Atrás queda la imagen de la candidata al Congreso por el Callao Janet Emilia Sánchez Alva cantando la jocosa cumbia “Alimaña” en un programa nocturno de televisión, a pocas horas de los comicios del 2016.
El canto no dejará de ser uno de sus hobbies, pero la legisladora ahora tendrá que demostrar otras capacidades para dirigir con éxito una de las comisiones más cuestionadas del Congreso: la de Ética Parlamentaria.
Por lo pronto, Sánchez ya adelantó en la sesión de reinstalación del grupo (que no había sesionado por más de 40 días tras la renuncia de su último titular, Juan Carlos Gonzales) que “no habrá blindajes” durante su gestión y que las denuncias se resolverán de forma “técnica y objetiva”.
Sánchez empezó su carrera política muy joven. Cuando tenía 17 años asumió como dirigenta de juventudes del Partido Aprista en el Callao. Luego pasó a las filas del Partido Justicia Nacional –ya desaparecido–, con el que postuló sin éxito al Congreso en el 2006, a los 31 años.
Ese mismo año volvió a postular, pero a regidora provincial del Callao como invitada de Restauración Nacional, partido del pastor Humberto Lay. Ocho años después tentó la Alcaldía Provincial del Callao con el Movimiento Independiente Regional Unión Democrática Chalaca, que fue en alianza con Peruanos por el Kambio, por entonces sin inscripción ante el JNE.
Actualmente, es la secretaria nacional de Lucha contra la Pobreza e Inclusión Social del partido de gobierno, al que está afiliada.
Antes de asumir la presidencia de la Comisión de Ética Parlamentaria, Sánchez renunció al grupo que investiga presuntos actos de corrupción en el Gobierno Regional del Callao. Algunos de sus colegas le atribuyeron presuntos vínculos con la agrupación Chim Pum Callao.
En una breve conversación telefónica con este Diario, la legisladora negó que tenga amistad con sus dirigentes más conocidos como Álex Kouri (ex presidente regional, actualmente en prisión), Félix Moreno (gobernador regional del Callao) o Juan Sotomayor (alcalde provincial del Callao, ex afiliado de Chim Pun Callao y actual líder de Vamos Perú). “Ninguno de ellos ni el movimiento me han dado un sol para mi campaña y tampoco son mis amigos”, afirmó.
Sobre las tres trabajadoras de su despacho –quienes viven en su inmueble, según reveló un semanario–, respondió que son sus amigas de hace varios años, y que cumplen los requisitos para laborar con ella. “Al despacho tienes que traer gente de tu confianza, son gente capaz y profesional”, comentó.
—La carta de Nuevo Perú—
El elegido para el nuevo cupo en la comisión –el décimo– es Édgar Ochoa, un educador cusqueño de 52 años.
En 1998 fue elegido regidor provincial de Paruro por el movimiento fujimorista Vamos Vecino, y hasta un año antes de postular al Congreso por el Frente Amplio militó en el movimiento Kausachun. Fue uno de los miembros de Nuevo Perú que dejaron el Frente Amplio.
En mayo del 2017, Ochoa fue muy cuestionado por recibir a tres docentes vinculados al Movadef, el brazo político del grupo terrorista Sendero Luminoso.
El legislador justificó que los docentes eran parte de un grupo más amplio de maestros relacionados a un sindicato.
“Escuchamos su plataforma de lucha, que en todos los puntos estaba relacionada a reivindicaciones magisteriales”, argumentó entonces en un comunicado.