La anunciada alianza de Nuevo Perú, que lidera la excandidata presidencial Verónika Mendoza, con los partidos de Vladimir Cerrón (Perú Libre) y Yehude Simon (Juntos por el Perú) ha provocado una nueva renuncia. Esta vez los integrantes pertenecientes a la comunidad LGTBIQ decidieron dar un paso al costado del movimiento de izquierda.
Anoche, durante una reunión de la dirigencia de Nuevo Perú en su local de la plaza Bolognesi, los militantes LGTBIQ se presentaron y rechazaron la coalición con Cerrón y Simon, afirmando que “unos pocos”, en referencia la dirigencia, le están abriendo las puertas a “la homofobia, la misoginia y la corrupción”.
Verónica Ferrari, integrante de este grupo, indicó a El Comercio que el Consejo Nacional de Nuevo Perú solo consultó con los comités territoriales, pero no con las sectoriales, la alianza con Perú Libre y Juntos por el Perú.
“Nadie pidió nuestra opinión. Nosotros no solo somos una sectorial más, no solo somos lesbianas, gays, trans, somos parte de un movimiento social que ha venido luchando por más de 30 años, que todos los años saca a más de 50 mil personas a la Marcha del Orgullo y que ha estado colocando su agenda a pesar de los ataques conservadores y fundamentalistas dentro y fuera del Congreso durante los últimos tres años”, manifestó.
“Eso le ha importado poco a la dirigencia, ha decidido ir en alianza con uno de los partidos más conservadores que tenemos, que es Perú Libre, que desprecia nuestras vidas y una de las herramientas que puede ayudarnos a vivir con dignidad que es el enfoque de género”, agregó.
Ferrari señaló que si Mendoza retrocede en su intención de ir con Cerrón y Simon a las elecciones de enero próximo, ella personalmente sí retornaría a Nuevo Perú. “Nunca es tarde para enmendar los errores”, refirió.
También subrayó que su grupo rechaza el acercamiento a Simon, a quien recuerdan por haber sido primer ministro del segundo gobierno de Alan García durante el ‘baguazo’.
“Nosotros no podemos estar en un partido fundado por una persona que está comprometida en la corrupción de Odebrecht, nosotros hubiéramos preferido no ir a estas elecciones y trabajar todo un año por la inscripción para el 2021. De qué nos sirve tener unos cuantos congresistas, qué representan ellos para una lucha más importante”, remarcó.
Ferrari dijo que espera que Marisa Glave, Indira Huilca y Tania Pariona, integrantes del Congreso disuelto, se pronuncien sobre las acciones que tomarán si la alianza con Cerrón y Simon se concreta.
La renuncia del colectivo LGTBIQ a Nuevo Perú no fue la única, también lo hizo un sector del movimiento feminista.
Edgar Ochoa, representante de Nuevo Perú en la Comisión Permanente, exhortó a estos dos grupos a reflexionar y recordar que “es imprescindible” que estén dentro del movimiento “para hacer no negociable la agenda pendiente sobre diversidades”.
“Los exhortamos a que no se vayan de Nuevo Perú, [la alianza] ha sido una decisión de las bases regionales, que asumen que siendo actores de este proceso de disolución del Congreso tienen el derecho de involucrarse en la salida política a esta crisis. El acuerdo todavía no está firmado, pero no quiere decir que por renuncias se va a retroceder”, acotó.