Existen dos tipos de seguidores del fútbol. El primero, ama y sigue el deporte sin importarle aquello que pase más allá de los límites del campo de juego. Con el segundo, sin embargo, las cosas son distintas. Aunque disfruta ver rodar el balón sobre el gramado, le resulta inevitable sentirse preocupado por el manejo que las autoridades tienen sobre esta actividad.
Para ese segundo grupo de fanáticos, Netflix acaba de estrenar “Los entresijos de la FIFA”. Se trata de una docuserie de cuatro episodios que repasa la historia del ente máximo del balompié mundial, la Federación Internacional de Fútbol Asociado, pero colocando el foco en un detalle: los escándalos de corrupción que la persiguen casi desde sus inicios.
Dirigida por Daniel Gordon, esta producción tiene como principales características la buena labor de investigación detrás, el valioso archivo de imágenes y, finalmente, la participación de tal vez los más importantes referentes del ente que hoy dirige el suizo Gianni Infantino.
“Los entresijos de la FIFA” inicia contando cómo estaba organizado el balompié a nivel mundial antes de lo que hoy conocemos como “fútbol producto”. Se habla desde la fundación del ente, sus primeras autoridades, y el manejo más cerrado y conservador que tenía. Hay, sin embargo, un punto clave en la transformación de la Federación Internacional de Fútbol Asociado, y tiene que ver con la elección del brasileño João Havelange como su presidente en 1974.
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Es desde este momento que la impronta del fútbol-marketing comienza a surgir. La docuserie nos presenta al latinoamericano como un tipo dispuesto a todo por mantener su puesto de trabajo. Para aquellos que tienen menos de 30 años y solo recuerdan la ‘Era Blatter’ y posteriori, la docuserie cumple su propósito de presentarnos a un Havelange disruptivo en lo ‘empresarial’ y absolutamente controvertido en lo político.
En distintas ocasiones hemos escuchado que “la FIFA es una entidad privada” y que no busca –supuestamente—vincularse a la política. Esto, sin embargo, queda desvirtuado con la evidencia de la historia. Así pues, la docuserie de Netflix incide en, por ejemplo, la realización del Mundial Argentina 1978 en medio de una dictadura que desaparecía personas mientras se disputaban partidos de la importante cita copera.
En el camino de Havelange, sin embargo, aparecería relativamente pronto un personaje conocido hasta hoy: el suizo Joseph Blatter. “Los entresijos de la FIFA” retrata con solidez el surgimiento de este personaje que inicialmente ocupó la secretaría general del ente y poco a poco fue posicionándose como la imagen del binomio ‘Fútbol-auspicios’ o ‘Fútbol-dinero’. Léase como prefiera, si bien hoy nos resulta habitual conocer de millonarios contratos entre federaciones o clubes y marcas multinacionales, cuando ‘Sepp’ apareció, todo era nuevo.
Pero otra forma de comenzar a generar dinero para un ente que crecería casi sin control sería, además de los auspicios, la venta de derechos de transmisión. Hoy cualquiera ve los partidos de la Libertadores, LaLiga de España o la Champions en cadenas de cable como ESPN o DirecTV, pero antes existía una empresa como la International Sport and Leisure (ISL) que compraba derechos de competencias a un precio A y los revendía a un precio 3A. Si hablamos, pues, de acuerdos entre privados, el negocio parece redondo. Y detrás de marcas como la ISL figuraban controvertidos personajes como el alemán Horst Dassler.
Sin dejar de lado su permanente tono periodístico, el documental de Netflix nos presenta correctamente la paradoja en torno a cómo detrás de millonarios contratos y denuncias de sobornos con tramas alucinantes, hay un universo de cientos de miles de niños que corren tras un balón soñando con alguna vez anotar el gol del triunfo en la Copa del Mundo. La idea de fútbol casi ‘secuestrado’ por el negocio está presente, aunque tácitamente.
Volviendo al lado político del asunto, “Los entresijos de la FIFA” apunta cómo alguien como Havelange fue capaz de organizar un Mundial en la complicada Argentina del 78 y cuatro años después traslada su principal competición a una España gozosa de libertades tras la caída de la dictadura de Francisco Franco. Esta capacidad de ‘amoldamiento’ muy probablemente responde a un deporte que tiene adeptos en todas las latitudes, lo cual lo hace botín político permanente.
Competiciones como la Copa del Mundo son el producto al que el ente máximo del balompié apunta con mayor ímpetu tal vez porque es ahí donde puede intervenir de forma más directa, en lo organizativo y en lo económico. La elección de la sede se convierte –según apunta la docuserie—en un proceso que, aunque en apariencia democrático, resulta cerrado y con una serie de distorsiones que lo hacen propenso a actos de corrupción.
