La casa de papel
☆☆
2021
Netflix
Director:
Actores:
Úrsula Corberó, Álvaro Morte, Nawja Nimri
Género:
Duración:
Clasificación:
Hovik Keuchkerian (Bogotá), Úrsula Corberó (Tokio), Rodrigo de la Serna (Palermo), Itziar Ituño (Lisboa), Miguel Herrán (Río) y Jaime Lorente (Denver) en una escena del episodio 2 de "La casa de papel 5". Foto: Netflix
Hovik Keuchkerian (Bogotá), Úrsula Corberó (Tokio), Rodrigo de la Serna (Palermo), Itziar Ituño (Lisboa), Miguel Herrán (Río) y Jaime Lorente (Denver) en una escena del episodio 2 de "La casa de papel 5". Foto: Netflix
/ TAMARA ARRANZ/NETFLIX
Alfonso Rivadeneyra García

” se acerca a su final y, en teoría, solo tendría que resolver cabos sueltos. ¿No se necesitan muchos episodios para eso, cierto? A menos, claro, que estemos ante la serie insignia de una plataforma internacional de streaming para el mercado que habla en español. En ese caso, extender el “canto de cisne” es ideal para el negocio. ¿Pero lo es para el espectador? A continuación, nuestra crítica con SPOILERS de “La casa de papel” temporada 5, volumen 1.

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El atraco empezó con alta tensión en 2019, pero esta se diluyó conforme avanzaron los episodios y alcanzó su punto más bajo en la cuarta temporada del 2020. Pero esta primera mitad de la quinta temporada tiene toda esa intensidad faltante, incluso en los flashbacks con Berlín (Pedro Alonso), o en el escape de Marsella. Si buscas emociones, esta serie las tiene por montones, muy logradas; al punto de que casi ni te preguntas si son necesarias para contar la historia. No lo son.

Pedro Alonso (Berlín) y Patrick Criado (Rafael) en una escena de la temporada final de "La casa de papel". Foto: Netflix
Pedro Alonso (Berlín) y Patrick Criado (Rafael) en una escena de la temporada final de "La casa de papel". Foto: Netflix


La casa de papel” no se caracteriza por sutilezas en los diálogos, sino por el descaro y, en esta quinta temporada, por el exceso. Si en años previos el retorno de Berlín parecía justificado para entender la preparación del robo del Banco de España, ahora se agotaron las excusas, y lo muestran en escenas donde conoce a su hijo Rafael, interpretado por Patrick Criado. Un recuerdo con aires de spin-off que sabe captar interés, pero que no aporta nada a la trama principal.

Donde la tensión sí se cocina es en el refugio del Profesor (Álvaro Morte), en peligro de muerte ahora que la inspectora Alicia Sierra lo tiene de rehén. Aquí es donde el personaje de Najwa Nimri se lleva las palmas por mostrar aspectos no conocidos de ella (el personaje ha sido escrito con gran sentido del humor), que pasa de estar en una situación de poder hasta perderlo todo y, cuando piensas que ya no tiene el control de la situación, te sorprende.

Nawja Nimri y Álvaro Morte en una la temporada final de "La casa de papel". Foto: Netflix
Nawja Nimri y Álvaro Morte en una la temporada final de "La casa de papel". Foto: Netflix

“La casa de papel”, en sus puntos buenos, es un ejercicio de cómo plantear y resolver conflictos con acción, donde los argumentos pasan al segundo plano y los personajes tienen que proceder rápido y reflexionar después. Y nada mejor para ello que enfrentar a protagonistas y antagonistas. En lo más básico, eso es lo que vemos en toda la temporada, primero cuando Arturo Román (Miguel Arce) enloquece con las armas, y luego con el ingreso de los comandos liderados por Sagasta (José Manuel Seda).

Jaime Lorente y Belén Cuesta durante el rodaje de la temporada 5 de "La casa de papel". Foto: Netflix
Jaime Lorente y Belén Cuesta durante el rodaje de la temporada 5 de "La casa de papel". Foto: Netflix
/ TAMARA ARRANZ/NETFLIX

Y una sucesión de escenas, que parecían no tener mucho sentido, consiguen su objetivo al final: hacer que la errática Tokio te caiga bien. Los recuerdos donde aparece con su exnovio René (Miguel Ángel Silvestre) son gratuitas en el primer episodio, pero poco a poco se tejen con una trama mayor donde ella busca tanto la libertad como un nuevo comienzo. Al menos en estos cinco episodios el personaje tiene sentido, pues se convierte en el cordero del sacrificio, y de manera similar vemos una evolución en el personaje de Estocolmo (Esther Acebo), que tampoco ataba ni desataba.

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Y como nada es perfecto, mientras unos personajes ganan, otros pierden como es el caso de Palermo, que esta vez hace solo chistes. A “La casa de papel” le benefició mucho concentrarse en la acción, la estrategia y las emociones reactivas de los personajes. Todo lo demás es accesorio, porque en el momento en el que intentas encontrar un significado mayor al por qué los atracadores o autoridades hacen lo que hacen, te decepcionas. Hay buena pirotecnia y, por eso, la quinta temporada merece verse. Total, ya falta poco para el final.

DATO

La casa de papel” estrena sus últimos cinco episodios el 3 de diciembre en Netflix.

CALIFICACIÓN DEL AUTOR

★★★ 1/2

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