No me siento capaz de abrir un evento así cuando hay aquí un trabajo de investigación sobre el árbol que ha salvado a la humanidad”, dijo el especialista argentino que había conseguido ser expositor principal en aquel congreso científico internacional organizado por el Colegio Médico del Perú. “Parece que ni a mi arbolito ni a mí nos conoce nadie”, decía el tecnólogo médico Roque Rodríguez Barrutia antes de ese día. Sin embargo, aquella noche del 2006 terminó presentándose ante otros profesionales de la salud con su arbolito “desconocido”: nada menos que la quina, planta que guarda los innumerables secretos curativos de nuestros ancestros.
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