La escasez de agua es un desafío creciente en muchas regiones del mundo. En este contexto, la desalinización del agua de mar se ha convertido en una solución vital para abastecer de agua potable a las comunidades. En Perú, el Servicio de Agua Potable y Alcantarillado de Lima (Sedapal) ha implementado un proceso de desalinización avanzado para convertir el agua de mar en una opción viable para el consumo humano. A continuación, te contamos todos los detalles de este procedimiento.
¿CÓMO LOGRÓ SEDAPAL CONVERTIR EL AGUA DE MAR EN AGUA POTABLE?
Según informó la inventigadora peruana Ruth Manzanares a través de las redes sociales de Sedapal, existen 7 pasos para potabilizar el agua de mar y hacerla apta para el consumo humano.
- Paso 1 | Captación: se extrae agua de mar desde la playa del distrito de Santa María del Mar a través de una tubería submarina, la cual luego se impulsa hasta la planta desaladora de PROVISUR.
- Paso 2 | Flotación por aire disuelto: se eliminan sólidos suspendidos o flotantes que puedan estar presentes en el agua de mar.
- Paso 3 | Bombeo de agua clarificada: se impulsa el agua pretratada hacia la planta desaladora para sus respectivos procesos de filtración.
- Paso 4 | Filtración: se utilizan diversos procesos, como ultrafiltración, para eliminar partículas, microorganismos, entre otros elementos. Hasta este punto, el agua aún tiene un sabor salado.
- Paso 5 | Ósmosis inversa: se remueven iones y sales mediante bombas de alta presión.
- Paso 6 | Remineralización: se agregan minerales esenciales como sodio, potasio, magnesio y más, mediante la inyección del CO2, haciéndola reaccionar con carbonatos.
- Paso 7 | Desinfección: se adiciona cloro para garantizar la calidad del agua potable para consumo humano.
De acuerdo con Ruth Manzanares, este proceso permite llegar el agua potable a más de 100 mil habitantes de los distritos de Punta Hermosa, Punta Negra, San Bartolo y Santa María del Mar.
¿CUÁL ES EL PAÍS DE SUDAMÉRICA QUE SE QUEDARÍA SIN AGUA EN EL 2030?
Se trata de Perú. Si bien nuestro país cuenta con una de las reservas hídricas más importantes a nivel mundial, se prevé que se quedaría sin agua potable dentro de 6 años. De acuerdo con el Centro Nacional de Planeamiento Estratégico (CEPLAN), para el año 2030, de los más de 34 millones de habitantes que tiene el territorio peruano, el 58% no contaría con acceso al recurso hídrico.
Ante esta predicción, Perú se convierte en uno de los países más afectados de toda Latinoamérica y el Caribe. En este contexto, debemos mencionar que la nación se ubica en la posición 66 de estrés hídrico a nivel global y entre los miembros de la ONU.
¿QUÉ FACTORES HARÍAN QUE PERÚ SE QUEDE SIN AGUA POTABLE EN EL 2030?
Según un informe de Global Water Partnership (GWP), los principales factores que provocan que Perú sufra estrés hídrico son los siguientes:
- Cambio climático: altera los patrones de precipitación, reduciendo la disponibilidad de agua en algunas regiones.
- Demanda creciente de agua: el aumento de la población y la actividad económica incrementa la demanda de agua, superando la oferta disponible.
- Crecimiento demográfico: el crecimiento poblacional aumenta la competencia por los recursos hídricos.
- Procesos migratorios: la migración hacia áreas ya densamente pobladas puede aumentar la presión sobre los recursos hídricos locales.
- Cuestiones geomorfológicas: la degradación del terreno y la sedimentación pueden reducir la capacidad de los embalses y acuíferos.
- Cambios en las precipitaciones: la variabilidad en las precipitaciones puede afectar la recarga de acuíferos y la disponibilidad de agua superficial.
¿CÓMO LIDIAR CONTRA LA ESCASEZ DE AGUA?
El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma) recomienda tratar el agua como un recurso escaso y gestionar de manera integrada su consumo. También sugiere que los gobiernos establezcan patrones de uso del agua con las necesidades y demandas de los diferentes usuarios y el medio ambiente.
Asimismo, en un contexto donde la tecnología y las comunicaciones juegan un rol fundamental en la sociedad, se aconseja utilizarlos para reducir el uso de agua en los hogares y fomentar dietas y consumos sostenibles. También se invita a la exploración, la protección y el uso sostenible de las aguas subterráneas.