El papel de Rocío Calderón Vinatea, abogada y amiga de la ex primera dama Nadine Heredia, en el esquema de lavado de dinero proveniente de aportes ilegales a la campaña del Partido Nacionalista ha quedado más claro para la fiscalía. Calderón habría servido para recibir depósitos que tendrían como beneficiarios finales al ex presidente Ollanta Humala, Heredia y el Partido Nacionalista.
La fiscalía ha reunido un conjunto de evidencias para detallar la participación de Calderón en la recepción y lavado de dinero ilícito procedente de Venezuela y Brasil. La relación de amistad entre Calderón y Heredia proviene desde la adolescencia y se consolidó cuando la abogada se convirtió en testigo del matrimonio de los líderes del Partido Nacionalista.
Calderón es abogada egresada de la Universidad de Lima −la misma casa de estudios de Heredia− especializada en contrataciones del Estado y derecho administrativo. Su experiencia laboral transcurrió íntegramente en el sector público: fue asesora legal del Seguro Social de Salud, la ONP, el Ministerio de Relaciones Exteriores y en el Congreso, entre el 2002 y el 2011.
Durante el gobierno de Humala, Calderón integró el consejo directivo del Organismo Supervisor de Contrataciones del Estado. Además, en agosto del 2011 ganó un concurso público convocado por el despacho presidencial para trabajar en la Dirección General de Bienestar y Acción Social. No tuvo competidores en ese concurso. Después, Calderón se convirtió en asesora legal del Despacho Presidencial, con un sueldo de S/15.200.
La ex funcionaria es investigada bajo mandato de comparecencia restringida. Según la fiscalía, Calderón registró gastos por US$354 mil entre enero del 2011 y marzo del 2015, gastos que no guardan relación con sus ingresos. Se investiga un presunto desbalance patrimonial
−Los casos de lavado de activos−
En el primer caso, la fiscalía ha identificado que la empresa venezolana Kaysamak le transfirió US$18.923 a Calderón en el 2005, desde un banco de Nueva York. De ese monto, Calderón le depositó US$2.500 a la cuenta de Heredia.
Ante la Comisión Lava Jato del Congreso, Calderón afirmó que la transferencia “no fue por servicios, sino que fueron determinados aportes que se hicieron para el Partido (Nacionalista) y por la amistad que me unía a Nadine Heredia”.
Además, en el 2009, Ollanta Humala y Nadine Heredia se habrían reunido con Valfredo De Assis, entonces gerente de la constructora OAS en Perú, en un departamento en Miraflores. En esa reunión, Heredia le habría pedido un aporte de US$10 mil mensuales, según el testigo protegido 101-2019.
De Assis le habría preguntado a Heredia si tenía alguien de confianza con quien OAS pueda firmar un contrato ficticio para contribuir con su campaña. Heredia habría ofrecido a Rocío Calderón para cumplir esa función. Dos días después, Calderón llamó a de Assis y firmaron el contrato por un plazo de doce meses.
Quitando los impuestos pagados, Calderón le entregaba US$9 mil mensuales, de acuerdo a la acusación presentada por el fiscal Germán Juárez contra Heredia y Humala. Esta cifra cuadra con las anotaciones hechas por Heredia en su libreta.
En el 2010, el contrato se habría ampliado por seis meses más. Calderón habría sido el enlace durante todo el periodo que duró esta relación. Según la fiscalía, Calderón no habría prestado servicios a la constructora.
−Uso de los recursos−
La acusación del fiscal Germán Juárez sostiene que los aportes al nacionalismo no solo se usaron en las campañas electorales del 2006 y el 2011, sino también para el incremento del patrimonio de los Humala-Heredia, y "otra se mantuvo oculta”. Heredia se habría valido de Rocío Calderón para ocultar los fondos.
La fiscalía detectó gastos incurridos por Heredia por el valor de US$38 mil, pagados con la tarjeta de crédito adicional extendida por Calderón. La ex primera dama habría utilizado esa tarjeta para adquirir joyas, vestidos, carteras y otros artículos.
En su defensa, Heredia dijo que el 70% de las compras que hizo con esa tarjeta fueron “encargos” para Rocío Calderón, y el resto para ella. “Yo tenía que hacer un viaje a Europa y ella me comentó que quería encargarme unas cosas, y de ahí surgió la idea de la tarjeta. Luego, bajo la aprobación de ella, empecé a usarla también para algunos gastos personales y familiares que he ido amortizando”, dijo Heredia.
En el 2015, Calderón reconoció que fue un “riesgo estúpido” extenderle una línea adicional de su tarjeta de crédito a Heredia aunque negó irregularidades en las compras hechas con ella.
En junio de ese año, el Ministerio Públicó embargó la caja de seguridad de Calderón y de su madre Lourdes Vinatea Milla en el Banco de Crédito. Allí se incautó billetes por US$44 mil y joyas valorizadas en US$10 mil. Los documentos bancarios recogidos muestran que cada vez que Calderón visitaba la caja de seguridad hacia pequeños aportes a su cuenta bancaria.
−Otras reuniones brasileñas−
Tracy Joseph Reinaldet es abogado del presidente de la constructora brasileña UTC Ricardo Pessoa. Él dijo que en Perú, Nadine Heredia “actúa a través de una amiga”, en una entrevista con el portal IDL-Reporteros. Dijo que esa amiga era Rocío Calderón y que había viajado a Brasil a hablar con Pessoa sobre una “prospección de posibilidades”.
Según el abogado, la reunión fue en el 2012 y Calderón estuvo acompañada por José Dirceu, uno de los fundadores del Partido de los Trabajadores de Brasil. En esa oportunidad, Calderón negó la reunión.
Zaida Sisson, consultora de la empresa Galvao Engenharia y esposa del ex ministro aprista Rodolfo Beltrán, se reunió en abril del 2013 con Calderón para hablar de un purificador de agua que su compañía Ecoarki le ofrecía al gobierno peruano. Según el testimonio de Sisson, se reunió con Calderón pues le indicaron que ella veía temas de inclusión social.