido habrían estado, por lo menos, desde una semana atrás antes del operativo. Informaciones previas señalaban al distrito El Tambo y a Jauja como posibles ubicaciones.
“Hemos estado justamente trabajando, descartando esos lugares donde podrían estar y no estaban [...] Hasta que tuvimos la certeza de que estaban ahí. Y cuando verificamos [por inteligencia] que Bendezú estaba en ese lugar, hemos procedido a la intervención”, apuntó.
Lira también confirmó que no se llegó a incautar ningún elemento, pues la orden judicial solo fue para un allanamiento del inmueble. Aunque fuentes de este Diario sostienen que Bendezú no solo tenía contacto con Cerrón, sino incluso con los familiares del aún prófugo exgobernador.