Marilia Pastor

Octubre es un mes de milagros, de fe y devoción que está ligado a ciertos elementos como el turrón. Imposible imaginar este mes sin ese postre de suave masa, miel y grageas. Cada año, se elaboran listas en busca del mejor y, desde hace tiempo, el que se elabora en El Señorío de Sulco siempre aparece entre los primeros. Flavio Solórzano mantiene vivo el recuerdo de las salidas con su abuela a la procesión en el Centro de Lima y de los turrones que comió en esas visitas. “Es lo que más me gusta de la pastelería. Cuando me llevo un turrón es como si lo comiera por primera vez”, asegura.