Cualquier fanático del fútbol sabe que, aunque una Copa del Mundo genera réditos económicos para el país que la organiza (imagen, turismo, etc.), también implica una serie de gastos que la hacen inalcanzable para países como el nuestro. Por ello los que terminan postulándose para su organización son países con poder adquisitivo y apoyo gubernamental innegable. Pero ni siquiera esto garantiza una elección digamos transparente.
“Los entresijos de la FIFA” dedica gran parte de su trama a poner entredicho la forma en cómo el comité encargado de elegir las sedes mundialistas toma su decisión final. Con Havelange primero y Blatter después, elecciones como las de Sudáfrica para el Mundial 2010 o la de Rusia para el Mundial 2018 y ahora Qatar 2022 terminan puestas en entredicho más que por acusaciones, por evidencias.
La cantidad de información que comparte esta docuserie en cada uno de sus cuatro episodios de una hora de duración resulta sorprendente. No se trata solo de datos respaldados por denuncias periodísticas o imágenes del archivo, sino fundamentalmente de la voz de periodistas, exasesores de la FIFA, exdirigentes deportivos, pero también fiscales y abogados que estuvieron en el lugar y momentos indicados cuando estalló el llamado ‘FIFAGATE’. No sorprenderá, pues, ver incluso al propio Joseph Blatter defender su larga gestión y negando ser responsable de las denuncias contra los hombres con los que compartió mesa de trabajo durante años.
Blatter es un personaje clave en esta docuserie. A lo largo de sus capítulos veremos su transformación de un calculador, aunque silencioso secretario general, apenas ligado a los contratos de publicidad, a un poderoso personaje que dio el salto del fútbol a la política, siendo capaz de sentarse al lado de personalidades como Bill Clinton o Nelson Mandela. Sin el suizo resulta inconcebible el ‘fútbol producto’ como lo conocemos hoy en día. Pero verlo libre y sin sentencia tras todo lo revelado por las autoridades estadounidenses tiene el efecto de un baldazo de agua fría en el televidente.
Aunque hemos enumerado una serie de puntos a favor de la docuserie, no podemos evitar citar sus lados débiles. La propuesta de Daniel Gordon tiene como punto fuerte los casos de corrupción en la CONCACAF (la historia de Jack Warner y Chuck Blazer daría para otro documental en sí mismo) y el buró máximo de la FIFA a lo largo de las últimas décadas (Blatter, Havelange, Platini, etc.), pero se saltea olímpicamente lo ocurrido en Sudamérica.
En “Los entresijos de la FIFA” aunque abundan las imágenes de Pelé y algunas otras estrellas sudamericanas, no hay casi ninguna mención a lo denunciado e investigado sobre el manejo de la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol) en la ‘Era Blatter’. Aunque vemos al difunto Julio Grondona (otrora poderosísimo expresidente de la AFA y exvicepresidente de la FIFA) en varias imágenes de apoyo, no se menciona su nombre ni una sola vez. Esto bien podría alejar un poco el interés del público latinoamericano en una producción que lo tiene casi todo para satisfacer al hincha preocupado no solo por ver cómo Messi amaga y anota golazos.
En esta misma línea, la docuserie de Netflix se ralentiza conforme llegamos a sus instancias finales. Si tuvimos una trama veloz y casi detectivesca cuando vimos cómo Havelange era sucedido por quien creía su fiel amigo Blatter o si nos sorprendimos al descubrir el nivel de cinismo al que llegaron tipos como Jack Warner (otrora mandamás de la CONCACAF que todavía no puede ser extraditado a EE.UU. por el FIFAGATE), conforme nos acercamos al tiempo presente la narración decae, y por ratos inclusive da vueltas sobre un mismo tema (la elección de Qatar como sede Mundialista). Nada de esto, sin embargo, menoscaba nuestro balance positivo de un producto audiovisual que, más que ser interesante, nos parece verdaderamente útil para comprender todo lo que gira detrás del denominado ‘deporte más hermoso del mundo’.
LOS ENTRESIJOS DE LA FIFA/ NETFLIX
Director: Daniel Gordon
Elenco: Joseph Blatter, Chuck Blazer, Jack Warner, Gianni Infantino
Sinopsis: Disputas, controversias, poder, política internacional. Una investigación revela la historia de la FIFA y cuánto cuesta organizar un Mundial.
Duración: 4 episodios
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