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Ruta hacia Jauja con el Mitsubishi Montero Sport 4x4: ¿cómo se desempeñó en la sierra con su motor de 2,4 litros turbodiésel?
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Un viaje a la sierra del Perú se puede realizar en cualquier auto, pero siempre será mejor hacerlo en uno potente o con una buena relación peso-potencia. En nuestro caso, viajamos a Jauja con el Mitsubishi Montero Sport, un todoterreno con motor turbodiésel intercooler que genera 178 hp y 440 Nm. En ese sentido, no tuvimos inconvenientes para afrontar pendientes a más de 4.800 metros de altura.
La ruta que seguimos fue hacia Jauja (Junín), una ciudad ubicada a 3.400 m s. n. m., conocida por ser la primera capital del Perú. Para llegar, condujimos por la Carretera Central, pasamos por Ticlio a 4.828 m s. n. m., llegamos a La Oroya y tomamos el desvío hacia la Carretera Longitudinal de la sierra sur. Este trayecto abarca 270 km y puede completarse en aproximadamente 6 horas a ritmo rápido.
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Como sabíamos que este tramo inicial presenta tráfico intenso a la salida de Lima, partimos a las 12:00 p.m. y llegamos a las 6:00 a.m. a Jauja. Aun así, nos encontramos con varios tráileres en la carretera que tuvimos que adelantar para no retrasar nuestra llegada. Tal como señalamos inicialmente, este vehículo cuenta con las prestaciones adecuadas para superar las exigencias del camino sin recalentarse ni mostrar signos de sobreesfuerzo del motor.
Se trata de un SUV grande, de 4,8 metros de largo y con un peso neto de 2.115 kg. Sí, es un vehículo relativamente pesado, pero gracias a los 440 Nm tiene una salida rápida. En este tramo, seleccionamos el modo Sport para obtener un mejor rendimiento. Por otro lado, no notamos una pérdida de potencia al superar los 4,500 m s. n. m.; solo en contadas ocasiones aumentaban las revoluciones por minuto (rpm).

Al conducir por la Carretera Central y la Longitudinal de la sierra sur, notamos ligeros balanceos al tomar curvas a 80 o 90 km/h, algo esperable en vehículos que superan 1,80 metros de altura. Esto también se debe a la distribución del peso, que suele concentrarse en la parte frontal.
En cuanto al equipamiento exterior, destacamos nuevamente la excelente visibilidad que brindan sus luces LED. Además, cuenta con aros de 18″ y neumáticos 265/60 R18, que armonizan bien con la carrocería. Una ventaja para climas lluviosos, como los de la sierra, es que incorpora lavafaros, permitiendo limpiarlos sin salir del vehículo.

En el interior, el Montero Sport no es el más moderno, pero conserva elegancia y comodidad. Los plásticos son rígidos en su mayoría, aunque también hay superficies tapizadas en cuero y otras recubiertas con molduras negras brillantes tipo piano black.
Entre los elementos destacados se encuentran los asientos de cuero con ajuste eléctrico para piloto y copiloto, volante forrado en cuero, pantalla de información LCD de 8″, pantalla táctil de 9″ con cámara 360°, paddle shift, puertos USB, aire acondicionado bi-zona, encendido sin llave, espejo retrovisor fotocromático, entre otros.

Ya en Jauja, tomamos la trocha entre Masmachicche y Piedra Parada (Concepción). No seguimos la Carretera Longitudinal, sino una vía posterior entre pueblos, con tramos accidentados e irregulares. Esta ruta fue utilizada en el primer especial del domingo del Rally Valle del Mantaro.
Durante ese trayecto vivimos nuestro propio “rally” al volante del Montero Sport, confiando en sus casi 22 cm de despeje al suelo y sus favorables ángulos todoterreno: ángulo de ataque de 30°, ventral de 23,1° y de salida de 24,2°.

El chasis es de largueros, con suspensión delantera independiente de doble horquilla y trasera de muelles con barra estabilizadora. La respuesta fue contundente: tras más de 50 km en trocha, la camioneta demostró estar preparada para soportar un trato exigente. Especialmente la suspensión, que absorbió bien los baches más agresivos del camino.
Aunque era un terreno agreste, se podía conducir en tracción 4x2, pero preferimos activar la 4x4 para mayor control sobre algunas superficies resbaladizas. La razón es que condujimos a una velocidad considerablemente rápida para probar la suspensión y resistencia del vehículo, y el resultado fue excelente.
En términos de autonomía, el Montero Sport cuenta con un tanque de 68 litros (aproximadamente 18 galones) de diésel, que nos alcanzó para realizar la ruta de ida y vuelta. Fueron 270 km hasta Jauja, 100 km entre Jauja y Concepción, 270 km de regreso y 30 km dentro de Lima Metropolitana. En total, recorrimos 670 km reales, quedándonos con un poco menos de un cuarto de tanque.


El resultado fue sorprendente, considerando que manejamos a un ritmo acelerado durante todo el trayecto. Si hubiésemos adoptado una conducción más defensiva, probablemente habríamos logrado una mayor autonomía. Aun así, 670 km es un rendimiento muy bueno, teniendo en cuenta las dimensiones, el peso del vehículo, el estilo de manejo y, sobre todo, las condiciones de la ruta. En una carretera llana como la Panamericana Sur, el Montero podría superar sin problemas los 700 km de autonomía.








