Diez mujeres son asesinadas diariamente en México. El escalofriante dato no resulta ligero bajo ningún sentido y ha motivado miles de notas informativas, crónicas y reportajes enfocados en las diversas aristas de este flagelo social que parece no tener fin en dicho país.
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Pero la industria del cine y la televisión también ha tomado nota de este problema, recogiendo elementos reales para crear ficciones sumamente atrapantes, incluso para público más allá de las fronteras mexicanas. Un ejemplo inmejorable puede ser “La muchacha que limpia”, serie de ocho capítulos disponible en HBO Max.
Esta adaptación de “La chica que limpia”, serie argentina creada por Greta Molas en 2017, tiene como tema de fondo la violencia contra la mujer, aunque si uno se detiene en cada uno de sus episodios descubrirá una serie de finas capas temáticas que van desde la política, hasta la desigualdad, pasando por el racismo y otros varios males que afectan la sociedad contemporánea.
Rosa (Damayanti Quintanar) es una humilde mujer que trabaja limpiando las casas de la adinerada familia Valladares. En sus ratos libres, es empleada de una tienda que vende potentes químicos de limpieza. Es madre soltera y padece un TOC que la hace desinfectar obsesivamente hasta los huevos que le va a servir a Pipe --su pequeño y enfermo hijo-- para el desayuno del día. Su esposo es un fanático religioso capaz de lo peor con tal de demostrar poder ante la secta que integra.
PERSONAJES DIFERENTES👍
Los primeros minutos de la serie muestran un contraste entre integrantes de la alta sociedad versus personas de pocos recursos que intentan mantener su puesto de trabajo a costa de malos tratos y hasta humillaciones. Conoceremos al poderoso empresario Carlos Valladares (Gerardo Trejoluna) y a su esposa Sonia (Ana Layevska), dueña de una agencia de modelos clave para desenredar lo que vendrá después. Pero también hay espacio para la segunda generación de Valladares, conformada por Rodrigo (Alexis Valdés) y Francisco (David Montalvo), dos chicos que manejan un truculento negocio alrededor del tequila, y que se muestran capaces de avasallar al primero que les diga no, viviendo indefectiblemente al borde del delito.
Planteada como una serie netamente policial, “La muchacha que limpia” presenta la disyuntiva entre ser testigo de atroces hechos de violencia versus callar por un ser querido. En este caso, aunque vive también con su madre, Rosa sueña pensando en la salud de Pipe. Carece del dinero necesario para llevarlo a operar al exterior, y no encuentra otra forma honesta de conseguirlo que limpiando escenas criminales. El dinero al fin y al cabo puede mantenerla atada a quien ama.
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Aunque sospechando de que la sangre que limpia no tuvo un origen “bueno”, Rosa se coloca sus audífonos y trabaja dedicadamente las horas necesarias. Mientras suena la música ella parece sumergida en una especie de “ritual” que lleva la serie a otro nivel estético, proporcionando una especie de desconexión en medio de la locura criminal de varios de sus protagonistas.
Pero si en “La chica que limpia” hay malos, también veremos buenos. Los policías Correa y Gutiérrez (Gustavo Sánchez Parra y Ramón Medina) parecen un oasis en medio de lo que se nos presenta como una institución policial absolutamente resquebrajada y cero empática. No es entonces esta serie un relato 100% crudo y oscuro, pues también otorga espacio para los silencios de un detective solitario e incapaz de doblegar ante la búsqueda de la verdad, y de otro que vomita asqueado e indignado al ver el cadáver de una mujer asesinada.
LO MALO😓
No todo, sin embargo, es positivo en esta nueva serie de HBO Max. Al ser un relato coral, varias de sus micro historias parecen desvanecerse. Una madre acepta no denunciar al agresor de su hija menor de edad pensando en que el dinero la ayudará a pagar su universidad. Un cruel sicario pierde por completo la cabeza ante su habitual ejercicio del mal. Una mujer trans se enamora de un policía. Un pretendiente pasa toda la serie casi sin ser correspondido. Muchas de estas piezas parecen quedar en el aire conforme avanzan los episodios.
EL VEREDICTO👨⚖️
Aunque nada de esto, claro está, hace que “La muchacha que limpia” no sea una serie que merece la pena ver. Por la actuación de Damayanti Quintanar y Gustavo Sánchez Parra, por la confirmación del talento de Alexis Valdés, pero sobre todo por la seriedad con la que desde la ficción se enfoca un tema no solo delicado, sino fundamentalmente vigente.
LA FICHA:
Sinopsis: Rosa es madre soltera y su hijo Felipe sufre del corazón, pero podría curarse con una cirugía costosa. Para ayudarlo, trabaja en una bodega de químicos y limpia en casa de los Valladares, una de las familias más ricas de Ciudad de México. Su relación con los Valladares la llevará a introducirse en un mundo oscuro y peligroso donde comenzará a limpiar escenas del crimen a cambio del dinero que necesita desesperadamente para la operación. Gracias a su TOC para la limpieza, Rosa se transformará en una piedra angular del crimen: tanto para los asesinos que dependen de ella y de su habilidad para eliminar toda evidencia, como para la división de investigación que desde su aparición no podrá encontrar más culpables ni detener la ola de crímenes.
Plataforma: HBO Max.
Temporada: 1 (8 capítulos)
Duración: 1 hora por capítulo (aproximadamente)
Clasificación: +18.
Calificación: ★★★★.
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Entrevista a Juana Arias por la serie "La muchacha que limpia". (Fuente: Saltar Intro)
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