“La zona de Interés”, una dura crítica a la banalidad en tiempos de holocausto | RESEÑA

Jonathan Glazer, el director británico reconocido por su enfoque innovador en obras como “Under the Skin”, nos presenta su última creación cinematográfica, “La zona de interés”. En esta película, Glazer se sumerge en la representación de la banalidad del mal durante la época del holocausto, basándose en la novela de Martin Amis. La historia se desarrolla en un campo de concentración nazi, centrándose principalmente en la vida cotidiana del comandante y su familia.

En Saltar Intro de El Comercio ya hemos podido ver “Zona de interés”. Esta es nuestra reseña.

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Adaptación brillante y enfoque en simbolismos

La adaptación del texto de Amis destaca por la elección de Glazer al enfocarse en la figura del comandante y su entorno familiar. Christian Friedel, en el papel del comandante Rudoplh Ross, ofrece una interpretación serena y hermética, alejándose de la representación del “viejo bebedor” presente en la novela. Este cambio añade complejidad al personaje, dotándolo de una aura casi entrañable en las escenas familiares.

El director utiliza brillantemente la estética de la telerrealidad para explorar simbolismos. A través de una construcción musical impactante, respaldada por la inquietante banda sonora de Mica Levi, evoca el terror de Auschwitz sin mostrar directamente las atrocidades. El uso del fuera de campo y el retrato hiperrealista revela la agitación oculta tras la fachada de la normalidad de la vida familiar del comandante.

La “normalización de la maldad”

“La zona de interés” se apoya en la idea de la vigilancia, utilizando planos generales fijos que presentan la casa familiar como un plató de Gran Hermano. Glazer juega con la perspectiva, mostrando solo la “normalidad” mientras sugiere la perfidia higiénica y banal que se esconde tras ella. Este enfoque innovador desafía la convencionalidad al retratar el mal sin caer en lo grotesco ni en lo sensacionalista.

El simbolismo visual es un elemento clave, con la casa familiar filmada como un reflejo distorsionado de la normalidad. Los planos generales, mayormente fijos, crean una sensación de vigilancia constante. La película presenta la rutina de la familia nazi como un paradigma de la banalidad llevada al extremo para camuflar la culpabilidad de lo innombrable.

La película sugiere que la maldad se ha vuelto tan común que ha perdido su impacto moral. El comandante y su familia realizan acciones atroces sin cuestionarse, convirtiendo la maldad en parte integral de su vida diaria, una perfidia que se oculta tras la normalidad.

Glazer utiliza la normalización de la maldad como un reflejo de la sociedad de la época, destacando cómo el ser humano puede adaptarse a circunstancias inhumanas y aceptar la maldad como algo común, incluso en medio de atrocidades inimaginables.

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Crítica punzante al nazismo

En lugar de sumergirse en la brutalidad de los campos de concentración, Glazer opta por una crítica punzante al nazismo. La película desafía las convenciones al mostrar que en el holocausto no hay lugar para la esperanza ni la compasión. Glazer aboga por un “trabajo” memorístico más que por el sentimentalismo, distanciándose de representaciones anteriores del Holocausto que se sumergían en la subjetividad y el suspense.

Epílogo impactante y reflexivo

“La zona de interés” culmina con un epílogo punzante, rompiendo sus propias normas y llevando al espectador a otras partes del contexto nazi. Este desenlace, junto con el uso de escenas en negativo, proporciona una conclusión impactante y reflexiva sobre la banalidad del mal y la capacidad del ser humano para condenar al ostracismo las peores atrocidades.

En resumen, “La zona de Interés” se destaca como una obra que explora simbolismos de manera brillante y ofrece una crítica punzante al nazismo. Es entendible que tenga tantas nominaciones a los Premios Oscar 2024 puesto que la película de Jonathan Glazer invita a la reflexión profunda sobre la memoria histórica de las atrocidades causadas por la propia humanidad.

¿Dónde ver?

“La zona de interés” se estrenará el 15 de febrero en cines peruanos.

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