Estudiar previo a un examen siempre va a resultar estresante. Hay muchas personas que no duermen ni se alimentan bien por estar pensando en la prueba que van a rendir. Y, en estos casos, la mayoría de seres humanos recurrimos a memorizar los conocimientos o la información al momento de prepararnos, sin embargo, hay otro método que te ayudará a aprender todo de una manera más rápida y sencilla, como es el caso del expuesto por el famoso físico Richard Feynman.
“Cuando tu conocimiento de algo se basa en complejas explicaciones y términos sacados de manuales seguramente sea porque en realidad no lo entiendes”, señala sobre Feynman el medio Business Insider.
La física te ENSEÑA cómo aprender todo más rápido y fácil: de esto trata el método Feynman
A continuación, te mostramos los pasos mencionados por Feynman para estudiar de la mejor manera sin memorizar, según lo recogido en su momento por la sección de tecnología de El Comercio:
1. Escoge un concepto
Cualquiera. Macroeconomía o economía doméstica, o cualquier cosa en el medio. Química o culinaria, o primero una y luego la otra. Anota el tema.
2. Enséñalo
Escribe todo lo que sabes sobre como si se lo estuvieras enseñando a un niño. Aunque parece absurdo, es un paso muy importante.
Asegúrate de que de principio a fin estés utilizando el lenguaje más sencillo. Al usar sólo las palabras más comunes evitas engañarte con la idea de que como conoces el argot, entiendes de qué estás hablando.
3. Retrocede
En el paso 2 probablemente identificaste lagunas en tu conocimiento; cosas que olvidaste o que no pudiste explicar. Es en este momento en el que realmente empiezas a aprender. Vuelve a la fuente y explora lo que te falta por entender.
Y, con cada subtema, cuando creas que lo tienes claro, trata de plasmarlo en un papel en términos que entendería ese niño al que le estabas enseñando. Una vez te sientas cómodo con todo lo que te confundía, vuelve a tu escrito original y continúa.
4. Revisa y simplifica
Lee lo que escribiste. Asegúrate una vez más de que no usaste el argot asociado con el tema que te intriga. Léelo en voz alta.
Si la explicación no es sencilla o suena confusa, tómalo como una indicación de que no estás entendiendo algo. Trata de crear analogías, pues no sólo aclaran sino que te muestran que ya dominas el tema.